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El Rey del cachopo pide ser cocinero en la cárcel

  • La petición la realizó el interno de forma verbal a uno de los educadores
  • Al ser un preso que acaba de entrar, no hay ninguna decisión tomada al respecto

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César Román Virueque ingresó en prisión el pasado 20 de noviembre
César Román Virueque ingresó en prisión el pasado 20 de noviembre

César Román Virueque, el empresario conocido como el El Rey del cachopo, ingresado en la prisión madrileña de Soto del Real acusado de matar a su novia, ha solicitado a un educador del centro penitenciario poder trabajar como cocinero en la cárcel.

Fuentes penitenciarias han confirmado esta petición, adelantada hoy por el diario ABC, la realizó el interno de forma verbal a uno de los educadores que le entrevistó cuando ingresó en la cárcel el pasado 20 de noviembre por orden de la juez de instrucción número 32 de Madrid, Rosa María Freire.

Las fuentes consultadas han asegurado que, por el momento, el interno no ha cursado ninguna solicitud por escrito sobre esta petición que hizo al llegar a la cárcel, por lo que aún no hay una decisión tomada al respecto, ya que se trata de un preso que acaba de entrar en prisión y es preventivo.

Ocho días en prisión

En estos ocho días en Soto del Real, el El Rey del cachopo no ha tenido ningún problema y es notable, añaden las fuentes, que "está hecho a la vida carcelaria" por el amplio historial delincuencial que acumula.

En él se incluye su estancia en la prisión gaditana de Puerto II en 2008 durante un mes aproximadamente por un delito de lesiones cometido dos años antes, según fuentes penitenciarias y jurídicas consultadas que señalan que César Román tiene "muchos" procedimientos abiertos, la mayoría relacionados con sus negocios, en diferentes órganos judiciales.

Además, cuenta con una sentencia firme de violencia machista a su expareja y madre de la hija que tienen ambos.

La Audiencia Provincial de Madrid confirmó el pasado 20 de junio la condena a un año y tres meses de cárcel que en febrero le había impuesto el Juzgado de lo Penal número 34 de la capital por maltratar a su exmujer en presencia de su hija, pese a tener en vigor una orden de protección.