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La fiscalía pide tres años a Granados por el chivatazo que le dio un guardia civil sobre el caso Púnica

  • El guardia civil Talamido le alertó de que la UCO les estaba investigando
  • Pide otros tres años para el agente en excedencia que le avisó
  • Tras el soplo, Granados avisó a Marjaliza y tomó medidas para ocultar dinero

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Francisco Granados en una imagen de 2011
Francisco Granados en una imagen de 2011.

El juez del caso Púnica, Eloy Velasco, ha dictado apertura de juicio oral para el exconsejero madrileño del PP Francisco Granados por el soplo que le dio en septiembre de 2014, poco antes de su detención, el guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino, alertándole de que la UCO estaba investigando los negocios de su socio David Marjaliza.

Por esta causa, la primera de Púnica en llegar a juicio, la Fiscalía Anticorrupción pide tres años de cárcel para Granados -en prisión provisional desde hace más de dos años-, así como para Talamino y el guardia civil en excedencia y exasesor de la Comunidad de Madrid José Luis Caro Vinagre.

La Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) ha pedido por su parte 6 años de prisión para Granados y 3 años para los otros dos investigados.

Tras el soplo, Granados puso a buen recaudo su patrimonio de origen ilícito

En el auto de apertura de la llamada "pieza 1 Talamino" de Púnica -la causa consta de 14 piezas-, Velasco recuerda como, tras recibir el soplo, Granados "desplegó una serie de actuaciones dirigidas a comprobar el grado de veracidad de la fuente"y "saber si dicha investigación también se dirigía contra él".

Todo ello, "al objeto de adoptar medidas encaminadas a poner a buen recaudo su patrimonio de origen ilícito y alertar a David Marjaliza de la existencia de la investigación", lo que conlleva su imputación en esta causa por aprovechamiento de revelación de secretos.

Talamino, que en septiembre de 2014 estaba destinado en la sección de apoyo técnico y operativo de la UCO, se encargó de instalar una cámara de vigilancia en un vehículo, que quedó estacionado "frente al centro neurálgico de los negocios de Marjaliza".

Así supo que éste era objeto de investigación, "recibiendo se sus superiores la información precisa", y una vez instalado el dispositivo y conociendo la relación que unía a Marjaliza y a Granados y constándole que su amigo Caro Vinagre desempeñaba cargos de confianza en la Comunidad de Madrid, "decidió hacer un favor a todos ellos facilitándoles información confidencial".

Al día siguiente de instalar la citada cámara, el 6 de septiembre de 2014, se detectó un llamada entre Granados y Caro Vinagre, en la que éste le comentaba que la noche anterior un guardia civil le dio una información que "le sonó a advertencia" y mencionó a la UCO.