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'Locas de alegría': amigas, heridas, disparatadas y lúcidas

  • Se estrena la película ganadora de la Espiga de Oro en Valladolid y nominada a 17 premios Donatello
  • Una road-movie sobre dos mujeres fugadas de una institución mental
  • RTVE.es entrevista a su director, Paolo Virzi, y su protagonista, Micaela Ramazzotti

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Paolo Virzì: "Quería acercarme a la enfermedad mental de una manera que no fuera deprimente"

En la intersección de la locura, la lucidez, la comedia y el drama, Paolo Virzì ha filmado Locas de alegría: la aventura de dos mujeres fugadas de una institución mental que protagonizan Valeria Bruni-Tedeschi y Micaela Ramazzotti. Estrenada en Cannes, ganadora de la Espiga de Oro en Valladolid y nominada a 17 premios David di Donatello, se estrena en España el 17 de marzo.

Dos mujeres coinciden en una extravagante y hermosa clínica psiquiátrica. Beatrice (Valeria Bruni-Tedeschi) es expansiva, de conducta mitómana, y convencida de que el mundo gira sobre sus aristocráticas maneras. Donatella (Micaela Ramazzotti) está recluida en sí misma, con trastorno límite de la personalidad y profundamente herida. Polos opuestos se atraen y, como si un viaje de amigas se tratase, se fugan por Italia respirando libertad y buscando respuestas en su pasado.

“Me interesaba acerarme al tema de la enfermedad mental de una manera que no fuera deprimente, sino que nos animara”, dice Paolo Virzì (Livorno, 1964), que también es coguionista, en una entrevista para RTVE.es. El cineasta, que venía de un drama como El capital humano (2013), reconoce que ‘quijotescas’ es un adjetivo que se aplica perfectamente a sus heroínas. "Es una historia de locura y teníamos en mente esos modelos".

La elección de dos personajes femeninos no es casual. “Lo llevamos a lo femenino porque Italia es muy machista, una característica en la que se parece a España, y la historia tiene un elemento de sufrimiento y de debilidad de su condición. Una viene de un mundo miserable y mezquino, y la otra es una especie de cortesana, nostálgica de la era berlusconiana, que está de vuelta de todo. Por tanto, es el encuentro de conquista de dos mujeres distintas, pero excluidas, que me parece especialmente desgarrador”, sostiene Virzì, que acaba de rodar su primera película en inglés junto a Helen Mirren y Donald Shuterland.

Valeria Bruni-Tedeschi disfruta con un papel que es un traje a medida y Micaela Ramazzotti (Roma, 1979), como su taciturna escudera, carga con el mayor peso dramático. “Con Valeria Bruni-Tedeschi trabajamos en un modo fácil, casi total. Nos hemos dejado llevar”, afirma la actriz. “Si nuestros personajes se querían, nos queríamos. Si discutían, discutíamos. Fue doloroso porque nos maltratábamos, pero a veces nos amábamos. A veces me daba rabia, a veces ternura”.

Virzì cita Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1976) como su referente de mezcla de locura, comedia y drama. “Esta película era un desafío particular, porque era un tema embarazoso. No soy un director joven, y me doy cuenta de que todas mis películas tienen el mismo poso. En drama solo no me basta; la comedia sola no me basta. La conjunción de ambas cosas te lleva a buscar y entender la imperfección del ser humano”, sostiene.

Virzì y Ramazzotti, matrimonio en la vida real, recorrieron muchas instituciones donde toparon con muchas Beatrices y Donatellas “En general, la respuesta del estado al problema de la enfermedad todavía es segregar a la antigua: la camisa de fuerza, soluciones químicas… Pero también hay otros lugares en los que me habría internado sin problemas”, dice mientras le da un ataque de risa. Ramazzotti asiente: “Había una gran vitalidad en el equipo y es muy hermoso trabajar cuando no tienes miedo ni vergüenza de ser ese personaje. Pero el ‘jefe’ era el más locos de todos”.