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Guerra en Siria

Más de 500 muertos en la semana del bombardeo infernal sobre Guta Oriental

  • Los ataques sobre el feudo rebelde han dejado además más de 2.300 heridos
  • Diez hospitales han sido destruidos mientras escasean los medicamentos
  • Un vecino de Guta: "Quien no muere por los misiles, lo hace de hambre"

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La ofensiva contra Guta Oriental deja más de 500 muertos en una semana

Los intensos ataques aéreos, de artillería y con misiles han provocado al menos 510 muertos, entre ellos 127 menores, esta semana en la región siria de Guta Oriental, según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Este sábado, al menos 32 civiles, entre los que hay ocho niños y ocho mujeres, han perdido la vida en los bombardeos de aviones de guerra sobre las poblaciones de Duma, Harasta, Zamalka, Beit Saua y Al Shifunia, mientras prosiguen los ataques en las localidades de Otaya, Al Mashabiya, Hush al Dauahra y Kafr Batna.

Entre las muertes registradas en las últimas horas, al menos 12 se han producido en Duma, la mayor ciudad del bastión opositor a las afueras de Damasco, área controlada en un 30% por las facciones rebeldes, principalmente el Ejército del Islam y la Legión de la Misericordia, según el Observatorio.

Tras varios días de negociaciones ante el veto de Rusia, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado finalmente por unanimidad la propuesta de resolución para pedir una tregua en Siria y enviar ayuda humanitaria y sanitaria ante la escasez de recursos que está desolando a los cerca de 4.000 residentes de la zona.

El baño de sangre en Guta Oriental deja ya más de 400 muertos

Más de 2.300 heridos y escasez de recursos sanitarios

La ONG siria ha contabilizado más de 2.300 heridos en los últimos seis días en los ataques atribuidos a las aviaciones de guerra siria y rusa y la artillería del Ejército gubernamental.

La Defensa Civil Siria, que lleva a cabo labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno, ha indicado a través de Twitter que sus equipos están "trabajando incesantemente para evacuar a los civiles heridos, en medio de una gran destrucción causada por los ataques aéreos a áreas residenciales por parte de los aviones de Rusia y el régimen sirio en la ciudad de Duma hoy".

Los heridos sufren la escasez de suministros médicos por el bloqueo sobre Guta Oriental llevado a cabo por las fuerzas gubernamentales desde hace años. La situación de los servicios sanitarios se ha vuelto dramática: solo esta semana, diez centros médicos han quedado fuera de servicio o con sus capacidades reducidas tras ser blanco de ataques.

Según denuncia el Observatorio, solo hay un médico especialista en cirugía vascular y neuurocirugía y un ginecólogo, mientras que faltan muchas especialidades. Tampoco estan disponibles medicamentos básicos como antibióticos y compuestos antifebriles, así como material de primeros auxilios.

Las bombas siguen cayendo sobre el feudo opositor de Guta Oriental, en Siria

La escasez de alimentos cierra comercios y aboca al hambre

Además de la violencia, los habitantes de Guta son víctimas del hambre por la carestía de productos desde que el miércoles cerraran los comercios. A ello se une el incremento de los precios por la escasez de bienes básicos: el kilo de azúcar ha llegado a las 2.400 libras sirias (casi 5 euros), el trigo a 4.600 libras (2 euros), el arroz a 2.600 libras (4,4 euros) y la harina ha alcanzado las 3.000 libras (casi 5 euros), mientras que un litro de gasolina cuesta hasta 19 euros.

Quien no muere por los misiles, lo hace de hambre

Todo ello implica que muchos residentes dependan de las ayudas de las ONG y reciban solo una comida al día, aunque los civiles temen salir de sus hogares por el impacto de las bombas, misiles y proyectiles. Así, un vecino de Guta ha explicado al Observatorio el ejemplo del horror: "Quien no muere por los misiles, proyectiles y bombardeos del régimen o por los ataques rusos, lo hace de hambre".

Lo mismo denuncia la Sociedad Médica Siria Americana (SAMS, en sus siglas en inglés), que reparte comida a los residentes escondidos en refugios subterráneos. La organización calcula que puede haber 35.000 escondidos por la escalada de la violencia, por lo que los equipos "trabajan todo el día para atender a los heridos y no pueden dejar las instalaciones sanitarias debido al peligro y al flujo abrumador de pacientes".