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La Comisión pretende que las grandes empresas de internet paguen una cuota justa de impuestos

  • Propone un impuesto compensatorio sobre los ingresos "sin gravar"
  • También imponer una tasa a las transacciones digitales o a la publicidad

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El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

La Comisión Europea (CE) ha presentado una propuesta para que las grandes empresas de internet paguen una cuota justa de impuestos. Se baraja crear impuestos sobre la facturación, los ingresos por publicidad o las transacciones digitales de compañías como Google, Facebook, Amazon o Apple.

Bruselas quiere acabar con las disparidades que hacen que las empresas tradicionales paguen de media un 20,9% de impuesto de sociedades, mientras que las digitales abonan un 8,5% "y a veces mucho menos", indica la CE en un comunicado.

Ante la dificultad de alcanzar una solución definitiva en el corto plazo y bajo la presión creciente de los países, el Ejecutivo comunitario ha abierto la puerta a opciones "más inmediatas, complementarias y a corto plazo". Entre ellas, contempla crear un "impuesto compensatorio" sobre los ingresos "sin gravar o insuficientemente gravados" que se generen por la actividad en internet, que se abonaría dentro del impuesto de sociedades o como una tasa separada.

Esta idea fue propuesta por Francia, principal impulsora de la ofensiva frente a los gigantes de internet, y tiene el apoyo explícito de España, Italia, Alemania, Austria, Bulgaria, Grecia, Portugal, Rumanía y Eslovenia.

Tasar la publicidad, las transacciones o los ingresos

Otra posibilidad sería una retención a cuenta sobre las transacciones digitales, es decir, sobre "ciertos pagos hechos a proveedores de bienes y servicios en línea no residentes (en el país donde está establecida la empresa)".

Por último, se contempla una tasa sobre los ingresos generados al proveer servicios digitales o por actividades de publicidad, que se aplicaría a las transacciones que se hagan a distancia con consumidores de países en los que la entidad, sin residir en ellos, tenga una "presencia económica significativa".

Bruselas subrayó que las tres opciones aún deben ser evaluadas para garantizar que cumplen las leyes internacionales y respetan los acuerdos comerciales.

A largo plazo, la Comisión cree que la solución debe pasar por cambiar el concepto de establecimiento permanente de las empresas, para que no se base solo en su presencia física como ocurre hoy, sino que tenga en cuenta dónde se crea valor.

Una base fiscal común

Bruselas propone que esto se enmarque dentro de la propuesta para crear una Base Común Consolidada del Impuesto de Sociedades que negocian ya los países. Esta busca homogeneizar criterios para fijar cuánto deben pagar las empresas, digitales o no, con beneficios superiores a 750 millones de euros y conseguir que la recaudación vaya al país donde se generan.

La Comisión espera ahora indicaciones de los países sobre qué línea seguir para intentar llegar a una posición común en diciembre y hacer una propuesta definitiva en la primavera de 2018.

A largo plazo, el objetivo del Ejecutivo comunitario es encontrar una solución global, en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el G20, que modifique cómo se calcula, dónde y cuánto pagan en impuesto de sociedades estas empresas, para adaptarlo a los modelos de negocio digitales. Bruselas ha advertido de que si no se consiguen progresos en los foros internacionales, la UE tomará medidas por su cuenta.