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Francia

El Gobierno francés reconoce que no cumplirá el objetivo de déficit con las medidas de Macron

  • Admite que el anuncio del presidente para aplacar a los chalecos amarillos elevará el PIB por encima del 3%
  • El mandatario convence a medias a los ciudadanos pero continúan las movilizaciones en Francia

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Dos manifestantes de los 'chalecos amarillos' se abrazan durante una protesta.
Dos manifestantes de los 'chalecos amarillos' se abrazan durante una protesta.

Las medidas económicas anunciadas por el presidente francés, Emmanuel Macron, para aplacar la crisis por las protestas de los chalecos amarillos ponen en riesgo el cumplimiento del objetivo de déficit en Francia, según ha reconocido el Gobierno francés.

El portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, ha explicado en el canal BFMTV que las medidas costarán al Estado entre 8.000 y 10.000 millones de euros y harán crecer el déficit hasta el 3,6% del PIB si no van acompañadas de medidas de ahorro, por lo que Francia podría no alcanzar el objetivo de déficit del 3% exigido por la Unión Europea.

Por otro lado, la subida del salario mínimo no convence a la clase social, que este martes continúa con protestas: los estudiantes se han concentrado en París y han bloqueado 170 institutos en contra la reforma educativa de Macron y los chalecos amarillos siguen adelante con sus movilizaciones.

Macron se ha reunido este martes con representantes del sector bancario, que se han comprometido a no subir las comisiones bancarias para particulares en 2019 y a limitar a un máximo de 25 euros los gastos derivados de incidentes bancarios para los más modestos, una medida que puede afectar a 3,6 millones de franceses, según datos del Banco de Francia.

Macron anuncia una subida de cien euros del salario mínimo para intentar aplacar a los 'chalecos amarillos'

El Gobierno defiende la viabilidad del plan

El primer ministro francés, Édouard Philippe, ha defendido en la Asamblea Nacional la viabilidad del plan anunciado por el presidente, aunque no se ha especificado cómo se va a financiar. "Esto tendrá forzosamente consecuencias en términos de déficit en 2019. Debemos velar para que el gasto público sea controlado. Tendremos que tomar medidas para no aumentarlo", ha dicho.

En su comparecencia, Philippe ha advertido de que "hay que acelerar la remuneración del trabajo" para llevar las medidas a cabo, mientras ha insistido en que el Ejecutivo francés sigue adelante con su disposición a "reformar el país".

Pero las medidas no han convencido a la izquierda francesa, que ya ha presentado su moción de censura al Gobierno de Macron. "El vínculo de confianza entre nuestra población y el Gobierno está roto y no vemos ninguna posibilidad de que este último retome esta relación. El divorcio está firmado, hay que cambiar de rumbo", reza la proposición apoyada por socialistas, comunistas y La Francia Insumisa.

La moción no tiene visos de prosperar por la mayoría absoluta del partido La República, pero será votada al menos 48 horas después de su presentación.

La Unión Europea, atenta a Francia

Precisamente, el comisario europeo Pierre Moscovici ha advertido en declaraciones a France Presse de que la Comisión seguirá "con atención el impacto del anuncio hecho por el presidente".

reguntado por las consecuencias en el objetivo de déficit, el ministro de Transición Ecológica, François Rugy, ha dicho que hay que tener en cuenta las consecuencias del Brexit o el auge de la extrema derecha en Alemania o España. "¿Alguien se cree que a nivel europeo se puede hacer como si no ocurriera nada?", ha dicho, para después pedir una "discusión para tener en cuenta todos esos parámetros".

Los chalecos amarillos pierden apoyos

Macron no ha convencido a la sociedad francesa, pero el movimiento ha perdido también el apoyo de parte de la población, según varias encuestas divulgadas este martes. Aunque su apoyo sigue siendo mayoritario, el 54% de franceses creen que las protestas deben continuar, frente al 70% que los apoyaba el pasado 22 de noviembre. Otro sondeo apunta a que el 66% de los ciudadanos apoyan sus movilizaciones, pero el 54% es partidario de que cesen sus protestas.

El sondeo de Odoxa para el diario Le Figaro asegura que el presidente no sedujo a seis de cada diez ciudadanos, aunque sus protestas sí encuentran en solitario un respaldo destacado. Casi seis de cada diez franceses aprueban la prima de fin de año exenta de impuestos, un 70% la congelación del alza de las cotizaciones para los jubilados con pensiones inferiores a los 2.000 euros o un 85% la decisión de que las horas extra no tributen.

El porcentaje de quienes consideran que fue "claro" (58%), "responsable" (54%) y "consciente de la gravedad de la situación" (54%) también supera la media, pero aún así, un 59% de franceses cree que no fue "convincente".

Según un comunicado de la presidencia francesa, los bancos se comprometen a no incrementar las comisiones bancarias para particulares en todo 2019 y a limitar a un máximo de 25 euros los gastos derivados de incidentes bancarios para los franceses más modestos.

Esta segunda medida puede afectar a 3,6 millones de personas, según los datos del Banco de Francia.

"Esos compromisos suponen entre 500 y 600 millones de euros de poder adquisitivo redistribuidos en beneficio de los franceses", indicó el Elíseo.