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Los Veintisiete respaldan los avances en la negociación del 'Brexit' con una mención específica a la situación de Gibraltar

  • Remarcan que la transición se aplicará al Peñón sólo si Madrid y Londres pactan las condiciones
  • El capítulo de la frontera irlandesa también debe terminar de cerrarse
  • Señalan sus primeras líneas rojas para negociar el acuerdo comercial posterior

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La primera ministra británica, Theresa May, a su salida de la cumbre de Bruselas
El compromiso por escrito de May sobre la frontera irlandesa permite pasar a la siguiente fase de negociación.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han respaldado este viernes los progresos en la negociación sobre las condiciones de retirada de Reino Unido del bloque y han dado luz verde "en principio" a un periodo de transición de 21 meses, hasta diciembre de 2020, para dar tiempo a empresas y ciudadanos a adaptarse al Brexit. A petición de España, esas las conclusiones del Consejo Europeo destacan que Gibraltar sólo se beneficiará de esa transición si existe un acuerdo previo y específico para el Peñón entre España y Reino Unido.

Además, los líderes de los 27 países que integrarán la UE tras la salida británica han adoptado las primeras orientaciones, incluidas sus líneas rojas, para negociar el marco de su futura relación.

Los Veintisiete han dado la "bienvenida" al acuerdo alcanzado el lunes pasado por el jefe negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, y el ministro británico para la salida de la UE, David Davis, sobre la mayor parte del texto jurídico del Acuerdo de Retirada que cubren los derechos de los ciudadanos, la factura que debe abonar Londres y el período de transición.

"Mensaje muy claro" sobre Gibraltar

Después de que el ministro británico para el Brexit, David Davis, defendiera ese mismo lunes que Gibraltar se beneficiaría del periodo de transición -durante el que Reino Unido seguirá dentro del Mercado Interior y la Unión Aduanera-, el Gobierno español ha reclamado enviar un "mensaje muy claro" a Londres para remarcar que eso solo será posible con un acuerdo previo entre ambos países.

Así, en el texto de conclusiones se incluye una mención específica a Gibraltar para reclamar "esfuerzos intensificados sobre las cuestiones de retirada pendientes, así como a las cuestiones relacionadas con la aplicación territorial del Acuerdo de Retirada, notablemente respecto a Gibraltar".

Además, han reiterado que "nada está acordado hasta que todo esté acordado", una fórmula que ha contentado a la delegación española, según una fuente próxima al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que abordó esta cuestión con el presidente, Mariano Rajoy, el pasado viernes en Madrid.

Asimismo, mantiene que siguen siendo de "plena" aplicación las directrices previamente pactadas por los líderes europeos en abril y diciembre de 2017, que dejan claro que Gibraltar sale de la Unión Europea cuando salga Reino Unido y que, "después de que Reino Unido abandone la Unión Europea, ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin un acuerdo entre España y Reino Unido".

Durante el periodo de transición, Reino Unido seguirá obligado a cumplir todas las normas de la UE dado que seguirá en el Mercado Interior y la Unión Aduanera, pero saldrá de las instituciones y agencias y dejará de participar en la toma de decisiones y podrá negociar acuerdos con terceros, aunque esos sólo entrarán en vigor con el visto bueno de la parte europea.

El acuerdo comercial deberá impedir la competencia desleal

De cara al futuro acuerdo comercial, que sólo podrá concluirse después del Brexit, los Veintisiete han marcado como condición que deberá ser "un acuerdo de libre comercio equilibrado, ambicioso y amplio" con Reino Unido, siempre que haya "suficientes garantías" de que habrá reglas equitativas para impedir una competencia desleal por la rebaja de estándares fiscales, ambientales o normativos.

El pacto deberá basarse también en "un equilibrio entre derechos y obligaciones".

En esas líneas rojas aprobadas, los Veintisiete dejan claro que Reino Unido no tendrá "los mismos beneficios que la adhesión y no puede equivaler a la participación en el Mercado Único o partes del mismo", cuya integridad preservarán.

Esta condición deriva -explican las conclusiones- de que las líneas rojas fijadas a su vez por Londres (salir del Mercado Único y la Unión Aduanera) "limitan" el tipo de acuerdo posible, lo que tendrá "consecuencias económicas negativas, en particular, para Reino Unido".

"Las cuatro libertades son indivisibles y no puede haber picoteo a través de la participación en el Mercado Único en función de sectores", avisan en sus orientaciones.

La frontera entre Irlanda y el Úlster, con un pacto provisional

Los líderes también dejan claro que las negociaciones sólo podrán progresar a condición de que "todos" los compromisos previamente asumidos sean respetados "en su totalidad", y celebran "las garantías por escrito" que ha dado la primera ministra británica, Theresa May, sobre la frontera entre Irlanda y el Úlster, uno de los asuntos más espinosos que quedan abiertos para sellar un Acuerdo de Retirada ordenado.

La UE mantiene que su propuesta de crear "un área normativa común" en Irlanda para evitar la vuelta de una frontera dura por la salida de Reino Unido de la UE se aplicará cuando se consume el Brexit "a menos que y hasta que" Londres presente una alternativa viable mejor, según fuentes diplomáticas.

En concreto, los Veintisiete ofrecen un acuerdo de libre comercio sin aranceles ni topes de contingentes para todos los productos y servicios y el acceso recíproco para la pesca. Dejan claro que cualquier futuro acuerdo debe preservar "la estabilidad financiera de la Unión y respetar su régimen normativo y de supervisión", el acceso a los mercados de contratación pública e inversión, y disposiciones "ambiciosas" sobre el libre movimiento de personas "recíproco".

Acuerdos paralelos para transportes, seguridad y cooperación policial y judicial

En paralelo, defienden negociar un acuerdo de transporte aéreo para mantener el tráfico, continuar con la cooperación policial y judicial, en defensa y seguridad y un acuerdo de protección datos basado en la adecuación.

Los líderes europeos también exigen que la gobernanza del futuro acuerdo, incluido el mecanismo de resolución de disputas, tenga en cuenta el papel del Tribunal de justicia de la Unión Europea, cuya jurisdicción rechaza Londres.

Los jefes de Estado y de Gobierno están dispuestos a "reconsiderar" su oferta a Londres si cambia sus líneas rojas de salirse del Mercado Interior y de la Unión Aduanera tras el Brexit, algo que revisarán en la cumbre de junio.