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El papa lamenta que los inmigrantes tengan la puerta cerrada por los "corazones blindados por los cálculos políticos"

  • Francisco ha hecho estas declaraciones durante el Via Crucis del Viernes Santo frente al Coliseo romano

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El papa lamenta que los inmigrantes tengan la puerta cerrada por los "corazones blindados por los cálculos políticos"

El papa Francisco ha presidido el rito del Via Crucis del Viernes Santo en honor a los inmigrantes y ha lamentado que a menudo encuentren las puertas cerradas de los países a los que intentan llegar "por el miedo y los corazones blindados de cálculos políticos".

Francisco ha presidido este Via Crucis frente al Coliseo romano, símbolo de la persecución y del sufrimiento de los primeros cristianos, y ante miles de personas que se habían congregado en las proximidades horas antes y que asistieron al rito portando numerosas velas.

Durante su oración, Jorge Bergoglio ha rechazado las injusticias sociales a las que se ha referido como cruces del mundo y entre ellas ha citado la codicia y el poder y a "la humanidad que vaga en la oscuridad de la incertidumbre y en la oscuridad de la cultura del momento".

También ha deplorado el hecho de que haya familias que se vean "destruidas por la traición, por las seducciones del maligno" o por el egoísmo, que existan personas "hambrientas de pan y de amor", gentes "abandonadas incluso por sus propios hijos y parientes", y personas que "no tienen el consuelo de la fe".

El rito del Via Crucis fue instaurado en 1741 por orden de Benedicto XIV.

Ha hablado al mismo tiempo de los "pueblos sedientos de justicia y paz", y se ha acordado de los "ancianos que se arrastran bajo el peso de los años y la soledad", pero también de los niños "heridos en su inocencia y en su pureza".

Como ya ha hecho en anteriores ocasiones a lo largo de su pontificado, ha criticado que en las sociedades actuales haya personas que son rechazadas y marginadas.

En este sentido, ha dirigido un mensaje a los creyentes que, teniendo fe y "tratando de vivir de acuerdo" a la palabra de Dios, "se encuentran marginados y dejados de lado incluso por sus familiares y sus compañeros", y también a los consagrados que intentan llevar la luz de Dios en el mundo y se sienten ridiculizados y humillados.

Francisco ha acabado su plegaria repudiando las debilidades de los seres humanos, su hipocresía, sus traiciones, sus pecados y sus promesas rotas.

Francisco: "Quien rechaza a los homosexuales no tiene corazón humano"

Por otro lado,  el papa Francisco ha afirmado que quien rechaza a los homosexuales "no tiene corazón humano", durante una conversación que ha mantenido con el comediante británico Stephen K. Amos y que ha emitido este viernes por la cadena de televisión BBC de Londres.

La BBC publicó en redes sociales un adelanto de esta conversación en la que se puede ver a Amos explicando al papa Francisco que no es creyente y que viajó a Roma "buscando respuestas y fe".

"Pero, como hombre gay, no me siento aceptado", le dice, según se escucha en las imágenes del programa "Pilgrimage: The Road To Rome".

El papa Francisco responde de inmediato que dar "más importancia al adjetivo ('gay') que al sustantivo ('hombre') no es bueno".

"Todos somos seres humanos, tenemos dignidad. Si una persona tiene una tendencia u otra, esto no le quita la dignidad como persona", argumenta el pontífice argentino.

"La gente que decide rechazar a las personas por el adjetivo es gente que no tiene corazón humano", añade, unas palabras que emocionan a Amos.

Amos, gay y ateo, participó en un programa de la BBC emitido este viernes por la noche que forma parte de una serie llamada "Peregrinaje: La carretera hacia Roma", en la que un grupo de celebridades del Reino Unido viajan desde Canterbury hasta el Vaticano.

Durante la audiencia privada, el papa le aclara que no le está juzgando por su homosexualidad y que la humanidad es más importante que las diferencias en la orientación sexual, un momento de su charla que emociona al cómico.

Amos admite, en declaraciones a otros medios locales sobre esa audiencia, que las palabras de tolerancia del pontífice constituyen una lección para millones de personas.

"Me ha cambiado la vida. Me ha dado fe en los seres humanos. Me ha abierto los ojos sobre no juzgar a las personas religiosas en base a mis propias experiencias negativas", afirmó.

El británico también reconoció que antes de encontrarse con el pontífice "llevaba encima muchísimo dolor. De una manera extraña, (la conversación) me alivió parte de esa tristeza".

"Cuando me fui, sentí alegría en el corazón", agregó Amos.