Enlaces accesibilidad

Los países musulmanes proclaman a Jerusalén como la capital de Palestina en un gesto de desafío a EE.UU.

  • Así se ha acordado en la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica
  • El borrador de la cumbre invita a "todos los países" a reconocer el Estado palestino
  • También considera que EE.UU. ha abandonado su papel como mediador para la paz
  • Abás dice que desconoce los Acuerdos de Oslo y pedirá el pleno ingreso en la ONU

Por
Manifestación en favor de Palestina ante el centro donde se celebra la cumbre de países musulmanes en Estambul
Manifestación en favor de Palestina ante el centro donde se celebra la cumbre de países musulmanes en Estambul

La cumbre de países musulmanes que se celebra este miércoles en Estambul ha proclamado este miércoles a Jerusalén Este como "la capital del Estado de Palestina", en un gesto de rechazo y desafío a la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, que también le ha valido a Washington dejar de ser considerado como un mediador imparcial para alcanzar la paz en Oriente Medio.

Así consta en la declaración de la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), integrada por 57 países de mayoría musulmana, que reza: "Declaramos Jerusalén Este como la capital del Estado de Palestina e invitamos a todos los países a reconocer al Estado de Palestina con Jerusalén Este como su capital ocupada".

La OCI incluye desde su fundación en 1969 a Palestina como miembro pleno, con su capital en Jerusalén. El documento suscrito este miércoles, presentado por "los reyes, jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la Organización para la Cooperación Islámica", presenta en 23 puntos la postura del mundo musulmán ante la decisión anunciada la semana pasada por el presidente estadounidense, Donald Trump, aunque no anuncia ninguna medida diplomática concreta.

De este modo, la OCI "rechaza y condena en los más fuertes términos" lo que llama una "decisión unilateral" de reconocer Jerusalén como capital de Israel, al que se refiere como "fuerza de ocupación". Los países musulmanes califican el anuncio de Washington de nulo y carente de legalidad y lo considera un ataque a los derechos del pueblo palestino y un "deliberado deterioro de todos los esfuerzos de paz".

Además, el texto alerta de que el reconocimiento implícito de la soberanía israelí sobre Jersualén este que supone llevar a la ciudad la embajada estadounidense dará ímpetu a los movimientos extremistas y supone una amenaza a la paz y la seguridad internacional.

Los participantes en la cumbre de la OCI posan para la foto oficial, con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el palestino, Mahmud Abás, en el centro

Los participantes en la cumbre de la OCI posan para la foto oficial, con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el palestino, Mahmud Abás, en el centro. AFP

Críticas contra Estados Unidos

El comunicado reafirma el compromiso con la solución de los Dos Estados, "con Jerusalén Este como capital de Palestina, acorde con las normas reconocidas internacionalmente y la Iniciativa de Paz Árabe de 2002", luego ratificada en la cumbre de la Liga Árabe celebrada en Riad en 2007.

Uno de los párrafos más severos atribuye a Estados Unidos "la plena responsabilidad de todas las consecuencias de su decisión ilegal" que considera "un anuncio del Gobierno estadounidense de que se retira de su rol como patrocinador de la paz". Además considera que Washington "anima así a Israel, potencia ocupante, a continuar sus políticas de colonialismo, asentamientos, apartheid y limpieza étnica que practica en los territorios palestinos ocupados desde 1967, y especialmente en Jerusalén".

La declaración final también pide a los miembros del organismo que impongan "restricciones políticas y económicas a los Estados, altos cargos, Parlamentos, empresas e individuos que reconozcan la anexión israelí de Jerusalén o colaboren con las medidas que intentan perpetuar la colonización israelí de los territorios palestinos ocupados". Además, insta a todos los miembros de la OCI incrementar su apoyo diplomático y sobre todo económico a Palestina y sus habitantes.

La cumbre ha servido, en última instancia, para trasladar el malestar del mundo islámico por la medida estadounidense, pese a la división existente entre los miembros de la OCI. En este contexto, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha erigido en el gran defensor de la causa palestina, frente a la relativa tibieza de los países árabes.

"El fuego prendido con la decisión de Jerusalén quemará la región y el mundo. No puede haber una paz regional y global si no se encuentra una solución a la cuestión de Palestina", ha advertido Erdogan en la apertura de la cumbre. "No podemos quedarnos mirando una situación de la que depende nuestro futuro. Esta decisión es también un golpe a nuestra civilización", ha señalado.

Trump anuncia que EE.UU. reconoce a Jerusalén como capital de Israel

Erdogan lidera el malestar del mundo islámico

El presidente turco ha vuelto a acusar a Israel de ser un Estado terrorista que maltrata a los palestinos y ha criticado que Washington "premie a un país como ese". "Estados Unidos se mantiene al lado de quienes hacen imposible la paz, no de aquellos que la desean. De esta forma, animan a los extremistas", ha remarcado.

No se contempla que el sesgado Estados Unidos sea uno de los mediadores entre Israel y Palestina, esa etapa ha terminado

Después, en rueda de prensa, ha cuestionado el papel de Washington como mediador imparcial: "El verdadero propietario de esas tierras es Palestina. Trump quiere que todo eso sea Israel. Es el producto del evangelismo y de una mentalidad sionista", ha cargado. "El destino de Jerusalén no pueda quedar en manos de un país que se anega de sangre, que expande sus fronteras matando salvajemente a ninñós civiles y mujeres", ha denunciado el líder turco.

"De ahora en adelante, no se contempla que el sesgado Estados Unidos sea uno de los mediadores entre Israel y Palestina, esa etapa ha terminado", ha señalado el líder turco durante su rueda de prensa. "Necesitamos debatir quien será el mediador a partir de ahora. Esto hay que llevarlo también ante la ONU", ha apostillado.

En este sentido, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, ha anunciado que solicitarán "ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidad" la pertenencia de pleno derecho de Palestina, que ahora mismo solo tiene estatus de observador, si bien no ha dado detalles sobre cómo llevará adelante ese paso.

Antes, Abás ya había señalado que, desde el punto de vista de los palestinos, ni los Acuerdos de Oslo ni cualquier otro acuerdo firmado posteriormente están ya en vigor como consecuencia de la decisión de Trump, por lo que ha insinuado que podría desatender los asuntos administrativos civiles, como los servicios de salud, y devolver toda la responsabilidad a Israel.

Abás y Erdogan se saludan durante la rueda de prensa que han ofr4ecido tras la cumbre de la OCI

Abás y Erdogan se saludan durante la rueda de prensa que han ofr4ecido tras la cumbre de la OCI. REUTERS

Desconocer los Acuerdos de Oslo

"La decisión sobre Jerusalén nos libera de todo acuerdo que hayamos firmado. Por ejemplo los Acuerdos de Oslo. Los firmamos, pero ahora ya no son vinculantes para nosotros", ha comentado Abás sobre el pacto de 1993, que estableció el reconocimiento internacional de la Autoridad Palestina como cuerpo administrativo en Cisjordania y Gaza, y pusó la base para la colaboración administrativa entre el Gobierno israelí y organismos palestinos en los territorios ocupados.

Nosotros no tenemos autoridad. ¿Por qué deberíamos responsabilizarnos? Ustedes son el Estado ocupante

"Nosotros no tenemos autoridad. ¿Por qué deberíamos responsabilizarnos? Ustedes son el Estado ocupante", ha recalcado el presidente palestino, que ha reiterado: "Ya no estamos comprometidos con ningún acuerdo, desde el de Oslo hasta hoy",

Abás ha insistido en la ilegalidad de la decisión estadounidense, que contradice las resoluciones al respecto a Naciones Unidas: "La decisión de transferir la embajada a Jerusalén es una clara violación de la ley internacional. Expresamos nuestro pleno rechazo de esta decisión, que ha llegado en un momento en el que pensamos que podríamos trabajar juntos para una paz amplia".

"Trump ha hecho lo contrario. Ha provocado a todo el mundo. Estados Unidos ha elegido perder su capacidad de mediador y se ha descalificado para participar en el proceso de paz. Ha mostrado su parcialidad", ha lamentado el dirigente palestino. "Estados Unidos ya no es mediador. Ya no es aceptable. Ya no queremos la mediación estadounidense", ha insistido.

"La decisión de Trump ofrece Jerusalén a Israel como regalo, algo unilateral, como si les regalara una ciudad estadounidense", ha denunciado. "La decisión reforzará a grupos extremistas para transformar un conflicto político en uno religioso. Que así sea. El mundo sufrirá las consecuencias y debe asumir la responsabilidad", ha avisado Abás.

Irán apela a la unidad islámica

Del resto de líderes presentes en la cumbre de Estambul, el presidente de Irán, Hassan Rohaní, ha pedido convertir el conflicto palestino nuevamente en la prioridad de todo el mundo islámico y superar cualquier diferencia interna "de forma pacífica y mediante el diálogo".

"Debemos unirnos. No debemos estar divididos a la hora de defender los derechos de los palestinos", ha pedido Rohaní, que ha presentado una propuesta de siete puntos, en la que pedía que todos los participantes en la cumbre condenaran "de forma tajante la decisión de Estados Unidos de reconocer Jerusalén como capital del régimen sionista" y que expresaran esta postura también "en sus comunicaciones con otros socios, como la Unión Europea".

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha participado en representación del Movimiento de Países No Alineados y ha manifestado que la decisión estadounidense viola los acuerdos de Naciones Unidas y "no tiene validación jurídica".

"Tales acciones desacatan las decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y solo aumentarán más las tensiones sobre el terreno", ha señalado el dirigente latinoamericano.