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Rusia veta un último intento de mantener viva la investigación química en Siria

  • Este jueves vetó una resolución de EE.UU. para prorrogar un año el mandato de los investigadores
  • Un día después hace lo mismo con una propuesta de Japón para extenderlo un mes

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El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, durante la sesión del Consejo de Seguridad del viernes 17 de noviembre de 2017.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, durante la sesión del Consejo de Seguridad del viernes 17 de noviembre de 2017.

Rusia ha vetado este viernes un último intento de mantener vivo a última hora el mecanismo internacional que desde 2015 investiga la responsabilidad de los ataques con armas químicas en Siria.

Tras vetar este jueves una resolución de EE.UU. para prorrogar un año el mandato de los investigadores, la delegación rusa ha vuelto a hacer lo mismo con una propuesta de Japón para extenderlo un mes y dar así más tiempo para un compromiso.

Moscú acusa de falta de parcialidad y profesionalidad a los investigadores, mientras que las potencias occidentales aseguran que todo responde a un intento ruso de proteger a sus aliados de Damasco.

"Las acciones de Rusia hoy y en las últimas semanas han estado diseñadas para retrasar, distraer y para impedir la rendición de cuentas por los ataques con armas químicas en Siria", ha dicho la embajadora estadounidense, Nikki Haley.

La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley. Brendan McDermid

El texto japonés recibió doce votos a favor, una abstención y dos votos en contra, de Bolivia y de Rusia.

La falta de acuerdo en el Consejo de Seguridad supone por ahora el fin del mecanismo conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), conocido por las siglas inglesas de JIM, y que se puso en marcha en 2015 con el apoyo de todas las potencias.

Los expertos han responsabilizado de ataques químicos tanto al régimen sirio como al Estado Islámico (EI) en varios informes, que en los últimos meses han sido muy criticados por Rusia.

El último, dado a conocer a finales de octubre, señaló a Damasco como responsable del ataque de abril pasado en la localidad de Jan Shijún, que dejó más de 80 muertos y llevó a EE.UU. a lanzar decenas de misiles contra la base del Ejército sirio desde la que, según Washington, se organizó la acción.

Rusia, mientras tanto, ha insistido en todo momento en que el régimen de Bachar al Asad no tuvo nada que ver y ha acusado al JIM de estar al servicio de Occidente y de la oposición siria.

El embajador ruso, Vasili Nebenzia, insistió hoy en que el mecanismo se ha descalificado con su "investigación ficticia" sobre Jan Shijún, y dijo que no aceptará una extensión del mecanismo a menos que "se rectifiquen sus defectos esenciales".

Tercer "no" en las últimas semanas a la prolongación del JIM

El jueves, Rusia había propuesto su propio texto para mantener el JIM, pero introduciendo cambios importantes en su mandato y ordenando un nuevo análisis sobre Jan Shijún, lo que fue rechazado por una clara mayoría del Consejo.

Pese a que varias delegaciones consideraban el voto de este viernes como la última oportunidad de preservar el JIM, algunos países han llamado a continuar con las conversaciones para tratar de lograr un acuerdo.

Imagen del momento de la votación. Brendan McDermid

Suecia, por ejemplo, ha solicitado discusiones a puerta cerrada esta misma noche para seguir explorando un posible compromiso.

"El voto de hoy es desastroso. No puede ser la última palabra", ha defendido, por su parte, el embajador francés, Francois Delattre, quien ha insistido en que su país "no se va a resignar" ni va a "tirar la toalla".

La de este viernes fue la undécima vez que Rusia utiliza su derecho de veto para frenar una acción del Consejo de Seguridad sobre la guerra en Siria y su tercer "no" en las últimas semanas a la prolongación del JIM.

La discusión en torno a esta investigación ha supuesto el enésimo choque en la ONU entre Rusia, de un lado, y EE.UU. y sus aliados, del otro, desde que comenzó la guerra siria, y un nuevo cruce de duras acusaciones.

La fractura se produce mientras se preparan nuevas conversaciones de paz sobre Siria y con Rusia, Turquía e Irán tratando de asumir más protagonismo para intentar poner fin a la guerra.