Enlaces accesibilidad

Guterres dice que la situación en Birmania es una "pesadilla humanitaria"

  • El secretario general Naciones Unidas ha exigido el cese inmediato de la violencia
  • EE.UU. acusa a Birmania de una campaña de limpieza étnica contra los rohinyás
  • Rusia y China defienden al Gobierno birmano y rechazan las medidas en la ONU

Por
El secretario general de la ONU, António Guterres, durante su discurso ante el Consejo de Seguridad el jueves 28 de septiembre de 2017.
El secretario general de la ONU, António Guterres, durante su discurso ante el Consejo de Seguridad el jueves 28 de septiembre de 2017.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado este jueves de "pesadilla humanitaria y de derechos humanos" la situación en el estado birmano de Rakáin y ha exigido el cese inmediato de la violencia.

Guterres ha vuelto a llamar a las autoridades a detener las operaciones militares, a permitir la entrada de ayuda humanitaria y a facilitar un retorno seguro para los refugiados que han huido a la vecina Bangladesh.

Ha asegurado que Naciones Unidas ha recibido testimonios que apuntan a "un uso excesivo de la violencia y a serias violaciones de los derechos humanos", con tiroteos indiscriminados, el uso de minas antipersona contra civiles y violencia sexual.

"Esto es inaceptable y debe terminarse inmediatamente", dijo Guterres en un discurso ante el Consejo de Seguridad.

El diplomático portugués ha exigido al Gobierno birmano respeto a sus obligaciones humanitarias y garantías para la seguridad de todas las comunidades.

Ha afirmado que, pese a que las autoridades aseguran que las operaciones armadas terminaron el 5 de septiembre, el desplazamiento masivo de población continúa.

Una mujer de la minoría rohinyá y su bebe sentada al lado de una carretera de Bangladesh. FRED DUFOUR

"Al menos 500.000 civiles han huido de sus casas y buscado refugio en Bangladesh", ha dicho Guterres, asegurando que se estima que el 94 % de los desplazados son miembros de la minoría musulmana rohinyá.

"Parece haber un muy preocupante patrón en la violencia y el consiguiente gran movimiento de un grupo étnico de sus casas", añadió.

Guterres insistió en la necesidad de hacer llegar asistencia a los afectados y criticó las trabas del Gobierno.

"Dadas las enormes necesidades, esta postura es muy lamentable. Debe permitirse a la ONU llegar a las áreas afectadas sin retraso", recalcó.

Asimismo, demandó que se permita el regreso seguro de los refugiados a sus hogares y que se ofrezca una solución de fondo a la situación de los rohinyás.

Las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía a este grupo, ya que les considera inmigrantes bengalíes, y les impone múltiples restricciones, incluida la privación de movimientos.

"No deberíamos sorprendernos si décadas de discriminación y dobles raseros en el trato a los rohinyás crean posibilidades de radicalización", advirtió Guterres.

EE.UU. acusa a Birmania de una campaña de limpieza étnica contra los rohinyás

Mientras, Estados Unidos ha acusado este viernes a las autoridades birmanas de llevar a cabo una "brutal campaña" de limpieza étnica contra los rohinyás.

"No podemos tener miedo a llamar las acciones de las autoridades birmanas lo que parecen ser: una brutal y sostenida campaña para limpiar el país de una minoría étnica", ha dicho la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.

La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley. Spencer Platt

La diplomática, en una reunión del Consejo de Seguridad, ha indicado que Naciones Unidas debe considerar acciones contra los implicados en los abusos y que todos los países deberían suspender sus ventas de armas a Birmania mientras no tome medidas para hacer justicia.

"El momento de las palabras bienintencionadas y diplomáticas en este Consejo ha pasado. Debemos considerar acciones contra las fuerzas de seguridad birmanas que están implicadas en abusos y alimentando el odio", ha defendido Haley.

"El Gobierno birmano dice que está combatiendo a terroristas. Si eso es cierto, que permitan el acceso de los medios y de los humanitarios para confirmarlo", ha señalado.

Rusia y China defienden al Gobierno birmano y rechazan las medidas en la ONU

Por su parte, Rusia y China han defendido los esfuerzos del Gobierno birmano para poner fin a la crisis en el estado de Rakáin y han rechazado los llamamientos de Estados Unidos a tomar medidas contra el país.

China, que mantiene buenas relaciones con su vecino, ha subrayado que confía en el trabajo de las autoridades para solucionar la crisis y ha pedido "paciencia" y "apoyo".

"Sabemos los esfuerzos que el Gobierno de Birmania está haciendo", ha dicho por su parte el embajador ruso, Vasili Nebenzia, quien ha insistido en que los ataques de insurgentes rohinyá están en el origen del conflicto.

Nebenzia ha señalado que la información que llega de Rakáin no es clara y ha dicho que algunos episodios violentos de los que se acusa al Gobierno son cometidos por "terroristas" y no por las autoridades,  por lo que hizo un llamamiento a la "objetividad".

"Tenemos que ser muy cuidadosos cuando usamos conceptos como genocidio y limpieza étnica", ha advertido el representante ruso.