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Madrid rinde homenaje al creador de la bandera del orgullo LGTB: ¿Conoces su historia?

  • El Orgullo Mundial premiará a Gilbert Baker, diseñador de la bandera arcoiris
  • La bandera original es de 1978 y tenía ocho colores, en vez de los seis actuales

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Una pareja se fotografía junto a la fachada del Ayuntamiento de Madrid con la bandera del orgullo gay
Una pareja se fotografía junto a la fachada del Ayuntamiento de Madrid con la bandera del orgullo gay con motivo de la celebracion del World Pride.

El Orgullo Mundial, que este año se celebra en Madrid entre el 23 de junio y el de 2 julio, premiará a Gilbert Baker, el activista estadounidense que diseño la bandera arcoíris del colectivo LGTBI, y que falleció el pasado mes de marzo a los 65 años.

Este artista plástico, que trabajó en San Francisco en los años 70, será reconocido en la ceremonia de clausura del Orgullo, el 2 de julio, con una de las seis figuras de oso, de los mismos colores con los que Baker identificó al colectivo de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexo.

Sin embargo, la bandera que hoy conocemos -de seis colores, no siete, pese a evocar el arco iris- no es la que diseñó originalmente Baker hace casi 40 años, en 1978.

La historia detrás de la bandera arcoíris

Gran bandera del Orgullo en Sao Paulo (Brasil)

Gran bandera del Orgullo en Sao Paulo (Brasil) AFP

En la década de los 70, cuando Estados Unidos celebraba en 1976 los dos siglos de su independencia, surgió la idea de dotar de un símbolo a la comunidad gay. Harvey Milk, miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco y el primer cargo público estadounidense abiertamente homosexual, alentó a Baker a crear un símbolo que identificara a este colectivo y que no se identificara con el sufrimiento y la persecución de décadas pasadas, sino con algo optimista y positivo.

La bandera original tenía ocho franjas, fue confeccionada en tela de algodón y teñida con pinturas naturales. Baker adoptó la forma de la bandera estadounidense, tomando las barras, es decir, las franjas horizontales, y haciendo de ella una versión 'pop' colorista acorde con el espíritu de la época.

El diseñador eligió cada color para representar un concepto distinto: el rosa simbolizaba la sexualidad; el rojo, la vida; el naranja, la salud; el amarillo, la luz del sol; el verde, la tranquilidad y la naturaleza; el turquesa, la magia y el arte; el azul, la armonía y el violeta, el espíritu.

Pese a que se ha relacionado esta bandera con el personaje de Dorothy interpretado por Judy Garland en la película de El Mago de Oz y la celebérrima canción "Over the Rainbow", lo cierto es que la inspiración de Gilbert Baker fue la naturaleza sin más, el arco iris del cielo.

De ocho colores a seis

Baker, que fue soldado en Vietnam y también drag queen, cosió a mano con la ayuda de decenas de voluntarios la primera bandera, que fue izada en la plaza de las Naciones Unidas en San Francisco el 25 de junio de 1978. Tras el asesinato de Harvey Milk en noviembre de ese año junto al alcalde de San Franscisco, la popularidad y la demanda de la bandera arcoíris se acrecentaron.

Fue precisamente la elevada demanda la que forzó la evolución de la bandera. Desaparecieron dos colores, el rosa y el turquesa, porque teñir ocho colores era muy costoso en aquella época, y estos dos colores en concreto no eran habituales en la producción masiva de estandartes. Otras versiones apuntan a que tras la reducción a siete colores al desaparecer el rosa por motivos económicos, la bandera perdió otra franja porque los colores centrales se camuflaban con los postes de la luz donde se instalaban las banderas en San Francisco.

Sea como sea, desde 1979 la bandera LGTB tiene seis franjas: roja, naranja, amarilla, verde, azul y violeta. Baker intentó en 2003, en el 25º aniversario de su creación, que se volviera a la versión original, pero ya era tarde porque la comunidad LGTB ya había adoptado mayoritariamente la versión de seis colores.

Desde entonces, en las celebraciones del Orgullo de todo el mundo, la bandera arcoíris se ve en edificios privados y públicos, en pulseras y otros complementos, en pegatinas y en cualquier versión que sirva para mostrar el apoyo al colectivo LGTB. Y, a punto de cumplir cuarenta años, su autor recibirá en Madrid un homenaje póstumo.