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Una española en México: "Solo quería correr, temblaba todo"

  • Varios testigos del terremoto de magnitud 7,1 destacan "el pánico y el caos"
  • Afirman que los mexicanos están acostumbrados y resaltan su solidaridad
  • Otros lo describen como "muy violento y muy largo"

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Los españoles que viven en México: "El sentimiento era que la tierra se iba a abrir"

Los mexicanos y españoles que han presenciado el terremoto de intensidad 7,1 que ha causado más de un centenar de víctimas en México, destacan el "caos y pánico" en los momentos inmediatos al temblor.

A pesar del "impresionante" seísmo, todos coinciden en que ha reinado la calma entre los ciudadanos y destacan la solidaridad de un país, desgraciadamente, acostumbrado a este tipo de eventos.

"Temblaba todo, se movía todo"

Ha sido tremendo e impresionante", explica a TVE el español Javier Sánchez Letona, que se encontraba en el distrito de Polanco, una zona donde no ha habido derrumbamientos. Javier ha sentido cómo "el suelo vibraba" en su casa y ha tenido que salir corriendo.

"Llevo apenas un mes y medio y he vivido un huracán y dos terremotos", ha explicado, mientras describe que las autoridades estaban acordonando la zona donde se encontraba ante peligros por derrumbamientos.

Los artistas gallegos Enrique Queimán y Andrea Pousa se encontraban en la ciudad de México y de momento descartan viajar a España "porque no es cuestión de alarmarse más aún". Andrea Pousa ha relatado que "todos estaban tranquilos, yo quería correr, temblaba todo, se movía todo". Al salir a la calle, ha visto que el hotel donde se encontraba "se movía muchísimo" y que "se movían cascotes". "La gente que estaba aquí conmigo decía que no recordaban un terremoto tan largo", ha dicho.

Pousa cuenta que "ha sido más duros porque no estamos acostumbrados", pero se ha sorprendido ante "la colaboración de los ciudadanos, con una coordinación especial. Están acostumbrados y su tranquilidad me llamó la atención".

La doctora Margarita Bautista, que se encontraba en un hospital de ocho plantas en la Colonia Roma, una de las zonas más afectadas, ha explicado que lo ha vivido "de manera muy dramática". Bautista, que vivió en primera persona el sismo de 1985, cuenta que este ha sido peor porque tuvo que huir corriendo. "Es impresionante ver a la gente en la calle con el temor de que se caiga un edificio o de que los cables de luz se cuelguen", cuenta, mientras recuerda que "es muy difícil controlar ese momento".

Los ciudadanos han intentado ponerse a salvo tras el terremoto
Los ciudadanos intentan ponerse a salvo tras el terremo

Los ciudadanos han intentado ponerse a salvo tras el terremoto AFP / Víctor Cruz

"Muy violento y muy largo"

Por su parte, el arquitecto mexicano Aurelio Martínez, ha vivido el sismo con normalidad. "Ha sido muy violento, muy largo y no me extraña que nos estemos enterando de una cantidad de edificios caídos y de muertos", cuenta. Martínez, que venía de Oaxaca, ha denunciado que "desgraciadamente, la ayuda no está llegando como debería ser a toda la población" en la zona fuertemente afectada el pasado 7 de septiembre.

"Si no supiera lo que hay a mi alrededor, pensaría que aquí no ha pasado nada", explica, mientras coincide con otros ciudadanos al resaltar "la solidaridad" de los mexicanos.

Martínez, que se encontraba en Portugal en 1985, ha recordado que se le pusieron "los pelos de punta", pero ha pedido "tranquilidad, aunque va a marcar nuestra vida".

El periodista René Ruíz se encontraba realizando un simulacro con motivo del 32 aniversario del fatídico terremoto que sacudió al país en 1985, y describe que "la incertidumbre era bastante grande, la gente ha entrado en pánico por no saber lo que estaba sucediendo". Sin embargo, Ruíz explica que los mexicanos tienen "una gran cultura de prevención de sismos y estábamos preparados". Para ayudar, Ruíz y sus compañeros evitan poblar la calle para no interrumpir las operaciones de rescate.