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Irak

Irak concluye la operación para arrebatar a los kurdos las zonas que controlaban en el norte

  • Los peshmerga se retiran de las provincias de Nínive, Diyala y Kirkuk
  • Los kurdos controlaban estas áreas desde 2014, cuando las liberaron del EI
  • El Gobierno de Bagdad ofrece a los kurdos diálogo "dentro de la Constitución"

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Soldados iraquíes entran en Kirkuk
Soldados iraquíes entran en Kirkuk

El Ejército iraquí, con ayuda de milicias chiíes, ha recuperado el control de todas las áreas del norte del país ocupadas por los peshmerga kurdos desde 2014. Así lo ha anunciado en un comunicado el mando conjunto, que da por completada la operación de "restablecimiento de la seguridad".

En 48 horas, el ejército y la milicia chií Muchedumbre Popular han tomado Kirkuk y sus pozos petrolíferos; Janakin y Yalula, en la provincia de Diyala; y varias zonas de la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul. Todas estas zonas estaban bajo control de las fuerzas kurdas desde 2014, cuando las liberó del Estado Islámico (EI) después de que el ejército iraquí huyera ante el avance yihadista.

Los peshmerga se han retirado sin plantar batalla, aunque al menos 10 soldados kurdos han muerto en refriegas desde el fin de semana.

La operación iraquí para expulsar a los kurdos de Nínive, Diyala y Kirkuk, se produce tras el referéndum de independencia celebrado en la Región Autónoma del Kurdistán y en las zonas bajo su control el pasado 25 de septiembre, y que no reconocen ni el Gobierno iraquí ni la comunidad internacional.

Miembros de las fuerzas de seguridad iraquí en un pozo petrolífero en Dibis, cerca de Kirkuk.

Miembros de las fuerzas de seguridad iraquí en un pozo petrolífero en Dibis, cerca de Kirkuk. REUTERS/Alaa Al-Marjani

Petición de diálogo

El presidente de Irak, Fuad Masud, pidió este lunes que el Gobierno de Bagdad y las autoridades de la región autónoma del Kurdistán regresen a un "diálogo urgente y honesto".

En una comparecencia televisada, Masud instó a las tropas gubernamentales a "no tocar los derechos ni la dignidad de los habitantes kurdos ni de ningún otro ciudadano" de Kirkuk, que tiene una población mixta de árabes, kurdos y turcomanos.

Por su parte, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, ha llamado al diálogo "bajo el paraguas de la Constitución". "No vamos a entrar en una guerra (...) y cualquier agresión contra cualquier ciudadano es una agresión contra nosotros", ha asegurado Al Abadi.