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El actual presidente de Chipre gana la primera vuelta de las elecciones, según los primeros sondeos

  • En la segunda ronda el conservador Nikos Anastasiadis se medirá a Stavros Malás
  • Malás, candidato independiente, se ha presentado con el apoyo de los comunistas

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El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, a la salida del colegio electoral
El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, a la salida del colegio electoral.

El presidente de Chipre, ha ganado este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales con entre el 38% y el 42% de los votos, según las primeras encuestas a pie de urna.

En la segunda ronda -que tendrá lugar el próximo domingo- el conservador Anastasiadis se enfrentará a Stavros Malás, independiente que se presentaba con el apoyo de los comunistas, quien habría conseguido entre el 27% y el 31% del voto.

Se repite de esta forma lo ocurrido hace cinco años, cuando Anastasiadis se midió en la segunda ronda a Malás, a quien derrotó al lograr el 57,48%.

Como tercero de los nueve aspirantes que se presentaban a estos comicios, con entre el 21,5% y el 24,5%, habría quedado Nikolaos Papadópulos, líder del partido de centroderecha DIKO, quien acudió a estas elecciones respaldado además por el partido socialista, EDEK, el Movimiento de Ecologistas y como otras pequeñas formaciones.

Baja la participación respecto a 2013

La participación en estas elecciones ha sido menor que la de 2013 y, según el ministerio de Interior, una hora antes del cierre de los colegios, se situaba en el 66,2% frente al 77,6% a esa misma hora hace cinco años.

Unos 550.876 electores estaban convocados a las urnas para elegir al nuevo presidente de la República por un mandato de cinco años. Las elecciones presidenciales, las decimoterceras en la historia de Chipre, se celebran en un momento crítico en las conversaciones para la reunificación de la isla, tras el fracaso en verano pasado de las negociaciones.

Al mismo tiempo, eran las primeras elecciones tras la crisis económica que hace cinco años llevó a la imposición del primer corralito en un país de la zona euro, una quita para los depósitos superiores a los 100.000 euros y la firma de un rescate de las finanzas de la isla.