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Ron Perlman, el icono del cine independiente que desafía a Trump

  • El actor estadounidense presenta en Málaga Sergio & Sergei
  • Un canto a la fraternidad ambientada en Cuba tras la caída del bloque soviético
  • "Los grandes estudios han renunciado a honrar al cine como forma de arte", dice

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Ron Perlman en la ceremonia de entrega del premio Málaga-Sur a Guillermo del Toro.
Ron Perlman en la ceremonia de entrega del premio Málaga-Sur a Guillermo del Toro.

Con un físico tan categórico, Ron Perlman (Nueva York, 1950) no podía hacer otra cosa que brillar. Debutó nada menos que interpretando a un homínido de hace 80.000 años en En busca del fuego (1985). Y tras rodar con autores como Jean-Jacques Annaud, Jean Pierre Jeunet o Guillermo del Toro, e infinitos papeles secundarios, la televisión e internet le han encumbrado como protagonistas de series como Sons of anarchy o Hands of God.

¿El motivo? “Pura suerte. No ha tenido nada que ven conmigo. Soy consciente de que tengo una carrera para sentirse orgulloso, pero no podría haberla diseñado jamás”, reconoce en una entrevista para RTVE.es.

Lo que sí está diseñando es su presente. En Málaga presenta Sergio & Sergei, una coproducción dirigida por el cubando Ernesto Daranas, que se estrena el 20 de abril en España. Ambientada en1991, en pleno derrumbe del bloque comunista, es un canto a la fraternidad en la que un radioaficionado cubano contacta con un cosmonauta soviético y un periodista estadounidense.

¿Es Sergio & Sergei un llamamiento a romper dinámicas de confrontación? “Estamos divididos, pero parecemos más divididos de lo que realmente estamos. Es una vergüenza que nuestros líderes exploten eso. La gente, de donde sea, encuentra el modo de quererse, pero nuestros líderes nos quieren comiéndonos entre nosotro porque les sirve a algún tipo de propósito diabólico".

Perlman es un activista antiTrump en Twitter, donde muestra constante preocupación por la deriva de su administración. “Me preocupa mucho. Le gente se ha asustado, ha desatado sus miedos y ha buscado lo que cree que le arropa. Pero no se han dado cuenta de que es la elección más peligrosa que podrían haber hecho. Porque si amas la democracia, la libertad y los derechos humanos, y a tu compañero más allá de ideología, piel o religión, entonces tienes que estar en contra de esta gente. Son salvajes. Monstruos”.

Dice que rodar en Cuba ha sido una revelación. “Como un sueño. Muchos cubanos están entre mi gente preferida del planeta. No llevan reloj de pulsera y no tienen sentido del tiempo o espacio. Solo tienen corazón. Mi país, de acuerdo con lo que cree que es conveniente, ayuda a mantenerles hambrientos y miserables, pero uno ve un pueblo alegre, orgulloso, brillante y bien educado. La ideología será temporal, pero el espíritu cubano es eterno”.

Define en cine independiente como su religión. ¿Son buenos tiempos para su credo? “No, solo quedamos uno pocos. La economía ahora no es propicia, lo cual es una razón más grande pera perseverar. Porque es una realidad temporal que palidece en comparación con la naturaleza del cine como forma de arte. Nunca podrá morir. Estoy en una posición para solo hacer lo que amo. No me importa el dinero. Los grandes estudios han abdicado en su deseo de honrar el cine como forma de arte”.

¿Y no están las plataformas substituyendo a los estudios? “Momentáneamente. Netflix y Amazon han encontrado un agujero y reconocimiento. Pero pronto solo querrán hacer películas grandes y comunes. La televisión es ahora el único lugar para hacer cosas series y originales y ser pagado. Lo puedes hacer en cine, pero no te van a pagar”, lamenta.

Para honrar al cine (y a Cuba) afirma que producirá y protagonizará una cinta sobre Hemingway en Cuba. “Ya tengo el pelo blanco y puedo engordar”, dice entre risas. “Será una película cubana, no una película americana explotando trabajadores cubanos”.

Por último, su visita a Málaga le ha brindado el reencuentro con su gran amigo Guillermo del Toro, con el que rodó Cronos en 1993 y con que ha repetido en cinco ocasiones, entre ellas la saga Hellboy. “Cronos era una cinta mexicana de un completo desconocido que tenía algo a lo que no se podía decir no. Fue ver el nacimiento de un cabrón tan importante como Kurosawa. Para mí era mi primera película independiente. Por eso somos como hermanos”.