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Neandertales y humanos modernos coexistieron menos de 1.000 años en la región Cantábrica

  • Este "breve" tiempo reduce las posibilidades de interacción entre ambos grupos
  • Reforzaría la existencia de una causa de extinción neandertal intrínseca
  • Es la conclusión de un estudio basado en fechas de radiocarbono de 13 yacimientos

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Recreación de un campamento de verano neandertal
Recreación de un campamento de verano neandertal

Neandertales y Homo sapiens coexistieron menos de 1.000 años en la región Cantábrica, según concluye un estudio basado en fechas de radiocarbono de 13 yacimientos regionales desarrollado por investigadores del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), en colaboración con entidades nacionales e internacionales.

Esta coexistencia de menos de 1.000 años en la zona Cantábrica reduce significativamente las posibilidades de interacción entre ambos grupos y reforzaría la existencia de una causa de extinción intrínseca. Por otro lado, el progresivo avance este-oeste del Gravetiense apuntaría más hacia un origen continental e intrusivo que hacia una evolución cultural surgida dentro de la propia región.

"La extinción de los neandertales es un hecho constatado en el registro fósil", ha explicado la responsable del Laboratorio de Bioarqueología de la UC, Ana Belén Marín, que ha recordado que los neandertales vivieron en Eurasia (zona geográfica que comprende Europa y Asia unidas) entre hace unos 250.000 y 39.000 años antes del presente.

Según ha señalado la investigadora, los avances metodológicos en los sistemas de datación proporcionan una mejor comprensión del momento exacto del reemplazo de unas poblaciones por otras, lo que es relevante para identificar las causas que lo motivaron. "Hoy sabemos que este reemplazo no fue un evento único en todo el continente, sino que tuvo lugar en diferentes momentos en diferentes regiones. Por lo tanto, las condiciones locales pudieron haber jugado un papel esencial en la extinción de los neandertales", ha advertido.

La región Cantábrica es una de las zonas europeas con mayor registro arqueológico asociado a las ultimas poblaciones neandertales y primeras de humanos modernos, aunque la mayoría de ellas no están fechadas adecuadamente, según Marín, lo que dificultaba las posibilidades de interpretación.

La región Cantábrica es una de las zonas europeas con mayor registro arqueológico asociado a las ultimas poblaciones neandertales y primeras de humanos modernos.

En la investigación llevada a cabo se han realizado 51 dataciones procedentes de 13 yacimientos arqueológicos con ocupaciones Neandertales y de primeros humanos modernos.  Se dataron huesos de animales con marcas de consumo que indicaban una vinculación directa con ambas especies humanas.

Las fechas obtenidas se integraron en un modelo bayesiano que ha permitido precisar el momento exacto de la transición entre neandertales y Homo sapiens en la zona norte de España.  Así, el Musteriense (complejo tecno-cultural de los Neandertales) terminó entre hace 48.000-45.000 años, mientras que el Chatelperroniense (complejo tecno-cultural de transición atribuida a los últimos neandertales del occidente europeo) duró entre 42.600-41.500 años. El Musteriense y Chatelperroniense no se solaparon, lo que indica que este último podría ser intrusivo en la región.

Auriñaciense, Chatelperroniense y Gravetiense

La nueva cronología también sugiere que el Auriñaciense (complejo tecno-cultural de los primeros humanos modernos) aparece entre 43.300-40.500 años, solapándose con el Chatelperroniense, y terminó alrededor de 34.600-33.000 años en la zona occidental, después de que el Gravetiense (complejo tecno-cultural posterior al Auriñaciense) se hubiera establecido en la parte oriental.

El estudio que ha recogido estas conclusiones, Chronological reassessment of the Middle to Upper Paleolithic transition and Early Upper Paleolithic cultures in Cantabrian Spain, firmado por Ana B. Marín-Arroyo, Joseba Rios-Garaizar, Lawrence G. Straus, Jennifer R. Jones, Marco de la Rasilla, Manuel R. González Morales, Michael Richards, Jesús Altuna, Koro Mariezkurrena, y David Ocio, se ha realizado en colaboración con diversas instituciones.

Se trata de centros nacionales como el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), Universidad de Oviedo, Centro de conservación de Materiales Arqueológicos de Guipúzcoa; e internacionales como la Universidad de Nuevo México (EEUU), Simon Fraser (Canadá) e Imperial College y Universidad de Cambridge (Reino Unido).

La Comisión Europea (programa FP7), Ministerio de Economía y Competitividad, Universidad de Cantabria y Cantabria Campus Internacional proporcionaron financiación para llevar a cabo esta investigación.