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Japón crece un 0,5% en el primer trimestre y logra su mayor periodo de expansión en una década

  • El dato de PIB, basado en el buen comportamiento de las exportaciones

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Gente paseando por el distrito de Shinjuku en Tokio
Gente paseando por el distrito de Shinjuku en Tokio.

El PIB de Japón experimentó un crecimiento del 0,5% entre enero y marzo respecto a los tres meses anteriores, cuando había aumentado un 0,3%, lo que supone la quinta subida trimestral consecutiva de la economía nipona, que registra así su periodo de expansión más prolongado de la última década, según los datos publicados por el Gobierno este jueves. Además, el crecimiento anual de Japón en el primer trimestre se aceleró al 2,2%, frente a la expansión del 1,4% del dato revisado de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2016.

Las cifras del Producto Interior Bruto (PIB) superan las previsiones de la mayoría de los analistas y representan también el mayor período expansivo desde la llegada al poder a finales de 2012 del primer ministro nipón, Shinzo Abe, cuya estrategia económica Abenomics había deparado anteriormente altibajos.

La aceleración del crecimiento de Japón entre enero y marzo refleja el impulso de las exportaciones, que aumentaron un 8,9% interanual y del 2,1% trimestral, mientras que las importaciones subieron un 5,5% respecto al primer trimestre de 2016 y un 1,4% en comparación con los tres meses anteriores. Se vieron favorecidas por la aceleración de la demanda de China y de otras economías emergentes de Asia, y por la debilidad del yen.

Aumenta ligeramente el consumo de los hogares

Por su parte, el consumo de los hogares, responsable de alrededor del 60% del PIB de la tercera economía mundial, experimentó un incremento trimestral del 0,4% entre enero y marzo, cuando en los tres meses anteriores se había estancado, y un 1,4% a ritmo anual, una evolución aún por debajo del nivel necesario para activar el ansiado círculo de crecimiento que se busca con Abenomics.

Abe ha promovido subidas salariales en el sector privado para reactivar el gasto de los hogares, incrementos que han sido hasta ahora insuficientes o que no han tenido el efecto deseado en el consumo, lo que dificulta el auge de los precios y los objetivos de inflación marcados por el Banco de Japón (BoJ).

El banco central japonés activó en abril de 2013 un ambicioso programa de flexibilización monetaria destinado a dejar atrás casi dos décadas de deflación, y puesto en marcha junto a un cuantioso plan de estímulos e inversiones del Ejecutivo.

A su vez, el gasto público aumentó un 0,1% durante el primer trimestre, después de haber caído un 0,5% en los tres meses anteriores. En comparación con el primer trimestre de 2016, el consumo público aumentó un 0,4%.

Los expertos alertan de las incertidumbres

El ministro nipón de Economía y Política Fiscal, Noboteru Ishihara, ha asegurado en rueda de prensa que la economía "se encuentra en una tendencia de recuperación moderada gracias a las mejoras de los sueldos y de las condiciones laborales", y ha señalado que el Ejecutivo confía en la continuidad de esta evolución, según recoge Efe.

La mayoría de los expertos prevén que Japón siga en la senda del crecimiento en el segundo trimestre, pero también alertan de que su alta dependencia de las exportaciones está expuesta al riesgo de una desaceleración de la demanda en China, y a la incertidumbre global que suponen las políticas comerciales de la Administración Trump.

La imprevisibilidad del nuevo presidente estadounidense ya ha desencadenado varios episodios de inquietud en los mercados financieros internacionales y la última tormenta política que ha protagonizado ha tenido más impacto en la Bolsa de Tokio que los datos positivos del PIB nipón: el índice Nikkei registró una caída del 1,32%.