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Francia | Accidente

Los fallecidos en el choque entre un autobús escolar y un tren en Francia suben a cinco

  • Es el peor accidente de un vehículo de transporte infantil en el país en 35 años
  • Las autoridades investigan las causas de una colisión que dejó "escenas de guerra"
  • El pueblo de Saint-Féliu-d'Avall, de donde eran los escolares, se sume en el luto

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Francia investiga las causas del accidente entre un tren y autobús escolar

La cifra de víctimas mortales por la colisión entre un autobús escolar y un tren ocurrida en el sur de Francia ha aumentado este viernes a cinco, mientras las autoridades investigan un accidente que dejó "auténticas escenas de guerra" y que ya es el más grave registrado en el país en 35 años.

“El balance [de víctimas] se ha ampliado. En este momento hay cinco fallecidos”, ha anunciado este viernes la Prefectura del departamento de Pirineos Orientales, donde tuvo lugar el siniestro: un tren regional que unía Perpiñán y Villefranche de Conflent embistió a un autobús escolar en un paso a nivel de la localidad de Millas, cerca de la frontera española.

En el autobús viajaban 23 personas, incluidos 22 estudiantes de un colegio de Millas, todos ellos de edades entre los 13 y los 17 años, y la conductora, de 48, que resultó herida de gravedad y todavía no ha sido interrogada.

La colisión también hirió a otra veintena de personas, algunas de las cuales siguen en estado grave, por lo que el número de fallecidos podría aumentar. En cualquier caso, el accidente es el más grave con un vehículo de transporte infantil implicado en Francia desde que en 1982 murieran 53 personas, 44 de ellas niños, que viajaban en un autobús junto a la localidad de Beune.

En busca de respuestas

Las autoridades francesas han abierto tres investigaciones -una judicial por "homicidios y heridas involuntarias", una administrativa y otra interna de la empresa pública de ferrocarriles- para esclarecer las causas de un choque que ha dejado, según los investigadores, "auténticas escenas de guerra".

De hecho, la identificación de las víctimas no se ha completado hasta bien entrada la madrugada del viernes, debido a la extrema violencia del choque, que partió en dos el autobús.

Los alumnos del colegio Christian Bourquin de Millas, al que asistían varios de los adolescentes fallecidos, llegan al centro acompañados de padres y gendarmes

Los alumnos del colegio Christian Bourquin de Millas, al que asistían varios de los adolescentes fallecidos, llegan al centro acompañados de padres y gendarmes. AFP

Todos los ocupantes del vehículo procedían de Saint-Féliu-d'Avall, un pueblo a pocos kilómetros de Millas desde el que se desplazaban cada día para asistir al colegio, y las familias ya han sido informadas tras completarse su identificación.

La Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses indicó este jueves que el tren circulaba a 80 kilómetros por hora, la velocidad normal en ese tramo, y que, "según los testigos, el paso a nivel funcionaba con normalidad", si bien remarcaba que "a expensas, evidentemente, de que sea confirmado por la investigación".

Un pueblo de luto

No se habla de eso, nadie comprende lo que ha pasado y le daremos vueltas hasta que lo sepamos

Mientras se buscan respuestas sobre qué causó el accidente, Saint-Féliu-d'Avall ha amanecido sumido en el luto por la catástrofe: "Estamos todos conmocionados, pasaban todos los días por aquí, son niños a los veíamos todos los días", explicaba a AFP Maria Baptiste, ama de casa. "No se habla de eso, nadie comprende lo que ha pasado y le daremos vueltas hasta que lo sepamos", divagaba Pierre Alvarez, panadero de la localidad.

El colegio donde estudiaban los adolescentes ha abierto este viernes para iniciar el proceso de duelo con los alumnos. "Es muy importante que los niños puedan hablar, que los profesores puedan hablar con ellos, porque lo que ha pasado necesita un sentimiento colectivo de apoyo", ha explicado el ministro de Educación Nacional, Jean-Michel Blanquer, que ha visitado el centro.

Para atender a familiares y allegados se ha formado una célula de atención psicológica compuesta por unas 60 personas. Lilou, alumna de quinto cuyo mejor amigo ha resultado herido leve en el accidente, se mostraba aún inconsolable, llorando en brazos de su madre.

"No tengo palabras, no sé qué decir, pienso en las familias, en todos esos niños, es demasiado duro", reconocía Sabrina Mesas, la madre de Lilou, también con la congoja pintada en la cara.