Enlaces accesibilidad

La muerte de los grandes pájaros daña "de forma desproporcionada" a los bosques tropicales

  • Las plantas de semillas y frutos grandes dependen de estas aves para sobrevivir
  • La deforestación y la caza terminan empobreciendo la variedad de los bosques

Por
Un tucán de Costa Rica
Las plantas grandes necesitan aves grandes para dispersar sus semillas; si estas desaparecen, su supervivencia queda comprometida.

La pérdida de aves de gran tamaño tiene un efecto desproporcionado en la biodiversidad de los bosques tropicales, que ven mermada de forma muy significativa su variedad de plantas.

Así lo pone de manifiesto un estudio dirigido por la universidad de Oviedo en colaboración con la Universidad de Friburgo y el Centro de Biodiversidad y Clima Senckenberg de Frankfurt (Alemania).

Aunque esta relación ya se había sugerido, la investigación permite explicar por primera vez los mecanismos detrás de dichos efectos.

Estos tienen que ver con la posibilidad y la forma que tienen de interactuar entre sí las plantas y los animales que se alimentan de frutos (los frugívoros), y con la influencia de las características de cada planta tras ser dispersadas por dichos frugívoros.

Publicado en la revista Proceedings of the Royal Society of London B, el trabajo busca conocer cómo los rasgos distintivos de cada especie influyen en la formación de la llamada "red de interacciones ecológicas" (básicamente, qué especies de aves comen qué especies de fruto y en qué cantidad), y cómo los rasgos de las semillas influyen en su capacidad de establecerse como nuevas plantas tras relacionarse con los animales frugívoros. Por ello, los científicos recurrieron a una novedosa aproximación de modelización matemática.

Un ave concreta para cada tipo de semilla

Su conclusión es que las plantas con semillas y frutos grandes sólo se relacionan con aves de gran tamaño, capaces de ingerir esos frutos y semillas, mientras que las plantas de semillas pequeñas se relacionan con frugívoros grandes y pequeños por igual.

Visto desde el otro lado, los frugívoros grandes dispersan tanto plantas de semillas grandes como de semillas pequeñas, pero los pequeños sólo movilizan "plantas pequeñas".

De ahí que la pérdida selectiva de estos animales por causas provocadas por el ser humano (deforestación, caza) conduzca a un empobrecimiento de los bosques, en cuanto que pierden diversidad de plantas y quedan dominados por especies de semillas pequeñas.

Este efecto es especialmente grave en los bosques tropicales, por lo que resulta urgente evitar la destrucción de estas especies, concluye la autora principal del trabajo e investigadora en el Departamento de Biología de Organismos y Sistemas y de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo-CSIC).