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William Kentridge, el dibujo como denuncia del apartheid

  • El artista denuncia en sus obras las desigualdades sociales en Sudáfrica
  • Kentridge realiza películas de animación a partir de sus dibujos al carboncillo

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EXPOSICIÃ"N EN LOS MUSEOS ESTATALES DE BERLÿN
El artista sudafricano William Kentridge en una exposición en Berlín en 2015.

El artista William Kentrigde (Johanesburgo, 1955) concibe el dibujo como un medio de reflexión que constituye la base de su trabajo multidisciplinar: crea películas de animación con una depurada técnica, en las que clama contra las desigualdades en su país. El autor sudafricano ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de las Artes 2017, fallado este jueves en Oviedo.

Kentrigde ha usado sus dibujos como herramienta de denuncia de las secuelas del régimen racista del apartheid. Su trabajo muestra las cicatrices de una sociedad dividida, en la que la arquitectura y las gentes de su Johanesburgo natal están muy presentes a través de emociones y metáforas.

Un mensaje de carácter universal referido al compromiso ético, la injusticia y el sufrimiento humano, que el artista palpó desde su infancia: sus progenitores fueron abogados de víctimas de la segregación racial, y su padre defendió en los tribunales a Nelson Mandela.

Autor polifacético, con formación artística y teatral, Kentridge ha dirigido numerosas producciones, series y óperas, y ha cultivado la escenografía, los tapices, el collage, el grabado, la pintura, la música y el videoarte.

Es un creador meticuloso y profundo cuyas "películas dibujadas", como las califican algunos expertos, han dado la vuelta al mundo en defensa de la memoria histórica de su país, un tema que le obsesiona.

El sudafricano considera que ha fracasado como pintor y el dibujo es su aliado esencial para entender el mundo. Se confiesa profundo admirador de Goya por su habilidad técnica, casi cinematográfica, sobre todo en Desastres de la guerra.

Las alegorías de Kentridge sobre la situación sociopolítica de las comunidades desfavorecidas han conmovido en museos de todo el planeta. El próximo otoño, el Reina Sofía le dedicará una muestra y sus obras viajarán a nuestro país donde no es muy conocido.

Despegue internacional

William Kentridge se dio a conocer fuera de Sudáfrica tras su participación en la feria Documenta X de Kassel (Alemania, 1997) y en las

bienales de São Paulo (Brasil, 1998) y Venecia (Italia, 1999).

A diferencia de otras técnicas de animación, la suya consiste en la filmación de dibujos que modifica una y otra vez, borrando y

añadiendo trazos de inspiración expresionista, según los expertos, por medio de una paleta monocroma con ligeros toques de pastel azul o rojo.

William Kentridge, Princesa de Asturias de las Artes 2017

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  • documenta (13)

    Instalación sonora 'Refusal of Time' de William Kentridge en Documenta 13, en Kassel, Alemania, en junio de 2012.

  • KENTRIDGE ABORDA LA MIGRACIÓN EN SU PRIMERA GRAN MUESTRA DE TAPICES EN ESPAÑA

    El artista surafricano William Kentridge en la exposición que le dedicó el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga en 2012.

Los grabados de las denominadas series Pit, casi treinta monotipos o impresiones únicas realizadas en los años setenta, y de las llamadas Domestic scenes, cincuenta grabados de pequeño formato producidos en los ochenta, construyeron la base sobre la que giran sus carboncillos y animaciones posteriores.

Entre ellas, Johannesburg: 2nd greatest city after Paris (1989) y Felix in exile (1994) destacan por la introducción de dos personajes, Soho Eckstein y Felix Teitlebaum, con los que plasma el sufrimiento, la dominación, la culpa, el tiempo y la memoria, temas protagonistas de su obra. En obras como Automatic writing (2003), el autorretrato y las referencias autobiográficas son habituales.

A partir de 2003, Kentridge comenzó a interesarse por la escultura y la videoinstalación y a incluir referencias al teatro, la ópera y el cine en sus nuevos trabajos.

En la última década ha mostrado su producción artística en el MoMA (Nueva York), que le dedicó una retrospectiva en 2010, el Albertina Museum (Viena), el Louvre (París) y el Museo de Bellas Artes de Budapest, entre otros museos. En 2016 fundó en Johannesburgo el centro Less Good Idea, un espacio destinado a la creación artística de proyectos multidisciplinares. Galardonado con el Kyoto Premium (Japón, 2010) y el Dan David Prize (Israel, 2012), Kentridge es miembro honorario de la Academia Americana de las Artes y las Letras y doctor honoris causa por las universidades de Yale (Estados Unidos) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica). En 2013 fue nombrado Caballero de

las Artes y las Letras de Francia.