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Ai Weiwei denuncia en las redes sociales la demolición de su estudio en Pekín

  • Uno de los artistas más conocidos de China y crítico del Gobierno del país asiático señala que ha sido sin previo aviso

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Imagen de una excavadora demoliendo el estudio de Ai Weiwei en Pekín.
Imagen de una excavadora demoliendo el estudio de Ai Weiwei en Pekín.

El célebre artista y activista chino Ai Weiwei ha denunciado en redes sociales que su estudio en Pekín, que posee desde el año 2006, empezó a ser demolido el viernes por excavadoras del gobierno sin que él haya recibido ninguna notificación previa.

En varios vídeos que el artista ha publicado este fin de semana en su cuenta de Instagram y otras redes sociales se observa la evolución de la demolición, y cómo las máquinas han tirado abajo tres fachadas del edificio, ubicado al noreste de Pekín, en cuyo interior se acumulan ahora los escombros.

Se trata del segundo estudio del reputado disidente (de 61 años y afincado ahora en Berlín) que las autoridades chinas derriban después de que en 2011 destruyeran el que el artista tenía en Shanghái.

Su estudio, denominado "Zuoyou", era descrito por él mismo como una "fábrica socialista del estilo de la Alemania del Este", pues tradicionalmente albergaba una planta de recambios de automóviles, y en él desarrollaba instalaciones artísticas de gran tamaño e impacto visual que se han exhibido en las galerías y museos de arte contemporáneo más importantes del mundo, como la Tate de Londres.

El famoso artista, que participó en la construcción del Estadio Olímpico de Pekín en 2008, es reconocido por su oposición abierta al régimen comunista, expresada principalmente por medio de internet.

Este matiz le hizo vivir bajo arresto domiciliario en el país entre 2011 y 2015, año en que pudo recuperar su pasaporte y trasladarse a Alemania para establecer su estudio en Berlín. Sin embargo, en mayo anunció sus planes de mudarse aunque no precisó a dónde.

Su trabajo denuncia las violaciones a los derechos humanos alrededor del mundo, la crisis detrás del éxodo, la censura y la apatía a través de un sinnúmero de materiales y plataformas, según explicó él mismo al inaugurar su última exposición en Santiago de Chile en mayo.