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Génova prepara su lento camino hacia la normalidad mientras sigue la guerra de responsabilidades por el derrumbe

  • Concluyen las labores de rescate y tratan de liberar la zona de escombros, ya que detienen el curso del río Polcevera
  • El Gobierno promete que en ocho semanas los 600 desalojados, cuyas viviendas se destruirán, tendrán otra casa

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Génova trata de reponerse de la tragedia del viaducto mientras sigue el cruce de acusaciones entre los responsables

El día después del funeral de Estado y de recuperar el último cuerpo de las 43 víctimas del derrumbe de un puente en Génova, la ciudad italiana empieza a preparar el lento camino para recuperar la viabilidad urbana y dar una vivienda a las cerca 600 personas que la han perdido para siempre.

Los equipos de bomberos han dado por finalizado este domingo su trabajo en la búsqueda de vehículos atrapados entre las toneladas de cemento del viaducto y ahora el área tendrá que ser liberada de todos los escombros ya que están deteniendo el curso del río Polcevera.

Todo este material será sometido a la inspección de la magistratura que está conduciendo la investigación, ya que esta pericia será indispensable para saber las causas del derrumbe. También hoy algunos miembros de la comisión investigadora del Ministerio de Infraestructuras comenzaron su inspección en el lugar del derrumbe.

El fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, aunque no quiso hablar del caso, expresó su dificultad "a la hora de aceptar la idea de que el tema de la seguridad de las carreteras pueda estar en manos de privados", en una entrevista publicada en el diario Corriere della Sera. Un mensaje al Gobierno italiano que ha dado toda la responsabilidad del derrumbe a la concesionaria Autostrade per L'Italia, encargada del mantenimiento de esa autopista.

Prometen viviendas para todos los desalojados en ocho semanas

Ahora la atención se concentra en las cerca 600 personas que fueron desalojadas de once edificios que se encuentran justo bajo lo que queda de viaducto y que deberán ser derruidos.

El presidente la Región Liguria, Giovanni Toti, y el alcalde de Génova, Marco Bucci, entregarán este lunes las primeras once casas.

Toti anunció que antes del 20 de septiembre se podrán dar otras 40 viviendas y a finales del mes otros 100 apartamentos que desde mañana comenzarán a ser reestructurados y prometio que en ocho semanas todos los afectados podrán tener una casa.

El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, instó a las autoridades de Génova a que se apresuren en dar viviendas a estas personas.

"El Gobierno ha puesto a disposición los fondos necesarios, pero ahora pretendemos que se den prisa para dar una casa a estas personas", añadió Conte en un mensaje en Facebook.

Conte se refería a la aprobación en el Consejo de ministros celebrado anoche para movilizar otros 28,47 millones de euros que servirán para "la viabilidad alternativa (al viaducto), potenciar el sistema de transportes y para localizar viviendas para las familias que han tenido que abandonar sus casas". "No dejaremos sola a la ciudad de Génova", ha añadido Conte.

El viaducto que se desplomó formaba parte de la autopista A10 que conecta el noroeste de Italia con el resto del país, pero además es una arteria principal en el sistema de carreteras de la ciudad. Actualmente, todo el tráfico ha sido desviado a otras carreteras causando importantes problemas de congestión.

Ante ello, el consejero delegado de la concesionaria de autopistas Autostrade per L'Italia, Giovanni Castellucci, anunció la posibilidad de construir un nuevo puente de acero para lo que se tardaría unos ocho meses.

Castelucci y el presidente de Autostrade, Fabio Cerchiai, anunciaron este sábado en una rueda de prensa en Génova que destinarán un fondo, en principio de 500 millones de euros, que estará gestionado por el ayuntamiento de la ciudad para indemnizar a los afectados.