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El FMI recomienda a España subir impuestos más que realizar ajustes del gasto en el medio plazo

  • Ve factible que cumpla el objetivo de déficit en 2017 sin medidas adicionales
  • Señala el compromiso del Gobierno de preservar reformas pese a las presiones
  • Cree que la recuperación económica de España es "fuerte" e "impresionante"
  • El Brexit puede restar tres décimas al crecimiento de España hasta 2018
  • El FMI no ha calculado el efecto de las políticas de Trump sobre el país

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Construcción de viviendas en Madrid
Construcción de viviendas en Madrid.

España ha cumplido con suficiencia el objetivo de déficit del 4,6% del PIB pactado con Bruselas para 2016. Según el FMI, el país no lo hará en 2017 -será del 3,2%, una décima más de lo pactado-, si bien ve factible que lo consiga sin necesidad de ajustes adicionales si se materializa el aumento de recaudación previsto por el Gobierno gracias a las subidas de impuestos para este año.

Pero la institución echa en falta una estrategia "creíble" de consolidación fiscal a medio plazo. Para ello recomienda subir el IVA, así como los impuestos indirectos y medioambientales -y acometer una reforma de la financiación autonómica- más que realizar ajustes del gasto, cuya ratio "ya es relativamente baja en comparación con sus homólogos de la UE" -aunque no renuncia a que se revise en profundidad el gasto en sanidad y educación-.

Así lo recoge el análisis a la economía española realizado por la Junta Ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, en el marco de lo que se conoce como Artículo IV, publicado este lunes, y cuyo avance dio a conocer el organismo el pasado mes de diciembre. Como entonces, el FMI considera que la recuperación económica de España es "fuerte" e "impresionante" y afirma que se están corrigiendo "rápido" los desequilibrios aunque "el ajuste es incompleto".

El FMI advierte de que persisten "debilidades" estructurales como un elevado desempleo y deuda pública, así como un débil incremento de la productividad; y destaca la "importancia" de "preservar" las reformas puestas en marcha y avanzar en ellas porque están aún "incompletas".

En su informe, el FMI señala que las autoridades españolas han coincidido en gran medida con los técnicos del FMI en cuanto a las perspectivas y riesgos, expresando su compromiso de "preservar las reformas ante las presiones para su reversión". A pesar de que las proyecciones del Gobierno apuntan a unas dinámicas algo más fuertes que las del FMI, las autoridades reconocieron que "no hay margen para la complacencia".

Más reformas en el mercado laboral

A nivel general, el FMI destaca en su análisis sobre la economía española que la última reforma laboral ha contribuido a mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo en España, aunque señala que aún persisten "importantes rigideces", incluyendo la dualidad del mercado, para lo que considera necesario hacer más atractivos para los empresarios los contratos indefinidos.

Para reducir la brecha de protección a los distintos tipos de empleo, el FMI propone -de nuevo- la introducción de un contrato único de duración indefinida cuya indemnización por despido se incremente gradualmente a lo largo del tiempo y que podría coexistir con otros contratos que darían respuesta a las necesidades específicas y costes de formación de sectores con elevada temporalidad como el turismo o la agricultura.

Como alternativa a este contrato único, el Fondo plantea la introducción gradual en el mercado laboral español del modelo de mochila austriaca, que permitiría a los trabajadores trasladar de un empleo a otro los derechos de indemnización por despido independientemente de los tipos de contrato bajo los que se preste servicio.

Por otro lado, mientras se ponen en marcha cambios de mayor calado, el FMI aboga por reducir las incertidumbres administrativas y reclama simplificar las causas de anulación de los despidos, algo que considera que actúa como desincentivo de la contratación indefinida.

Mantiene que la economía española se desacelerará

En el plano macroeconómico, el FMI destaca que el PIB español mantuvo en 2015 y 2016 un crecimiento del 3,2% y que en ambos ejercicios se logró la creación de casi 1,1 millones de puestos de trabajo pese a la "incertidumbre política" por las dificultades para conformar Gobierno. En todo caso, el organismo apunta que en 2017 se prevé que el crecimiento del PIB se modere al 2,3% (y al 2,1% en 2018) en parte por la menor contribución de elementos como la política monetaria y el precio del petróleo, además de un previsible, aunque moderado, endurecimiento de la posición fiscal.

"El directorio ejecutivo se congratula de la impresionante recuperación económica, fuerte creación de empleo y rápida corrección de los desequilibrios de España", señala la institución, que advierte de que "el ajuste es incompleto", mientras persisten debilidades estructurales como un elevado desempleo y deuda pública, así como un débil incremento de la productividad.

"A la luz de la abultada deuda pública y la expansión fiscal estructural de los pasados dos años, la prioridad debería centrarse en las medidas de ingresos que menos distorsionen, como la subida de la recaudación por IVA (...) y aumentar las tasas e impuestos medioambientales", señala el Fondo.

Además, el organismo ha advertido de que los riesgos para estas perspectivas "se inclinan a la baja", principalmente por el impacto potencial de factores externos, incluyendo el débil crecimiento de las economías desarrolladas, una significativa desaceleración de los emergentes o la incertidumbre que rodea las negociaciones sobre el Brexit y el auge del proteccionismo.

En este sentido, el FMI calcula que la incertidumbre por el Brexit podría restar alrededor de tres décimas al crecimiento de España hasta 2018 por su impacto sobre la confianza y el comercio, mientras que el efecto derivado de las medidas de estímulo esperadas en EE.UU. podría compensar el relativo empeoramiento de las condiciones de financiación (espera que aumente la rentabilidad de la deuda española).

No ha calculado el efecto Trump sobre España

La jefa de la misión del FMI para España, Andrea Schaechter, ha señalado en rueda de prensa que la institución no ha cuantificado el potencial impacto sobre economías como México de las medidas recientemente anunciadas por la Administración Trump, por lo que todavía no puede estimarse su impacto para la economía española.

"La ralentización de la demanda externa pesaría generalmente sobre el canal comercial, mientras las condiciones de mayor debilidad en Latinoamérica se transmitirían principalmente a través de canales financieros, incluyendo la potencial reducción de los beneficios de la banca española", apunta el FMI.

Asimismo, la institución advierte de que, a nivel doméstico, dar marcha atrás a los logros del pasado podría dañar la confianza del mercado, perjudicando a las inversiones y lastrando las perspectivas de crecimiento a medio plazo. Asimismo, el FMI señala que la débil implementación de los compromisos fiscales podría demorar aún más la reducción de vulnerabilidades presupuestarias, limitando el margen de maniobra en caso de futuros shocks económicos.

España habría perdido 900.000 empleos más sin moderación salarial

La moderación salarial alentada por la reforma laboral acometida en España en 2012 evitó la pérdida de casi otro millón de empleos, una cifra prácticamente equivalente a la de los puestos de trabajo generados por la economía española entre 2014 y 2015, según señala el FMI, que también considera que si una flexibilidad salarial similar a la apreciada tras la reforma hubiese prevalecido entre 2008 y 2012, "podría haberse evitado" la pérdida de 2 millones de empleos y el aumento de 8 puntos porcentuales de la tasa de paro.

En este sentido, el análisis del FMI reconoce que, a pesar de que existen algunas evidencias de que la reforma del mercado laboral ha promovido un aumento del empleo permanente, una gran parte de los nuevos empleos siguen siendo contratos temporales, cuya incidencia en el total de empleo se ha mantenido sin cambios en torno al 25% desde 2008, una de las mayores tasas de temporalidad de Europa.

Por otro lado, la institución considera que la reforma de 2012 no ha tenido un impacto significativo sobre la estructura de la negociación colectiva, puesto que los convenios siguen acordándose principalmente a nivel del sector y provincial, mientras son pocas las empresas que se descuelgan de acuerdos a nivel superior.