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Elecciones municipales y autonómicas 2019

El "espejismo" de la "segunda vuelta": los resultados de las generales condicionarán pero no serán determinantes el 26M

  • Cs sigue beligerante, PP y Vox suavizan su discurso y PSOE y Unidas Podemos intentan mantener la movilización
  • Los pactos serán artillería electoral según el interés de cada partido | Especial: elecciones autonómicas y municipales

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Los líderes de PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox durante la campaña de las elecciones generales.
Los líderes de PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox durante la campaña de las elecciones generales.

Apenas once días después de conocerse el resultado de las elecciones generales en las que el PSOE dio un vuelco a la composición del Congreso y el Senado, los líderes de los principales partidos arrancan este jueves una nueva campaña. En esta ocasión, Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias saldrán a la calle para pedir el voto para el Parlamento Europeo, las comunidades autónomas y los ayuntamientos de toda España. Lo harán con una sensación de “segunda vuelta” que puede quedar tan solo en un espejismo y afectar a la participación. Los resultados del 28 de abril no tienen por qué trasladarse al 26 de mayo, según los expertos, aunque sí van a influir en el discurso y los gestos políticos de los próximos 15 días.

“Las elecciones del 26 de mayo se van a leer como una segunda vuelta de las del 28A y todos estamos expectantes”, explica a RTVE.es el politólogo y profesor de la Universidad de Barcelona, Jesús Palomar, quien, sin embargo, advierte de que el resultado de las elecciones generales “puede suponer un espejismo de lo que pueda ocurrir en las elecciones municipales y autonómicas”.

“Si estuviéramos hablando de fútbol, diríamos que se ha jugado la final antes que la semifinal”, compara el consultor político y director de Redlines, César Calderón. “La final la ha ganado un partido, pero las semifinales se juegan ahora”, añade, y, “con toda seguridad, los pactos van a ser artillería electoral de primer orden a la hora de articular discursos de cara a las elecciones municipales”.

Estos discursos “dependerán de los intereses de las formaciones políticas”, explica la directora de la Escuela de Gobierno de la UCM, Paloma Román Marugán. Aunque “la permeabilidad está garantizada”, tanto Román Marugán como el resto de expertos consultados consideran que, mientras Unidas Podemos intentará poner en valor las negociaciones, el PSOE “mirará para otro lado”. Por otra parte, explica la profesora de Ciencias Políticas, “en la derecha, el debate no estará tanto en si van a pactar o no, porque ya lo han hecho en Andalucía; sino en quién va a liderar ese pacto a tres”.

“PP, Ciudadanos y Vox van a intentar seguir con la dinámica de criticar que Pedro Sánchez busque el apoyo de Unidas Podemos y de los independentistas”, añade Palomar, que también explica que “el PSOE es el que tiene más que perder” con “su falta de transparencia sobre con quién quiere pactar para formar gobierno”.

PP y Vox suavizan su discurso, mientras Cs sigue al ataque

Más allá de los pactos políticos, que seguramente no se resolverán hasta después del 26M, Calderón, Marugán y Palomar coinciden en que el resultado en las urnas también va a traducirse en un reajuste de las estrategias de los partidos.

PP y Vox serán los que más cambien su discurso a nivel ideológico y van a rebajar un poco el tono

Pablo Casado, que ha achacado la pérdida de 71 escaños en el Congreso del PP al ataque recibido por Vox y Ciudadanos, ha sido el primero en reposicionar su discurso “para no escorarse a la extrema derecha”, explica Palomar. Un cambio que el politólogo ve “lógico en el ámbito competencial de los municipios y las comunidades autónomas”, donde “hablar de asuntos como la inmigración no tiene mucho sentido”. De este modo, continúa, “PP y Vox serán los que más cambien su discurso a nivel ideológico y van a rebajar un poco su tono extremista, porque, en este ámbito, se vota más a las personas y no tanto a las siglas de los partidos”.

El PP tiene que jugar a la búsqueda de la revancha”, añade Calderón, que cree que los de Casado van a tratar de movilizar ahora lo que no consiguieron movilizar en las elecciones generales para intentar recuperar el voto que se ha fugado a Vox. Para ello, explica, recurrirán “a la potencia de su organización territorial y de todos los alcaldes que posee a lo largo y ancho del Estado”.

Pablo Casado ha decretado el fin del "luto" entre los suyos para reclamar unidad en PP ante las elecciones del próximo 26 de mayo. El líder del PP se ha declarado listo para la remontada, no sin antes recordar que su predecesor, Mariano Rajoy, obtuvo malos resultados en el 2008. Desde el PP vasco piden mirar al futuro, mientras que desde Galicia, Alberto Núñez Feijóo ha puesto en valor la experiencia: "hay politicos en España q quieren ser primeros espada y no han geestionado nunca".

Ciudadanos, que presenta más candidaturas que en las elecciones de hace cuatro años y compite por el liderazgo de la derecha, “cree que le ha ido bien con una posición más contestataria y va a afirmar los presupuestos de la campaña anterior”, explica Román Marugán, para quien, por otra parte, el resultado de Vox en el Congreso reafirmará al partido de Santiago Abascal en que “el papel que ha defendido desde las elecciones andaluzas hasta las generales no ha tenido muchos errores” y, por tanto, seguirán en la misma línea.

Conservar la movilización y los pactos, retos de la izquierda

Por la izquierda, “el PSOE tratará de mantener el tono de la movilización” que ha conseguido durante las generales para que “el tsunami electoral que ha habido siga arrastrando durante las municipales”, explica Calderón. Una posición que para Román Marugán va a ser más cómoda para Sánchez que para los barones del partido.

Iglesias va a asumir estas elecciones como una moneda de cambio respecto al Congreso

Unidas Podemos y el PSOE van a intentar mantenerse en sus posiciones”, coincide Palomar, que, aun así, cree que “la formación de Pablo Iglesias va a asumir estas elecciones como una moneda de cambio respecto al Congreso” y podría condicionar sus pactos en los ayuntamientos de grandes ciudades y comunidades autónomas a lo que ocurra a nivel estatal.

En este sentido, completa Calderón, “Unidas Podemos tiene un gran reto: el de mantener todas las alcaldías del cambio”. En 2015, los pactos en la izquierda proporcionaron al PSOE y a Podemos “un número importantísimo de grandes ciudades que al final contaron para una sensación bastante clara de victoria”; pero, advierte el asesor político, es posible que exista “un espejismo tras la victoria del PSOE en las generales”, y que la sensación de triunfo que existe en la izquierda no se traslade esta vez a las alcaldías. Su éxito va a depender en gran medida, según Calderón, “de las figuras de los alcaldes y de la gestión que hayan realizado”.

Mantener el tono a un mes vista

Así, si el gran reto para el PSOE es mantener el estado de movilización, los de Iglesias intentarán conservar esa misma sensación que lograron hace cuatro años. No obstante, los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de determinar si la elevada participación de las elecciones generales, cuando más de tres de cada cuatro españoles acudió a las urnas, se trasladará también a esta convocatoria.

“En las comunidades autónomas y los municipios, la gente no quiere que la extrema derecha tenga la opción de gobernar”, esgrime Palomar a favor del mantenimiento de la movilización, que asegura que se mantendrá en la línea de otras citas similares, pero no será tan alta como hace once días. “Si Vox no hubiera tenido el resultado que ha tenido en las elecciones generales este miedo se habría desactivado”, explica, y, por eso, cree que PSOE y Unidas Podemos van a centrar también en esto su discurso.

En el mismo sentido, Román Marugán considera “probable que se mantenga la movilización” y lo argumenta con un ejemplo: “De las elecciones andaluzas de diciembre a las generales pasaron cuatro meses y eso dio tiempo para la reflexión y hubo un replanteamiento; en cambio, a un mes vista se puede mantener el mismo tono y, por ello, nadie quiere anticipar pactos a nivel nacional para no desactivar votantes”.

Mucha gente de izquierda creerá que ya ha cumplido en las elecciones generales

En el polo opuesto, el asesor César Calderón cree que la participación va a ser más baja que en las generales porque “venimos de unas elecciones que eran tremendamente disputadas” y en las que “todo el mundo ha entendido que su voto era necesario” independientemente de a quien votase. Además, añade, “mucha gente de izquierda creerá que ya ha cumplido en las elecciones generales” y “PSOE y Podemos tendrán que convencerlos de que aún no han cumplido, porque buena parte del destino de sus impuestos se va a jugar en las autonómicas”. En cambio, concluye, “en la derecha lo tienen un poco más sencillo, porque mucha gente que se ha decantado por otras opciones y ha abandonado el voto del PP se ha dado cuenta de que su voto no ha sido tan útil como creían”.

¿Cuáles serán los puntos clave de esta campaña?

A pesar de que el mapa de las elecciones autonómicas y municipales es amplísimo, y sin ánimo de desmerecer lo que está en juego en cada parlamento y ayuntamiento, los expertos señalan a media docena de puntos sobre los que poner el foco para entender lo que va a ocurrir en los próximos días.

En primer lugar, es digno de observación en el mapa autonómico el cambio de color, ya que los gobiernos siguen siendo de los dos grandes partidos, explica Román Marugán, para quien “lo que ocurra en Madrid, tanto en la comunidad como en el municipio, va a ser fundamental para valorar en qué ciclo político nos encontramos”. Asimismo, para Calderón hay otras tres autonomías destacadas: Aragón, donde el PSOE gobierna junto a la Chunta Aragonesista, Castilla-La Mancha, que PSOE y Podemos arrebataron al PP en la pasada cita electoral, y Extremadura, feudo socialista recuperado en 2015. En ellas “vamos a ver tanto el resultado electoral como el posterior juego de pactos”, explica.

Habrá que ver también qué ocurre en Cataluña, donde no se decide el color del gobierno autonómico pero sí el de los ayuntamientos, sostiene Palomar. Por eso, invita a observar qué sucede con las grandes ciudades metropolitanas y con Barcelona, donde vive el 43% de la población catalana. “En el primer caso, habrá que estar atentos a la posibilidad de que haya alcaldes o alcaldesas de Vox o Ciudadanos”, explica Palomar, que señala que es “algo que nunca ha pasado”. En el segundo, continúa, “Colau no tiene una situación tan clara como podía tener hace un año”.

Finalmente, Calderón suma al mapa municipal las principales capitales andaluzas, en las que asegura que “se va a producir una interesantísima confrontación con resultados muy dispares en Almería, en Sevilla, en Málaga o en Cádiz”.