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Novela negra

Élmer Mendoza: "En México la corrupción es una actitud casi cultural"

  • El autor mexicano presenta su última novela del policía Zurdo Mendieta, Asesinato en el parque Sinaloa
  • Mendoza está considerado el padre de la "narcoliteratura" y maestro en el manejo de la jerga popular

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El escritor mexicano Élmer Mendoza en una imagen de archivo
El escritor mexicano Élmer Mendoza en una imagen de archivo

Mucho antes de que series como Narcos, sobre la vida del colombiano Pablo Escobar o Fariña, con el flujo de cocaína en Galicia, acercaran al gran público el submundo de los capos de la droga, el escritor mexicano Élmer Mendoza (Culiacán,1949) ya pintaba un crudo y certero retrato del narcotráfico en sus novelas negras. Ficciones literarias que ambientan una realidad de violencia extrema.

“Creo que ahora el público está conociendo a los narcos a través de las series y esto provoca una mezcla (entre temor y fascinación) pero nadie ignora que detrás de eso hay algo terrible”, asegura Mendoza en una entrevista para RTVE.es, y defiende la educación como instrumento para eludir el pozo de la delincuencia: “La formación tiene que ser capaz de responder a los sueños de los jóvenes. Y que no ocurra lo que en mi país que muchos graduados no encontraron empleo y tuvieron que dedicarse al narco”.

Muchos graduados no encontraron trabajo y tuvieron que dedicarse al narco

Catedrático en la Universidad de Sinaloa, Mendoza está considerado como el padre de la llamada “narcoliteratura”, que le ha consagrado a través de la serie de su carismático detective Zurdo Mendieta que arrancó en 2008 (Balas de plata, La prueba del ácido, Nombre de perro, Besar al detective), y ha sido traducida a diez idiomas. Este policía protagoniza su último libro, Asesinato en el parque Sinaloa (Literatura Random House), que el autor presenta esta semana en España.

El “Zurdo” es una especie de antihéroe desencantado, frágil y fuerte a la vez al más puro estilo Wallander, que el escritor define como “un cínico práctico”. Un recurso de supervivencia entre cuerpos de seguridad corruptos y enfrentados que también recoge la novela en un reflejo social.

“La corrupción es algo muy profundo y podría ser una actitud casi cultural que hay que cambiar. Nos tiene muy fastidiados (a los mexicanos) la fama que tenemos de corruptos y que la Policía sea corrupta, el Ejército, la Marina, los políticos, los jueces…. Es algo que nos fastidia mucho”.

"En México es más difícil escribir sobre políticos que sobre los narcos”

Asesinato en el parque Sinaloa aborda varias tramas entrecruzadas sobre la investigación de dos crímenes, en las que Mendoza también reelabora una historia con muchas semejanzas a la de los rocambolescos encuentros entre la actriz Kate del Castillo y el poderoso capo Joaquín “Chapo” Guzmán, y su posterior fuga y captura.

“En este caso me anticipé a la realidad. No lo escogí porque yo ya había escrito la novela cuando pasó todo. Me entero de la relación de ellos que sale en la prensa y ya tenía ese esquema trabajado y cuando se da lo del escape ya estaba terminando. Se me hace un tema fascinante del que podría salir hasta otra novela con el engarce de estas dos personalidades arrolladoras”, afirma entre risas el escritor de Cualiacán.

Lector empedernido, que puede devorar hasta cien títulos al año, Élmer Mendoza asegura que en sus creaciones inventa e imagina “porque si me pongo en el lado de la realidad salgo perdiendo”.

Afirma que nunca se documenta y que sus fuentes son “leyendas y murmuraciones y fotos de noticias de periódicos” que lleva viendo y oyendo desde niño, y aunque confiesa que se siente libre a la hora de escribir y no ha recibido amenazas, sí señala el peligro en la denuncia.

“(En México) es más difícil escribir sobre la circunstancia política. Son temas delicados y si algún chico se atreve a escribir una novela llevando a un político como línea narrativa puede pasarlo mal (…) Los narcos en el sentido de la literatura no son vengativos. No tenemos ninguna información cuál es el efecto de la literatura en ellos. Lo que sí sabemos es que ven las series y que les gustan”, detalla el novelista y profesor.

La jerga popular como instrumento para crear atmósferas

Élmer Mendoza también es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y está valorado como un verdadero maestro en la recreación de la jerga popular y de los bajos fondos, que caracteriza sus novelas con las que ha alcanzado un estilo propio.

Un atrevido caudal lingüístico de gran riqueza que mezcla español, inglés y términos locales de la frontera. Un ritmo que fluye a velocidad endiablada y requiere toda la atención del lector.

“Intento atraparlos para que hagan caso omiso de las palabras y que sigan leyendo aunque sea enrevesado (…) En la zona en la que yo vivo tienen una forma muy particular de nombrar muchas cosas y su origen está en el hampa. Estas palabras me permiten crear una atmósfera narrativa conveniente”, señala el literato que ha asesorado a Arturo Pérez Reverte sobre el “lenguaje narco” para La reina del sur.

Mendoza, que señala al Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán como uno de sus referentes, ha participado estos días en Getafe Negro, la cita con la novela policiaca del sur de Madrid.

El autor mantiene estrecho contacto con los escritores españoles de un género que valora como muy vivo y necesario en la actualidad:“Son novelas muy fuertes y están muy bien escritas. Creo que son el vehículo más efectivo para reflejar la podredumbre de una época y de una sociedad”.