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El laborista Corbyn quiere una unión aduanera con la UE tras un 'Brexit' suave

  • El líder izquierdista quiere evitar una frontera dura en Irlanda del Norte
  • Afirma que garantizará los derechos de los residentes comunitarios

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El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn
El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn.

El laborista británico Jeremy Corbyn apuesta por un Brexit suave, al confirmar que quiere una unión aduanera con la UE que beneficie el comercio y evite una frontera dura en Irlanda del Norte.

Después de meses de ambigüedad por parte del principal partido de la oposición británica, el líder izquierdista aclaró su posición antes de que empiecen las críticas negociaciones entre Londres y Bruselas sobre el periodo de transición, que duraría unos dos años tras la retirada británica en marzo de 2019.

La posición de Corbyn contrasta con la que defiende la primera ministra británica, Theresa May, a favor de abandonar el mercado único europeo y la unión aduanera para que el Reino Unido pueda negociar acuerdos comerciales con países fuera del bloque.

Al respaldar la unión aduanera, Corbyn abre un impredecible panorama político en el Reino Unido ante la posibilidad de que los laboristas se unan a los rebeldes conservadores -también a favor de un Brexit suave- para tumbar la estrategia del Gobierno en el Parlamento, lo que podría provocar la caída del débil ejecutivo de Theresa May y la convocatoria de elecciones anticipadas.

El laborismo buscará negociar una nueva y exhaustiva unión aduanera entre el Reino Unido y la UE para asegurar que no hay aranceles con Europa, y para evitar la necesidad de tener una frontera dura con Irlanda del Norte

"El laborismo buscará negociar una nueva y exhaustiva unión aduanera entre el Reino Unido y la UE para asegurar que no hay aranceles con Europa, y para evitar la necesidad de tener una frontera dura con Irlanda del Norte", afirmó Corbyn en un discurso pronunciado en Coventry, centro de Inglaterra.

Según explicó, el laborismo defenderá la permanencia británica en la unión aduanera durante el periodo de transición, tras el cual el Reino Unido debería tener una nueva con la UE, ya que el 44% de las exportaciones británicas van al mercado europeo.

Esta relación quiere asegurar -dijo- que "cumplimos con nuestro ambicioso programa económico" y se toman "los pasos esenciales para intervenir, mejorar y transformar nuestra economía y construir una economía" que "funcione para muchos, no para unos pocos".

Consciente de que muchos laboristas del norte de Inglaterra votaron por el Brexit en el referéndum de 2016, Crobyn alegó que su partido quiere un acuerdo que beneficie a todas las comunidades. "Muchas de las áreas que votaron por la retirada, son las mismas áreas perjudicadas por años de baja inversión", apuntó.

Una relación cercana y de cooperación

"Nos estamos marchando de la Unión Europea pero no de Europa (...) no estamos cerrando las fronteras y atrincherándonos. Queremos una relación cercana y de cooperación con toda Europa", insistió. En su discurso, el líder laborista acusó al gobierno de May de "no tener un plan económico ni un plan del Brexit" y aseguró que un gabinete laborista pondría fin a las divisiones en el Reino Unido.

Desde el Partido Conservador, el ministro para la salida del Reino Unido de la UE, David Davis, alertó de que el laborismo puede bloquear en el Parlamento cualquier acuerdo de libre comercio que el país pueda negociar con países no comunitarios.

Una y otra vez, Corbyn recalcó la importancia de no retornar a las fronteras físicas del pasado entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, a fin de defender el proceso de paz, del que este año se cumple el vigésimo aniversario. "Nadie tendría deseos de sacrificar el acuerdo del Viernes Santo, la base de 20 años de relativa paz, desarrollo y respeto por la diversidad en Irlanda del Norte", afirmó.

Garantizar los derechos de los residentes comunitarios

Al mismo tiempo, reiteró que el laborismo -si llegase al poder- garantizará inmediatamente los derechos de los miles de ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido. Reconoció que estos ciudadanos, desde el plebiscito de 2016, han vivido "un horror incierto" sobre su futuro porque el gobierno conservador se ha negado a garantizar ya sus derechos.

El domingo, el portavoz laborista del Brexit, Keir Starmer, había adelantado que su formación estaba a favor de negociar un nuevo acuerdo libre de aranceles con la UE para que las empresas del Reino Unido puedan tener acceso al mercado comunitario.

Los laboristas han definido su posición antes de que este viernes, la primera ministra británica pronuncie un discurso en el que espera aclarar la visión del gobierno conservador en las próximas negociaciones sobre el Brexit.

May, que acaba de consensuar con sus ministros la posición oficial, espera confirmar que Londres negociará la salida del Reino Unido del mercado único europeo y de la unión aduanera para alcanzar acuerdos comerciales con otros países, algo que no puede hacer en este momento por ser miembro aún de la UE. La premier se ha mostrado más a favor, no obstante, de firmar acuerdos con la UE para ciertas áreas económicas, como el motor.