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Elecciones en Francia

El éxito de Emmanuel Macron descompone los partidos tradicionales franceses

  • Tras las elecciones, los personalismos se imponen a los partidos tradicionales
  • El Partido Socialista francés se desmembra entre deserciones y reformulaciones
  • Los Republicanos aguantan mejor, pero también aparecen fisuras
  • Especial: Elecciones en Francia

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El ex primer ministro socialista Manuel Valls, y el candidato socialista Benoît Hamon
El ex primer ministro socialista Manuel Valls, y el candidato socialista Benoît Hamon

El triunfo en las elecciones presidenciales francesas de Emmanuel Macron ha comenzado a hacer mella entre las viejas formaciones del país, especialmente en el gobernante Partido Socialista (PS), en un momento en que el político socioliberal prosigue las negociaciones para formar gabinete y y el juego de adhesiones puede implicar la deserción de figuras de relieve en los partidos.

El ex primer ministro francés Manuel Valls ha sido la primera gran figura socialista en ofrecerse como candidato a diputado del recién estrenado partido de Macron, La República en Marcha, para las elecciones legislativas del 11 y el 18 de junio. Valls ha dado por muerto al partido en el que milita desde su juventud y se ha echado a los brazos de Macron. Sin embargo su movimiento puede costarle caro porque el PS le ha abierto un procedimiento disciplinario por su traición, y, de momento, la formación del presidente electo no cuenta con él.

Este miércoles, el malogrado candidato socialista Benoît Hamon (6,3% de los votos) ha dicho que se desmarca y que fundará su propio partido político, emulando a Macron. El que fuera verdugo en las primarias de Valls reacciona así a la falta de apoyo de su propia formación, el PS, que tumbó en campaña varias de sus propuestas más significativas.

Hamon también ha sido objetivo de los cantos de sirena del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que bajo sus propias siglas La Francia Insumisa, ha manifestado que presentará batalla en las legislativas para "combatir" a Macron desde la Asamblea.

El Partido Socialista se descompone

A Mélenchon "no le importaría contar con Hamon", si este se aviniera a colaborar con él, pero a la vez reniega de sus aliados más aún a la izquierda, los comunistas, con quienes no quiere hacer campaña y fractura más así el cuerpo político de la izquierda francesa.

Por otro lado, la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, junto Arthus-Bertrand, Taubira y 200 personalidades, han anunciado la constitución de otra organización, un "movimiento de innovación por una democracia europea, ecológica y social", ha publicado este miércoles el diario francés Le Monde.

Lo que empezara con la caida en picado en las encuestas de François Hollande, meses antes de las elecciones, ahora se ha convertido en la desintegración de una forma de entender la política.

La decadencia de los partidos y el triunfo del personalismo

"Los viejos partidos están muriendo o están muertos", ha subrayado en una entrevista a la emisora RTL Valls, quien destacó que su deseo es dar "una mayoría amplia y coherente" a Macron "para que pueda gobernar".

De esta forma, el PS francés parece seguir la estela de sus colegas europeos -el Pasok en Grecia, el Laborismo en Reino Unido, la socialdemocracia en Holanda- y se precipita al abismo de la insignificancia.

La República en Marcha ha asegurado que su candidatura será analizada como todas las otras y no gozará de trato de favor alguno. Valls, quien fue primer ministro entre 2014 y 2016 bajo el mandato del presidente saliente, François Hollande, ya había dejado caer que estaba desencantado con el PS, que se ha turnado el poder con el centroderecha, ahora representado por Los Republicanos, durante las últimas décadas.

La derecha resiste con fisuras

Respecto a esta formación conservadora, también contemplada por Le Pen como caladero potencial de su extremismo, no queda excluida de la tendencia. François Baroin, líder del grupo parlamentario de Los Republicanos, dijo el martes que abandonaría las directrices de su fracasado, y estigmatizado, condidato en elecciones, François Fillon. Otra reformulación de la vieja política en curso de cara a las legislativas.

Además, según el diario Le Monde, el exministro Bruno Le Maire es uno de los pesos pesados que ya se ha declarado "listo" para trabajar con Macron, mientras que Christian Estrosi, alcalde de Niza, ha mostrado gestos de cercanía con el presidente electo.

Incluso Marine Le Pen reajustará su rumbo ante el cariz del paisaje que se avecina. Florian Philippot, vicepresidente y promotor del giro social del Frente Nacional, ha pedido unidad en un momento en el que el partido sopesa cambiar de nombre para que no esté tan asociado a su anterior líder, Jean-Marie Le Pen, condenado por xenofobia.

Otra de sus figuras, la diputada Marion Márechal Le Pen -representante del ala más conservadora del FN y sobrina de Le Pen, ha apelado a analizar los motivos de la derrota. De acuerdo con el periódico Libération, Márechal Le Pen, de 27 años, medita si apartarse de la política, disgustada con la línea "izquierdista" en lo económico impulsada por Philippot.