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Stacey Cunningham se convierte en la primera mujer en dirigir la bolsa de Wall Street tras más de dos siglos de historia

  • El New York Stock Exchange tendrá una presidenta después de 226 años de vida
  • Hace medio siglo que la bolsa neoyorquina admitía a su primera operadora
  • "Es un ambiente dominado por los hombres", ha asegurado Cunningham

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La nueva presidenta de la bolsa de Nueva York, Stacey Cunnigham, en el parqué de Wall Street
La nueva presidenta de la bolsa de Nueva York, Stacey Cunnigham, en el parqué de Wall Street.

El principal mercado bursátil del mundo estará dirigido por una mujer: Stacey Cunningham ha sido nombrada este martes presidenta del New York Stock Exchange (NYSE), la primera en los 226 años de historia de la empresa que gestiona la icónica bolsa de valores de Wall Street, un símbolo inequívoco del avance de las mujeres en los cargos directivos, también en el mundo de las altas finanzas.

Cunningham, de 43 años, era hasta ahora jefa de operaciones del Grupo NYSE y, a partir del viernes, sustituirá a Thomas Farley como principal directiva, la número 67 de la empresa, que corrige, al menos en parte, una discriminación histórica.

Jeff Sprecher, el máximo responsable de la firma Intercontinental Exchange, compañía matriz del Grupo NYSE, ha recordado que accede al cargo medio siglo después de que, en 1967, Muriel Siebet se convirtiera en la primera operadora del mercado: "Stacey representa una nueva generación de liderazgo", ha recalcado.

Sin embargo, la propia Cunningham ha dejado claro en sus primeras declaraciones tras ser nombrada que la bolsa neoyorquina sigue lejos de la igualdad: "Es un ambiente dominado por los hombres", ha asegurado a la cadena financiera CNBC.

Hay muy pocas mujeres en las finanzas, hay pocas mujeres en la tecnología...

De hecho, la presencia de mujeres sigue siendo exigua en el parqué, dominado por hombres volcados en terminales de operación con muchos años a la espalda. "Hay muy pocas mujeres en las finanzas, hay pocas mujeres en la tecnología...", se lamentaba Cunningham. Y recalcaba que el financiero es un ámbito que "no ha cambiado tan rápidamente como se ha hecho en otros sectores".

Una larga trayectoria en un mundo de hombres

En su caso, el nombramiento es la culminación de una larga trayectoria que comenzó como becaria en 1994, para convertirse en operadora bursátil dos años después, cuando apenas tres docenas de las 1.300 personas que trabajaban en el NSYE eran mujeres.

Eran tiempos, como recuerda ahora, en los que el baño de las mujeres de la séptima planta del edificio de Wall Street estaba dentro de una vieja cabina telefónica, mientras el "palaciego" baño de los hombres tenía hasta sillones.

"Aquí crecí y es como si me hubieran salido los dientes aquí […]. Me encanta este lugar", comentaba este martes, antes de apostillar: "Se cierra el círculo". Poco después de anunciarse su nombramiento, Cunningham se ha encargado de acompañar a los directivos de la compañía Huntsman en el martillazo inicial que da comienzo a las operaciones bursátiles.

La nueva presidenta afronta numerosos retos, entre ellos la competencia del Nasdaq, uno de los grandes rivales del NYSE, que, desde enero, está también dirigido por una mujer, Adena Friedman.

Además, se pone al frente del principal mercado bursátil cuando el parqué ya no es el mismo que el que se encontró en 1994, puesto que la mayoría de las transacciones se hacen desde terminales, algunas en el parqué y muchas más en oficinas de corredurías: "Se puede operar sin estar en el parqué de operaciones. No es necesario, pero es mayor valor para las compañías inversoras, y se opera con menor volatilidad", remarca Cunningham, en defensa del viejo oficio bursátil.