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Barcelona aprueba un plan que prohíbe abrir nuevos hoteles en el centro

  • Divide la ciudad en zonas de decrecimiento en un intento de regular el turismo
  • Hoteleros y hosteleros critican que "capitaliza" un derecho de los empresarios
  • También ha aprobado un plan de choque contra los pisos turísticos ilegales

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Vista de un hotel junto a la playa de la Barceloneta (Barcelona).
Vista de un hotel junto a la playa de la Barceloneta (Barcelona).

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes, con la protesta del sector hotelero, el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat) que impide la apertura de nuevos hoteles en varias zonas del centro de la ciudad y la limita en otras.

La medida, que se ha votado de forma nominal a petición de Ciudadanos, ha salido adelante con el apoyo del Gobierno de BComú y PSC y de ERC. La CUP se ha abstenido y CiU, C's y el PP han rechazado el plan. El texto debía aprobarse antes de que venciera la suspensión de licencias en Gràcia el 17 de marzo para evitar que se pudieran abrir nuevos establecimientos sin límite.

El Gobierno de Colau ha presentado en el mismo pleno, por exigencia de ERC para apoyar el Peuat, un plan de choque contra los pisos turísticos ilegales, por el que se doblarán este año los inspectores y los visualizadores -de 20 a 40 cada uno- y se añadirán más en 2018 hasta un total de 110.

Alfred Bosch (ERC) ha resaltado que los republicanos seguirán apretando para lograr medidas que beneficien a los vecinos para acabar con un "festival que no se puede permitir Barcelona".

Mapa del Ayuntamiento de Barcelona que muestra la división de la ciudad en zonas de decrecimiento hotelero.

Mapa del Ayuntamiento de Barcelona que muestra la división de la ciudad en zonas de decrecimiento hotelero. AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Zonas de decrecimiento

El Peuat plantea dividir la ciudad en varias zonas de decrecimiento. En la zona 1, que comprende Ciutat Vella, parte del Eixample, Poblenou, Vila Olímpica, Poble Sec, Hostafrancs y Sant Antoni, no se podrán abrir nuevos alojamientos; en la zona 2, sólo podrán abrir nuevos si cierran actuales; y en las zonas 3 y 4 el crecimiento será limitado.

La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, ha defendido que se trata de un paso decisivo para la regulación del turismo: "Hace falta acabar con la barra libre que actúa sin control en la ciudad", ha dicho, y ha celebrado que ningún grupo municipal ponga en duda la necesidad de regular dónde se instalan los alojamientos turísticos.

El concejal de Arquitectura, el socialista Daniel Mòdol, ha asegurado que el Peuat permitirá dar solución a algunos de los problemas que genera el turismo en la ciudad, y ha recordado que la redacción del plan ha estado rodeado de polémica, aunque ha resaltado que esta situación ha servido para "dejar claro que era necesario abordar la regulación".

Los hoteleros critican la medida

Por su parte, el consejo de Gremios de Comercio, Servicios y Turismo de Barcelona y el Gremio de Hoteles de Barcelona han rechazado el Peuat al considerar que "no es una herramienta para ordenar el turismo y no hace frente a la gestión real de la actividad" en la ciudad, según han informado en sendos comunicados.

En concreto, el Consejo de Gremios ha reclamado una gestión "eficiente, responsable y seria" para hacer pedagogía a favor del turismo y su crecimiento sostenible, y para mantener una promoción inteligente, permitiendo que sus beneficios se distribuyan entre todos los ámbitos socioeconómicos de la capital.

Asimismo, el Gremio de Hoteles de Barcelona ha criticado que el Peuat "capitaliza el libre y el lícito derecho de ejercer su actividad a los empresarios" turísticos, y ha añadido que debería permitir las obras de rehabilitación para el mantenimiento de la calidad de la planta hotelera sin que ello suponga la reducción del número de plazas hoteleras.

Ha rechazado el concepto de decrecimiento en una "actividad clave" para la ciudad, y ha argumentado que el Peuat ha de propiciar el crecimiento en los principales ejes de la ciudad y los edificios históricos, a la vez que ha insistido en preservar la seguridad jurídica en la ciudad.

Además, ha criticado los conflictos en la convivencia que los pisos turísticos ilegales están provocando y han pedido su erradicación, ya que, ha añadido, también fomentan la economía sumergida y el fraude fiscal sin asegurar garantías para el consumidor.