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El Banco de España aumenta su previsión de crecimiento para este año al 2,8% y rebaja la de paro al 17,5%

  • Cree que no se cumplirá con el objetivo de déficit en los próximos tres años
  • Estas proyecciones no incorporan la información de los Presupuestos 2017
  • Estima que los precios subirán de media este año un 2,2% por el petróleo

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Fachada de la sede central del Banco de España en Madrid.
Fachada de la sede central del Banco de España en Madrid.

El Banco de España ha aumentado tres décimas su previsión de crecimiento económico para este año, cuando será del 2,8% (frente al 3,2% de 2016), respecto a la efectuada el pasado mes de diciembre gracias a una mayor contribución de la demanda externa. Así lo recogen las últimas proyecciones macroeconómicas [.pdf] publicadas este lunes por el organismo, que también mejora la tasa de paro media (que será del 17,5%) y que mantiene -como hace tres meses- que el país no cumplirá con el objetivo de déficit comprometido con Bruselas ni este año (estará dos décimas por encima, en el 3,3%) ni los dos siguientes.

No obstante, el Banco de España ha destacado en su informe que las proyecciones no incorporan la información contenida en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 31 de marzo. Entonces, el Gobierno presentó un cuadro macroeconómico cuyas cifras difieren en algunos puntos con las del organismo que dirige Luis María Linde.

En concreto, el Ejecutivo estima un crecimiento menor, del 2,5%, y el cumplimiento del déficit público gracias al aumento recaudatorio. Son similares, sin embargo, respecto a la tasa de paro media. En este punto hay que señalar que el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que las suyas era una proyecciones "muy conservadoras" que esperaban superar.

Donde más diferencia hay entre las dos proyecciones es en el IPC: mientras las previsiones del Gobierno recogen un incremento medio de los precios del 1,5% para este año, el Banco de España cree que esa subida será del 2,2% "reflejando la intensa aceleración de los precios de la energía en el período reciente". Posteriormente, el IPC bajaría hasta el 1,4% y el 1,6% en 2018 y 2019, respectivamente.

Aumento más moderado del empleo y caída del paro

Sobre este punto, el organismo ha reclamado a las empresas que no trasladen la subida de la inflación a los precios de sus bienes y servicios, de la misma manera que defiende que no se traslade a los salarios. "Igual que es relevante que se mantenga la moderación salarial para la mejora de la competitividad, también es importante que los márgenes empresariales se comporten adecuadamente", ha dicho el director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández de Cos, según recoge Efe, quien ha insistido que la evolución salarial debe estar ligada a la situación de las compañías y a la productividad tanto de la empresa como de los trabajadores.

En cuanto al mercado de trabajo, las estimaciones del Banco de España prevén un ritmo "elevado" de creación de empleo, pero inferior al 2,9% del pasado año. En concreto, asegura que crecerá un 2,6% en 2017 y algo por debajo del 2% en 2018 y 2019. De esta forma, la tasa de paro media bajará y se situará este año en el 17,5% para caer al 16% en 2018 y al 14,5% en 2019.

"El esperado mantenimiento de crecimientos moderados de los salarios, en un contexto de repunte transitorio de la inflación en 2017, permitirá que siga observándose una evolución contenida de los costes laborales unitarios, lo que contribuirá al sostenimiento del proceso de creación de empleo", ha dicho la entidad, que proyecta que el paro se sitúe por debajo del 14% al cierre de 2019.

La economía española se desacelerará

En su informe trimestral de la economía española, el organismo señala que la economía española creció un 0,8% entre enero y marzo, una décima más que en el trimestre anterior. Esto se produce porque "el tono de la actividad en los meses iniciales de 2017 estería siendo más favorable que el proyectado" con anterioridad.

Sin embargo, el Banco de España afirma que el crecimiento se moderará ya este año -el PIB aumentará cuatro décimas menos que en 2016-, una desaceleración que será aún más evidente en 2018 y 2019, cuando se incrementará un 2,3% y un 2,1%, respectivamente. El avance del PIB se seguirá apoyando en la demanda nacional, pero la demanda exterior neta seguirá contribuyendo de forma positiva durante el próximo trienio.

Esa desaceleración económica vendrá una vez que se vayan reduciendo los efectos de algunos factores transitorios que han ayudado en los últimos dos años, como es la caída del precio del petróleo o la política fiscal expansiva. No obstante, el crecimiento, según el organismo, se verá favorecido "por la persistencia de condiciones financieras favorables", apoyadas en el tono acomodaticio de la política monetaria del BCE, factores que permitirán la prolongación del proceso de continuada creación de empleo.

Además, el Banco de España alerta de que existen riesgos a la baja, "principalmente en relación con el contexto exterior, lo que viene motivado por un hipotético endurecimiento adicional de las condiciones financieras globales, un eventual aumento del proteccionismo comercial y la incertidumbre asociada al proceso de salida del Reino Unido de la UE y a las próximas citas electorales en algunos de los principales países del área del euro". En el ámbito interno, señala como riesgo la ausencia de una mayoría parlamentaria estable.

Rebajar el déficit público, una necesidad para el organismo

En este sentido, el organismo ha subrayado la necesidad de seguir reduciendo el défiicit público, que se situará en el 3,3% del PIB en 2017, en el 2,8% en 2018 y en el 2,4% en 2019, mejor que lo previsto hace tres meses, pero lejos de los límites fijados por la Comisión Europea: el desvío sería de dos décimas este año, de seis el que viene y de 1,3 puntos en 2019. En cualquier caso, y de cumplirse estos pronósticos, España saldría del Protocolo de Déficit Excesivo el año que viene.

Pide la entidad que dirige Luis María Linde, una vez más, "retomar la senda de la consolidación fiscal aprovechando el contexto actual de crecimiento elevado y tipos de interés reducidos". El objetivo final es, según el Banco de España, "reducir la vulnerabilidad de la economía ante un eventual endurecimiento de las condiciones de financiación y restablecer una cierta capacidad de maniobra de la política fiscal ante eventuales perturbaciones".

El director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández de Cos, ha dicho en rueda de prensa que no está en condiciones de decir si los Presupuestos llevarán a una revisión al alza o la baja de la previsión de déficit de la entidad, según recoge la agencia Efe, pero que tiene la sensación de que por el lado de los ingresos no hay "sorpresas" ni novedades legislativas y que lo importante será conocer el detalle por el lado del gasto.

Además, ante los medios, ha defendido que el Banco de España no percibe "ningún tipo de sobrecalentamiento" en el sector de la vivienda, ni prevé que se vaya a producir próximamente en el sector inmobiliario, ya que el repunte del mercado se está produciendo con un mantenimiento del proceso de desapalancamiento de la economía, según recoge Europa Press.