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China busca a 93 desaparecidos por un desprendimiento que ha causado al menos 10 muertos

  • Una aldea de la provincia de Sichuan quedó prácticamente sepultada
  • Los expertos opinan que la posibilidad de supervivencia es realmente escasa

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Imagen de varios miembros del equipo de rescate buscando contra reloj a los posibles supervivientes.
Imagen de varios miembros del equipo de rescate buscando contra reloj a los posibles supervivientes.

Un equipo formado por unos 3.000 rescatistas busca contra reloj a los posibles supervivientes del desprendimiento que el sábado sepultó una aldea de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, causando la muerte de al menos 10 personas y 93 desaparecidos.

Según ha asegurado el diputado de la Prefectura Autónoma de Aba, Xu Zhiwen, hasta las 14.00 del domingo hora local diez personas han sido encontradas muertas. Quince más han salido de las listas de desaparecidos ya que no estaban en la aldea de Xinmo cuando ocurrió el accidente. Se actualiza así el número de desaparecidos en 93 aunque las cifras varían con cada nueva actualización de información. De hecho, anteriormente se había barajado una cifra de 15 muertos que ahora se ha reducido a diez.

El suceso se produjo después de que se deslizara la parte alta de una montaña que cayó sobre la aldea de Xinmo, en torno a las 6.00 de la mañana del sábado, por las intensas lluvias producidas en la zona.

Posibilidad de supervivencia escasa

Los miembros de los equipos de rescate están peinando la zona con detectores de vida y perros rastreadores, pero no se han encontrado nuevos signos de vida. "No vamos a renunciar mientras haya un poco de oportunidad", dijo un rescatista.

Sin embargo, según expertos en geología que se encuentran en el sitio, la posibilidad de supervivencia de las personas enterradas es realmente escasa.

Hasta el momento solo tres personas de una misma familia fueron rescatadas cinco horas después del desprendimiento de tierra, y trasladadas a un hospital sin heridas graves, aunque otro hijo quedó enterrado en la casa.

Qiao Dashuai, de 26 años de edad, marido de la familia, recordó que él y su esposa estaban cambiándole el pañal a su hijo cuando escucharon "un gran estrépito fuera y la luz se apagó". "Sentimos que algo malo estaba ocurriendo y corrimos hacia la puerta, pero estaba bloqueada por barro y rocas", explicó.

Al menos 62 casas quedaron enterradas mientras que dos kilómetros del curso de un río y 1.600 metros de una carretera quedaron sepultados por las rocas.

En esta época del año son frecuentes las lluvias torrenciales en China y es común que se produzcan inundaciones, desprendimientos y otras catástrofes motivadas por fenómenos meteorológicos.

Además, la aldea está a unos 150 km del epicentro del terremoto que en 2008 dejó más de 80.000 personas muertas o desaparecidas, un suceso que según los expertos hizo que la estabilidad de las montañas se deteriorara.