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Fotomicrografía y fotomacrografía: una mirada al universo de lo pequeño

  • El realizador Ángel Navarro se ha convertido en una de las referencias en España de fotografía de artrópodos
  • La combinación de fotografía digital, analógica y programas informáticos le permiten adentrarse en este mundo inexplorado
  • Ver fotogalería: Artrópodos, lo que el ojo no ve

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Fotomacrografía: cómo ver el mundo al detalle

La fotomicrografía y la fotomacrografía son técnicas que se desarrollaron paralelamente con el objetivo de retratar aquello que no se puede observar a simple vista debido a su tamaño diminuto. La fotomicrografía permite obtener imágenes con una ampliación mínima de diez aumentos.​ Cuando las imágenes se amplían hasta diez veces, se denomina fotomacrografía.

[Ver fotogalería: Artrópodos, lo que el ojo no ve

Debido a su complejidad técnica, estuvieron relegadas a ámbitos profesionales muy concretos, sobre todo para documentar y describir hallazgos científicos. Pero la irrupción de la fotografía digital, acompañada de nuevos programas informáticos, han permitido una mayor oferta de medios.

Estas técnicas se han generalizado y se han abierto a otro tipo de públicos, más allá del campo de la investigación. Por ejemplo, a amantes de la fotografía, que también han encontrado su espacio en este terreno, impulsados principalmente por una motivación estética.

Es el caso de Ángel Navarro, realizador de TVE que durante más de treinta años ha trabajado en decenas de documentales y reportajes de temática muy diversa. Aunque el hecho de que, tal y como confiesa, su vocación televisiva naciese a raíz de su admiración por Félix Rodríguez de la Fuente da una importante pista sobre cúal ha sido su verdadera pasión desde niño.

"A mí siempre lo que más me ha llamado la atención ha sido poder captar la imagen de la naturaleza, y en este caso lo que trato es de conseguir una imagen de la naturaleza que escapa a nuestros ojos...", explica a RTVE.es, "esos pequeños detalles que pasan desapercibidos".

La naturaleza, en sus múltiples manifestaciones, siempre ha sido una importante fuente de inspiración para Navarro, un sentimiento que ha conseguido trasladar a su trabajo y que ha tenido reconocimiento internacional. Con el reportaje Científicos españoles en el Ártico, segundo de un ciclo sobre el cambio climático que hizo el programa En Portada, obtuvo el prestigioso Premio Especial Príncipe Rainiero III, del Festival Internacional de Televisión de Montecarlo de 2008. Ha sido el único reportaje de la televisión española sobre naturaleza y medio ambiente que lo ha conseguido, y Navarro fue su guionista y director.

Belleza desapercibida

La naturaleza para él es sinónimo de belleza, incluso en detalles que, como suele ocurrir con los insectos, pueden pasar desapercibidos para la mayor parte de la gente. "Cuando yo elijo un tema no me fijo tanto en el aspecto científico como sí en el aspecto estético. En el de la belleza intrínseca al animal", continúa detallando, y pone como ejemplo a la mosca Drosophila melanogaster, cuyo tamaño es de aproximadamente dos milímetros: "ha sido posiblemente el animal más estudiado por los científicos, que saben todo sobre su genética, pero no se han percatado de la belleza que, por ejemplo, tiene en sus alas".

Su trabajo se apoya en la fotografía digital, pero también hay una parte analógica, casi artesanal. Tiene mucho de laboratorio, de ensayo y error, de autoaprendizaje... Navarro se ha convertido en un experto rastreador de internet en busca de ópticas antiguas, como lentes macro y objetivos de microscopio, muchas veces descatalogados. Mediante la combinación de estos elementos se pueden alcanzar ampliaciones tan grandes.

Anillos inversores o fuelles de extensión son otros de los elementos habituales de su estudio. Y, por supuesto, los elementos de iluminación, un aspecto siempre fundamental en la fotografía. Conseguir destacar las texturas de las cubiertas de los artrópodos es un trabajo muy minucioso, y solo se logra gracias a un empleo óptimo de la luz: buscando el ángulo y la intensidad adecuados, empleando difusores...

Apilamiento fotográfico

Pero la técnica que marca la diferencia y posibilita el grado de nitidez que consigue con sus fotografías es completamente digital, y se define como "apilamiento fotográfico". Trabajar a distancias tan cortas y magnitudes de ampliación tan grandes se traduce en una profundidad de campo casi inexistente, lo que incide directamente en la nitidez de los detalles.

La técnica de apilamiento se basa en un sistema mecanizado que va desplazando la cámara hacia el sujeto fotografiado. En cada uno de sus pasos, de pocos micrones, realiza un disparo. De esta manera, se toman varias fotografías con puntos de enfoque distintos (más de 300 instantáneas, en algunos casos), y luego se unen mediante un programa informático, lo que da como resultado una imágen única con todo lujo de detalles.

La fotomicrografía y la fotomacrografía de artrópodos, que son las que Ángel Navarro realiza principalmente, representan un auténtico reto, debido sobre todo a la dificultad de atrapar matices tan esquivos como la amplitud de su gama cromática, la complejidad de sus texturas, la iridiscencia o las transparencias.

"Por ejemplo, las escamas de las alas de las mariposas son un mundo maravilloso", detalla, "cómo cada especie, cada tipo de mariposa esconde unas escamas con unas formas, con unos ángulos y sobre todo con unos colores". "Cuando los fotógrafos somos capaces de captar esa imagen es una maravilla. La gente se queda muy sorprendida, y eso es lo que a mí me gusta, sorprender".

Contribución al mundo académico

Ángel Navarro realiza este trabajo por afición, de manera totalmente desinteresada desde el punto de vista económico. Como asegura, su mayor aliciente es que disfruta compartiéndolo en las redes sociales con amigos y aficionados a la fotografía. Además, está orgulloso de que también haya podido contribuir al mundo académico.

"Hay profesionales del mundo de la ciencia que utilizan mi material para incluirlo en libros digitales...", confiesa, "ahora estoy en contacto con la Universidad de Buenos Aires, con su cátedra de Biomimetismo, en la que ellos estudian la naturaleza para luego aplicarla a campos como la arquitectura o la industria".

Fotomicrografía y fotomacrografía de artrópodos suponen una mirada al universo de lo pequeño. A una parte de ese mundo que tenemos frente a nosotros pero resulta invisible, y que encierra una belleza muchas veces inexplorada. "Creo que poca gente se ha preocupado y que ahora somos un grupo de fotógrafos los que sí nos estamos preocupando en mostrar y disfrutar nosotros mismos de esa belleza de la naturaleza", finaliza Ángel Navarro.