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Terrorismo | ETA

La Audiencia Nacional flexibiliza la condena de cuatro etarras acogidos a la vía Nanclares

  • Entre ellos, Rafael Caride Simón, uno de los autores del atentado de Hipercor
  • Todos ellos se encuentran en la fase final de sus condenas

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Rafael Caride Simón, "Lutxo", uno de los etarras acogidos a la vía Nanclares
Rafael Caride Simón, "Lutxo", uno de los etarras acogidos a la vía Nanclares, en una imagen del año 2000.

El juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha aceptado los recursos de cuatro presos de ETA acogidos a la denominada vía Nanclares y ha acordado medidas de flexibilización en la fase final de ejecución de sus respectivas condenas.

Los autos, todos ellos con informe favorable de la Fiscalía, son los referidos a Rafel Caride Simón, Aitor Bores, Jorge Uruñuela y Luis María Carrasco. De esta forma, el juez sólo tiene pendiente de resolver un último recurso del preso Ibon Etxezarreta, único pendiente de la vía Nanclares.

Castro ha concedido la libertad condicional a Jorge Uruñuela al haber cumplido las tres cuartas partes de su condena, haber declarado su rechazo y repudio de la violencia de ETA, además de estar pagando la responsabilidad civil impuesta y mostrar su disposición a colaborar con las autoridades en todo lo que sea requerido.

Uruñuela fue condenado en 2006 a 16 años por la quema de un concesionario de coches y un cajero en Barakaldo en el año 2000. En 2009 se desvinculó de la banda terrorista y un año después fue expulsado del colectivo de presos de ETA junto a otros cuatro reclusos, la mayoría vinculados a la vía Nanclares.

Uno de los autores de Hipercor

En los casos de Caride Simón, uno de los autores del atentado de Hipercor, y Aitor Bores, el magistrado aplica el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario que origina el régimen de flexibilidad y lo pone en relación con el artículo 86 del mismo Reglamento, por lo que será ahora la Junta de Tratamiento la que decida si se les debe imponer un pulsera para el control telemático o control presencial, según el perfil y circunstancias de los dos internos.

En sus autos, Castro argumenta el avanzado estado de cumplimiento de sus condenas, su buena conducta penitenciaria y que cuentan con apoyo familiar y con hábitos laborables consolidados. Además, recuerda que los internos has manifestado por escrito su renuncia, rechazo y arrepentimiento por los hechos por los que han sido condenados, evidenciando la desvinculación con la banda terrorista. Los dos tienen posibilidad de realizar actividades en el exterior.

La misma situación adopta el juez para Luis María Carrasco Aseguinolaza, salvo que el régimen de flexibilidad del 100.2 se relaciona con el 82, lo que supone que podrá salir los fines de semana sin perjuicio de que pueda equipararse a la situación de los anteriores, cuando constate una oferta laboral o de actividad en el exterior.

Sentimiento de culpa

Ramón Caride Simón fue condenado a 790 años por el atentado de Hipercor en 1987. En los últimos años ha mantenido encuentros con víctimas de este atentado, a los que expresó su sentimiento de culpa.

Aitor Bores, miembro liberado del 'comando Araba' de ETA, fue condenado a 73 años por cinco delitos de terrorismo en relación con la colocación de dos artefactos explosivos en una residencia militar de Araca (Vitoria) en 1997, entre otros delitos.

Mientras que Carrasco fue condenado a 47 años de cárcel por el asesinato en 2001 del director financiero del Diario Vasco Santiago Oleaga, se acogió en 2010 a la vía Nanclares y firmó una carta distanciándose de ETA y proclamando la necesidad de "reconocer y reparar" a las víctimas. Tanto él como Bores han participado en encuentros con víctimas que dieron origen al libro Los ojos del otro que recoge las experiencias de los encuentros entre víctimas de ETA y etarras acogidos a la vía Nanclares.