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El Tribunal Constitucional de Portugal anula varios puntos de la ley de vientres de alquiler

  • Considera que violan algunos principios y derechos constitucionales
  • No tendrá efecto sobre los procesos de gestación subrogada ya autorizados

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El TC considera que determinados puntos de la ley violan los principios y derechos constitucionales
El TC considera que determinados puntos de la ley violan los principios y derechos constitucionales

El Tribunal Constitucional (TC) de Portugal ha decidido este miércoles anular varios puntos de la norma que legaliza el uso de vientres de alquiler a las mujeres estérilesen vigor desde agosto de 2017, al considerar que violan principios y derechos constitucionales.

El TC ha explicado en un comunicado que, aunque la ley en sí misma "no viola la dignidad de la gestante ni del bebé nacido en consecuencia del procedimiento, ni el deber del Estado de protección de la infancia", hay puntos que violan "principios y derechos fundamentales consagrados en la Constitución".

A pesar de esta anulación, los jueces del tribunal decidieron que no tendrá efecto sobre los procesos de gestación subrogada ya autorizados por el Consejo Nacional de Procreación Médicamente Asistida.

El pasado 13 de abril, este organismo informó de que ya había autorizado dos casos y que había otros siete pendientes.

No existe la posibilidad de que la gestante se arrepienta

Entre los puntos censurados, el TC ha criticado que no exista la posibilidad de que la gestante se arrepienta, lo que impide "el ejercicio pleno de su derecho fundamental al desarrollo de la personalidad".

También ha apuntado a la "excesiva indeterminación" de la ley en los límites que se imponen a las partes del contrato, lo que en la práctica supone que se pueden realizar negociaciones sobre las condiciones del embarazo que podrían ser excesivas.

La norma tampoco determina con claridad de quién sería el bebé en el caso de que el contrato de gestación subrogada fuese considerado nulo por algún motivo.

El anonimato de los donantes de óvulos o espermatozoides y de la gestante para el futuro bebé también fue censurado por el TC, que ha considerado que impone "una restricción innecesaria a los derechos de identidad personal y al desarrollo de la personalidad" de las personas nacidas por gestación subrogada.

En vigor desde agosto de 2017

Tras su entrada en vigor, la ley fue remitida al TC por los partidos conservadores lusos, el PSD (centro-derecha) y el democristiano CDS.

La norma permitía el acceso a los vientres de alquiler a las mujeres con problemas de fertilidad que hayan nacido sin útero o tengan alguna lesión que les impida quedarse embarazadas y limitaba al "mínimo indispensable" el contacto del futuro bebé con la madre gestante, que no podría recibir ningún pago.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, vetó en un primer momento la norma y acabó promulgando una segunda versión aprobada por el Parlamento que subsanaba los fallos apuntados por el jefe del Estado.