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El cómic como espacio de pensamiento y expresión cultural

  • La catedrática Ana Merino publica Diez ensayos para pensar el cómic
  • Un libro que destaca el papel del cómic en la educación y la sociedad actuales

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Fragmento de la portada dePortada de 'Diez ensayos para pensar el cómic'
Fragmento de la portada dePortada de 'Diez ensayos para pensar el cómic'

El cómic cada vez está más presente en colegios y universidades reivindicando su importante papel en la educación. Ya os hemos hablado de Grafikalismos, la colección de ensayos sobre el cómic de la Universidad de León y Eolas ediciones que se inició con Bernie Wrightson: La expresión del Horror, de Yexus (Santander, 1962), e Imágenes de la enfermedad en el cómic actual, de Inés González Cabeza (León, 1993). A los que ahora se une Diez ensayos para pensar el cómic, de la Caterática del departamento de español y portugués de la Universidad de Iowa, Ana Merino. Diez ensayos que, según su autora: " Reivindican el cómic como espacio de pensamiento y expresión cultural y ofrecen propuestas analíticas que sirven para entender las posibilidades teóricas del cómic".

Pero... ¿Cuáles son exactamente estos ensayos? "El libro comienza -asgura Ana- con un estudio de los cómics del indio Patoruzú y lo que significaron en la cultura argentina del siglo XX. Recorre el espacio de los tebeos durante el franquismo, y se detiene a analizar el impacto de algunos personajes malvados como Doña Urraca y Don Berrinche. También analiza los cómics de Paracuellos de Carlos Giménez".

"Por otra parte -continúa Ana- hay un ensayo dedicado al estudio de las influencias estadounidenses en los autores españoles, y otro que reivindica a Max y a Miguelanxo Prado como los pioneros de la novela gráfica en España. Además, ofrezco un modelo de lectura intertextual del personaje de Bardín de Max, y analizo las voces de las grandes autoras del underground y post-underground americano y cómo construyeron su territorialidad expresiva. Los tres últimos ensayos se centran en el pulso latino de la vertiente alternativa estadounidense analizando varios aspectos de la obra de Gilbert y Jaime Hernández".

Doña Urraca
Doña Urraca

Doña Urraca

Del TBO a la actualidad

Ana destaca la importancia del TBO y cómics similares en nuestra educación: "Los tebeos fueron un poso educativo fundamental que ha marcado la mirada de varias generaciones. En el ejercicio de la lectura se modula una forma serena de abstraerse y observar. Los jóvenes que no leen tebeos se pierden una oportunidad muy estimulante que implica un esfuerzo activo de concentración".

"Los tebeos -continúa la catedrtica- también sirvieron para socializar y para desarrollar el humor. Ahora los jóvenes dependen demasiado de los aparatos tecnológicos y del consumo del entretenimiento visual pasivo y se pierden la frescura de unos personajes que narraban el mundo desde otros parámetros más cercanos".

Y es que Ana piensa que los cómics reflejan la realidad de su época y nos pueden ayudar a reflexionar sobre nosotros mismos: "Sí, -asegura-, los cómics son parte de los tiempos sobre los que reflexionan. En la actualidad, muchos creadores han incorporado reflexiones muy complejas a sus trabajos. El espacio narrativo de los cómics reivindica un espacio necesario de pensamiento compartido. Pero esto ya lo vemos desde los tiempos de Carlos Giménez con sus primeras páginas de Paracuellos en los años setenta. Se podría reivindicar como el primer cómic que trabaja el tema de la memoria histórica testimonial. Por otra parte, la realidad latina es un capítulo fundamental de la realidad estadounidense de la que los cómics de Jaime y Gilbert Hernández han hablado con total naturalidad".

Viñetas de 'Paracuellos', de Carlos Giménez
Viñetas de 'Paracuellos', de Carlos Giménez

Viñetas de 'Paracuellos', de Carlos Giménez

Max y Miguelanxo Prado

Ana también reivindica a Max y Miguelanxo Prado como los pioneros de la novela gráfica española: "Ellos fueron los visionarios que siguieron modelos narrativos complejos de largo aliento con intención de expresividad literaria. Fueron conscientes del peso creativo y la responsabilidad intelectual que tenían como creadores que abrían el espacio del cómic para adultos en España. No se conformaron con entretenernos con las ficciones de sus cómics, quisieron que pensáramos".

Además, Ana Merino asegura que, en cuanto a transmitir ideas: "El cómic tiene la misma capacidad que cualquier otro artefacto cultural. Son parte de la expresividad creativa de la sociedad a la que pertenecen y tienen muchos públicos y niveles de lectura. Trasmiten de todo: imaginarios colectivos, estereotipos, tramas existenciales, ficciones literarias, valores sociales, discursos humanistas universales… depende del autor o autores y su pericia creativa".

Fragmento de una ilustración de 'Bardín, el superrealista', de Max

Fragmento de una ilustración de 'Bardín, el superrealista', de Max

Cómic vanguardista y revolucionario

Además de su labor como catedrática, Ana ha publicado nuevo poemarios, cuatro obras de teatro, novelas, cuentos y ensayos sobre el cómic. Por eso sabe de lo que habla cuando afirma que: "Los cómics, como las novelas, o las películas representan las problemáticas de su tiempo. Una sociedad con prejuicios tendrá expresividades prejuiciosas, pero también habrá obras que se rebelan y reformulan los defectos creando discursos vanguardistas y revolucionarios".

"Es cierto -añade- que ha habido una producción de cómic conformista y llena de estereotipos, al igual que la sociedad en la que se insertaban, pero los cómics que me interesan son los que me ayudan a pensar y analizar las contradicciones de su época. Unos se dejan llevar por la sociedad y reproducen estereotipos, otros van a contrapelo".

'Maus', de Art Spiegelman
'Maus', de Art Spiegelman

'Maus', de Art Spiegelman

El cómic femenino

Como nos contaba Ana, uno de los 10 ensayos del libro está dedicado a las grandes autoras del underground y post-underground americano. "El cómic femenino ha existido desde siempre -asegura Ana-. Ha habido revistas femeninas donde autoras excelentes quedaron olvidadas. Las mujeres que supieron entender y disfrutar del universo de los tebeos no lo tuvieron nada fácil durante el siglo veinte. Eso lo sabía bien el ya tristemente desaparecido catedrático Juan Antonio Ramírez, uno de los grandes pioneros de los estudios académicos dedicados a los tebeos en España. Su libro de 1975 titulado El ‘cómic’ femenino en España profundizó en las autoras, los personajes, e historietas que se fueron produciendo, y su consolidación a partir de la década de los cuarenta".

"Con el siglo veintiuno -continúa Ana- ha habido una concienciación y un esfuerzo común por recuperar la memoria y el rastro de las autoras de cómic. El Colectivo de Autoras de Cómic (AC) surge en 2013 para luchar por la igualdad real y efectiva en el espacio de la historieta en España. Este colectivo hace una labor fundamental ya que revisita y estudia el pasado de la historieta para recuperar y visibilizar a las autoras que quedaron fuera del discurso masculino hegemónico de su tiempo. Abren el canon y educan a los lectores en una genealogía más rica y completa donde las autoras participan, y son justamente reivindicadas como parte clave de su historia. De este modo crean el Premio Honorífico del Colectivo AC como una forma de consolidar y divulgar estas grandes figuras femeninas españolas que fueron marcando una época".

"Ahora -concluye Ana- las editoriales son conscientes del peso de las lectoras y tratan de esforzarse y visibilizar todo tipo de autores, y eso ha permitido que los modelos de expresividad intimista que desarrollan algunas autoras germinen y tenga importante repercusión".

Portada de 'Joy Ride', de Carol Lay
Portada de 'Joy Ride', de Carol Lay

Portada de 'Joy Ride', de Carol Lay

El papel del cómic en la educación y la sociedad actual

En su labor de catedrática y profesora, Ana nos comenta que: "Llevo muchos años incluyendo el cómic en mis temarios. Imparto varios cursos dedicados exclusivamente a la producción Iberoamericana analizando los modelos culturales, gráficos y narrativos y su evolución expresiva e ideológica en diferentes países. He dirigido varias tesis doctorales centradas en el cómic y he participado en tribunales tanto en España como en Estados Unidos donde el cómic es el eje principal de análisis y reflexión. He tenido la suerte y el privilegio de ver toda la evolución y la consolidación de este campo de estudios a lo largo de las últimas dos décadas".

Por eso, nadie mejor que ella para decirnos qué papel debe jugar el cómic en la sociedad actual: "Pienso que los creadores con talento para los cómics tienen que ser reconocidos y poder profesionalizarse y vivir de su creatividad. El espacio de la imaginación gráfica tiene un potencial extraordinario y aporta discursos expresivos que refuerzan la cultura. La lectura es una parte fundamental de nuestra formación y los buenos cómics merece un espacio en todas las bibliotecas. Está comprobado que todas las sociedades con índices altos de lectura funcionan mejor y son más justas".

Portada de 'Diez ensayos para pensar el cómic'
Portada de 'Diez ensayos para pensar el cómic'

Portada de 'Diez ensayos para pensar el cómic'