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JMJ Panamá

El papa tacha de absurdo e irresponsable identificar a todo inmigrante "como portador del mal social"

  • Francisco ha señalado que la Iglesia quiere propiciar "una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar"

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El papa Francisco durante uno de los actos del viernes 25 de enero de 2019 de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá.
El papa Francisco durante uno de los actos del viernes 25 de enero de 2019 de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá.

El papa Francisco ha tachado este viernes de absurdo e irresponsable el identificar a todo inmigrante "como portador del mal social", durante el viacrucis que ha celebrado en Panamá, país donde se celebra la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Francisco ha dedicado su discurso a aquellos que sufren la indiferencia y ha criticado el conformismo que invade la sociedad y que se ha convertido "en la droga más consumada de nuestro tiempo".

Ha dicho el pontífice argentino que el viacrucis de Cristo se prolonga ahora en el dolor de aquellos que sufren la violencia, la criminalidad, la explotación, en los niños que no dejan nacer o en "las mujeres ninguneadas de su dignidad".

Un dolor, ha señalado, que se "se prolonga en el dolor oculto e indignante de quienes, en vez de solidaridad por parte de una sociedad repleta de abundancia, encuentran rechazo, dolor y miseria, y además son señalados y tratados como los portadores y responsables de todo el mal social".

Propiciar "una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar"

Mientras que en estos días caravanas de migrantes de Centroamérica se han dirigido hacia México con la intención de poder pasar a Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump continua con su intención de construir un muro, Francisco ha señalado que la Iglesia quiere propiciar "una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar".

Y que enseñe "a recibir y hospedar a todos aquellos que han sufrido el abandono, que han tenido que dejar o perder su tierra, sus raíces, sus familias y trabajos".

"Queremos ser la Iglesia que propicie una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar; que no estigmatice y menos generalice en la más absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador de mal social", ha afirmado.

En la reflexión tras el viacrucis celebrado ante 400.000 personas, según la organización, el papa Francisco ha denunciado el conformismo que, ha dicho, es la "droga más consumida hoy" y que impide reconocer el sufrimiento que nos rodea.

"Nos dejamos llevar por la apatía y la inmovilidad. No son pocas las veces que el conformismo nos ha ganado y paralizado y ha sido difícil reconocerte en el hermano sufriente", ha dicho.

Mientras que, ha denunciado Francisco, es mucho más fácil "estar cerca del que es considerado popular y ganador" y caer en la "cultura del bullying, del acoso y de la intimidación".