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Bruselas y el BCE urgen al Gobierno a que venda Bankia y BMN

  • Lo creen importante para fortalecer "aún más" la estabilidad del sector bancario
  • Consideran que el banco malo podría necesitar recapitalizarse aún más
  • Ambas instituciones constatan la "sólida" expansión económica del país

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Imagen de la sede de Bankia en Madrid
Imagen de la sede de Bankia en Madrid.

La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han urgido de nuevo al Gobierno español a completar la privatización de Bankia y de BMN, al mismo tiempo que han advertido que una fusión entre ambas entidades debería garantizar al recuperación de la máxima cantidad posible de dinero público.

"Cualquier decisión en este sentido debería respetar el principio de maximizar la recuperación de fondos públicos y ser consistente con los requisitos del mercado único", advierten ambas instituciones en el informe sobre la sexta misión de supervisión del rescate bancario, que tuvo lugar entre el 17 y el 19 de octubre, y que ha sido publicado este viernes.

Así, el texto subraya que el nuevo Ejecutivo "necesitaría perseguir una estrategia bien diseñada hacia la privatización de los dos bancos públicos restantes". "La venta de Bankia y BMN necesita completarse", añaden las instituciones europeas, porque es "importante para fortalecer aún más la estabilidad del sector bancario".

No obstante, el Gobierno ha aprobado prolongar en dos años, hasta finales de 2019, el plazo de privatización de Bankia y BMN. Además, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, anunció a principios de diciembre que se subastará BMN antes de estudiar una eventual integración con Bankia: "Si no hay puja (por BMN) que consideramos adecuada, procederemos al estudio de la integración de Bankia y BMN", explicó entonces.

En cualquier caso, el informe destaca que la reestructuración del sector bancario español "ha avanzado bien" y que "la implementación de los planes de reestructuración de los bancos españoles que han recibido ayudas públicas está casi completada". En la misma línea, el BCE y la Comisión Europea han subrayado que el sector financiero sigue mostrando "un alto grado de estabilidad", apoyada por la reestructuración en marcha, los bajos costes de financiación y la "fortaleza" de la recuperación económica.

El banco malo podría necesitar recapitalizarse

En el informe, Bruselas y el BCE han alertado sobre la evolución de las cuentas del banco malo y han señaldo como uno de los retos de la Sareb la obligación de revaluar sus activos para principios de 2017 en línea con las nuevas normas del Banco de España. "Este ejercicio puede llevar a mayores necesidades de aprovisionamiento, por encima de los 2.000 millones de provisiones adicionales de finales de 2015 e introducir una volatilidad importante en su posición patrimonial", han advertido

"Ahora que el capital de la Sareb ha caído a más o menos la mitad de su dotación inicial, tras la conversión de deuda subordinada en acciones, la volatilidad añadida puede ser particularmente problemática", han insistido. Por ello, han asegurado que podría surgir la necesidad de "nuevas rondas de recapitalización dependiendo de la evolución de algunos factores", principalmente la evolución del mercado inmobiliario.

Además, han afirmado que los resultados provisionales de la Sareb de la primera mitad del año "no muestran una mejora de su situación financiera". "La Sareb sigue teniendo resultados financieros negativos desde el inicio de sus operaciones, por ejemplo entre 2013 y 2015, incluso se han reducido gradualmente las pérdidas antes de impuestos en ese periodo", subraya el informe.

"Sólida" expansión del crecimiento económico

Con respecto al plano macroeconómico, el informe recuerda que el crecimiento económico en la primera mitad de año ha superado de nuevo las expectativas y sigue por encima de la media europea. Esta "sólida" expansión, apunta el texto, se debe al consumo privado, la dinámica de inversiones y las exportaciones.

Sin embargo, Bruselas y el BCE han recalcado que la deuda, tanto público como privada, sigue en niveles altos, al mismo tiempo que la baja productividad provoca que las ganancias de competitividad se consigan a costa de ventajas en costes y amplia los riesgos asociados a los desequilibrios del país.

Las instituciones afirman que continúa siendo un reto conseguir un crecimiento "equilibrado, sostenible e inclusivo", por lo que han insistido en la necesidad de retomar la agenda de reformas para reequilibrar la economía, reducir el desempleo e incrementar la productividad y el crecimiento potenciales.