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Elecciones generales 2019

El escaño del PSOE sale más caro que el del PP en las provincias pequeñas

  • Descubre más historias en 'Los datos hablan': un especial en el que analizamos la evolución del voto
  • Al PSOE le cuesta de media 3.500 votos más sacar un escaño en provincias que reparten menos de 6 diputados

Por
Pedro Sánchez
El secretario general del PSOE, Pedro Sanchez, durante un mitin del PSOE en la campaña de las elecciones generales de 2016.

Que el voto de un español no vale lo mismo en cada provincia es un tema recurrente cada vez que se convocan elecciones generales. Los políticos llaman al “voto útil”, a no “tirar” la papeleta o a “regalársela" a otros partidos -lo hizo recientemente el PP con Vox-. En las provincias pequeñas -esas que reparten entre dos y cinco escaños- reina el bipartidismo al que beneficia el sistema electoral, pero incluso dentro del mismo hay un perjudicado: el PSOE.

En las últimas elecciones de 2016 al PSOE le costó de media unos 3.500 votos más que al PP sacar un escaño en esas provincias, algo no excesivamente llamativo teniendo en cuenta que el PP fue la fuerza más votada ese año. Pero incluso en aquellas pequeñas circunscripciones donde el PSOE fue la fuerza más votada el coste de su escaño fue mayor. De esta forma, en Huelva, donde se proclamó vencedor, el coste fue 3.071 votos más que el del PP y en Jaén, donde quedó primero, 3.686 votos más. Aún así, esto no es una excepción en democracia -saber más sobre cómo funciona la ley D’Hont-.

"Se repite en toda Europa porque la izquierda es más urbana y la derecha es más rural", expone a RTVE.es César Calderón, CEO de consultora de análisis y estrategia Redlines. "Al PP le baja el coste de voto en Palencia, Burgos, Soria o Segovia, en las más pequeñas y precisamente las que recorre en campaña si existe posibilidad de perder un escaño".

Históricamente al PSOE también le han costado los escaños más caros que al PP en las provincias que reparten menos de seis escaños. En el siguiente gráfico se aprecia la evolución del coste más caro y más barato por cada partido a lo largo del tiempo.

Al PSOE le cuesta 6 veces más un escaño en Cantabria que en Soria

Pero la diferencia del coste no es sólo entre partidos. Sacar un escaño en 2016 en Cantabria le costó al PSOE seis veces más que en Soria, y es que las provincias pequeñas están sobrerrepresentadas en comparación con las más grandes como Madrid, que otorga 37 escaños, pero cuya población es mucho mayor.

La ley electoral de 1985 hizo que todas las provincias, excepto Ceuta y Melilla, repartieran un mínimo de dos escaños -de los 350 que conforman el Congreso- en función de su población. De ahí que provincias de la España despoblada como Soria o Teruel -, que reparten dos escaños cada una con menos de 10 habitantes por killómetro cuadrado- sean donde históricamente obtener un escaño vale muchos menos votos, en contraste con Cantabria, León, Castellón, Valladolid y Jaén, donde el coste suele ser bastante mayor.

¿Y dónde está el “voto útil” de los nuevos partidos?

Entre tanta duda sobre cuál es el “voto útil”, aquí está la respuesta para quienes vivan en provincias pequeñas y estén pensando a votar a partidos no tan mayoritarios como el PP o el PSOE -o como partidos nacionalistas en algunas regiones- y no sepan si su voto va a ser perdido: la clave está en las provincias de cinco escaños, aunque eso no significa que en zonas menores no puedan obtener escaños los nuevos partidos. "Cuanto menos escaños reparte la provincia, hay mayor porcentaje de voto tirado" a otros partidos, añade Calderón.

Podemos consiguió en 2016 escaños en las 13 provincias que reparten entre cuatro y cinco, e incluso Ciudadanos, el cuarto partido más votado a nivel nacional, en tres de las que reparten cinco sillones. En estas provincias, incluso el coste del voto para los nuevos partidos ha sido menor para estas formaciones.

“Si un partido se acerca al 15% de los votos empieza a ser viable electoralmente en todas las provincias de España; ya no hay tantos partidos minoritarios en este país, son más medianos”, expone el politólogo Pablo Simón. Reconoce sin embargo que la fragmentación del voto de cara a las próximas elecciones pueda contribuir al bipartidismo: “Si un partido resta votos a otro, pero no llega al umbral de representación, se queda sin diputados y eso es lo que le pasa al PP, teme que Vox le quite votos y no consiga escaños para sumar después”.

"Hoy Vox está en Palencia llenando el teatro más grande, cuando Casado no va a ir a dar un mítin y el PSOE no va desde el 86 por miedo a pinchar", destaca Calderón, incidiendo en que "si Vox se acerca al 15% de votos, todo puede suceder".

A la caza del voto en la España despoblada

Todos los candidatos son conscientes de lo que se juegan en las próximas elecciones en la España más deshabitada, la que ocupa un 50% del territorio y de la que sale un total de 101 escaños.

Una parte importante de esa España -el 53% del país está en riesgo de despoblación- cuenta con graves problemas estructurales en materia de servicios básicos. El médico que va dos horas a la semana al pueblo, el banco que lleva dinero en efectivo una o dos veces al mes porque no hay cajero o no poder emprender porque no hay un eficiente sistema de telecomunicaciones que permita desarrollar una empresa son situaciones a las que se enfrentan día a día los vecinos de estas localidades.

Por eso es ahora en precampaña cuando los candidatos han hecho más promesas de cara a la España “vaciada” -término que emplean las plataformas reivindicativas Soria ya y Teruel Existe, que movilizaron a decenas de miles de personas el pasado 31 de marzo para protestar contra la gestión de los gobiernos a lo largo del tiempo-.

Finalmente, serán los votantes quienes decidan qué escaños otorgan a cada partido y cuántos votos se han quedado sin representación en cada región.

Metodología

El valor del voto por escaños muestra los votos que ha necesitado cada partido para lograr cada escaño en cada provincia desde las primeras elecciones de la democracia.

El cálculo se ha realizado dividiendo el total de votos obtenidos en cada circunscripción por el número de escaños obtenido. Por ejemplo, el PP en Almería en 2016 consiguió 131.801 votos y 3 escaños. Por tanto, su coste por escaño fue de 43.993,67 votos en esa circunscripción.