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Un empleado de Metro enfermo por amianto denuncia que no recibió formación específica para evitar riesgos

  • En su comparencia ante la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid
  • Un exresponsable de Metro asegura que empezaron a tomar medidas en 1992

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Manifestación de los maquinistas de Metro en una de las tres jornadas de paros convocados el pasado marzo
Manifestación de los maquinistas de Metro durante los paros convocados el pasado marzo.

El empleado que trabajó en mantenimiento de escaleras mecánicas en Metro de Madrid y que tiene enfermedad reconocida por asbestosis tras estar expuesto a amianto, Santos González Roldán, ha asegurado que un neumólogo del Hospital de La Paz le confirmó esta dolencia en 2016, pero la compañía no le ha reconocido esta situación hasta este año.

También ha asegurado que no recibió ninguna formación e información específica para evitar riesgos de exposición ante el amianto y cree que la empresa ha actuado con negligencia y se siente maltratado por no haber recibido apoyo de la compañía.

Así lo ha indicado este trabajador, que se incorporó a Metro en 1976 y que ha desplegado durante muchos años esta labor de mantenimiento de las escaleras mecánicas, en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre presencia del amianto en el suburbano.

Por otra parte, ha relatado que todos los trabajadores de mantenimiento conocían que había elementos con amianto en estos dispositivos, en contrato en unas zapatas de frenos y en un elemento de los reposamanos, y que cuando manipulaban se desprendían fibras.

También ha explicado que no utilizaba ningún protocolo concreto ni equipos específicos para evitar riesgos de exposición.

Exresponsable de mantenimiento asegura que conoció que era nocivo en 1992

Además, ha comparecido ante la comisión de la Asamblea de Madrid Francisco Javier González Fernández, el que fuera director de Ingeniería, Mantenimiento e I+D de Material Móvil de Metro en 2003, quienha asegurado que en 1992 ya tuvo conocimiento de que el amianto era nocivo para la salud si se "disgregaba", por lo que se sustituyeron las zapatas de los frenos de vehículos que contenían ese material por otro sintético.

Además, ha comentado que no tenía conocimiento del informe de 2003 elaborado por el servicio de Prevención de Riesgos Laborales sobre la presencia de elementos con ese material y que su departamento procedió a "encapsular" la pieza conocida como 'apagachispas' en modelos 5000 y 2000, así como trenes clásicos, cuando los fabricantes comunicaron que había presencia de este mineral potencialmente cancerígeno.

Así lo ha trasladado el compareciente, que en diversas etapas de la década de los 90 fue también jefe de servicio de mantenimiento del suburbano, en su comparecencia durante la comisión de investigación sobre el amianto en Metro de Madrid.

El director de Ingeniería, Mantenimiento e I+D de Material Móvil e Instalaciones de Metro en el año 2003, Francisco Javier González comparece en la Asamblea de Madrid

El director de Ingeniería, Mantenimiento e I+D de Material Móvil e Instalaciones de Metro en el año 2003, Francisco Javier González. EFE/ Victor Lerena

Francisco Javier González ha explicado que en congresos internacionales en 1992 se comenzó a comentar que el amianto podía ser nocivo o peligroso para la salud si se "disgregaba" o friccionaba, especificando que eran comentarios en esos foros y no ninguna normativa específica.

Por ello y tras recomendación Autoridad Internacional del Transporte Público (UITP en siglas en inglés), se procedió a sustituir en esa época las zapatas de frenos que contenían amianto por otras de material sintético, pues por la propia función del aparato y su desgaste del elemento se atiende a esa recomendación dado que con la abrasión se desprendía polvo.

A su vez, tras conocer en 2003 que el apagachispas contenía amianto tras comunicarlo el fabricante, se procede a "encapsular" con un barniz específico para evitar que se desprendiera fibras, algo que aporta seguridad pues solo se puede desprender esos elementos si se taladra o fractura la pieza.

El propio personal de Metro encapsuló el dispositivo apagachispas

También ha comentado que, según recuerda, esas tareas las hizo el propio personal de Metro de Madrid y que no se recurrió a una empresa externa, tras preguntarle el diputado del PSOE Daniel Viondi si se había recurrido para estos trabajos a una empresa certificada en la manipulación de amianto.

El exresponsable de talleres y mantenimiento de material móvil de Metro, que dejó su puesto en la compañía en 2009, ha explicado que el encapsulado del dispositivo apagachispas evita riesgos de exposición y que los técnicos tomaron en 2003 estas medidas, tras los grupos de trabajo constituidos en el suburbano para abordar la situación del amianto.

A su vez, ha explicado a los diputados que ve "muy difícil" que con el encapsulado puedan salir fibras. "Si no se manipula, si no se rasca o taladra, no se desprende", ha apuntado para señalar que si hay buen mantenimiento de ese revestimiento no tiene que haber problemas. A la pregunta de si se encargaba su departamento de dicho mantenimiento del encofrado, ha dicho que no y apuntar a que esa labor correspondería al servicio de Prevención de Riesgos Laborales. "En 2003 quedó cofinado el problema del apagachispas", ha insistido.