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Antonio Guterres, nuevo secretario general de la ONU: "Sin paz, la vida está vacía de todo sentido

  • Guterres ha prometido combatir a "populistas" y "terroristas"
  • El sucesor de Ban Ki-moon tomará posesión del cargo el 1 de enero
  • Fue recomendado por el Consejo de Seguridad hace una semana
  • Los 193 Estados miembros de la ONU lo han oficializado por aclamación

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El exmandatario portugués Antonio Guterres, sucesor oficial de Ban Ki-moon al frente de la ONU
El exmandatario portugués Antonio Guterres, sucesor oficial de Ban Ki-moon al frente de la ONU

La Asamblea General de Naciones Unidas ha nombrado este jueves oficialmente al ex primer ministro portugués Antonio Guterres como nuevo secretario general de la organización. El portugués, que durante diez años estuvo al frente del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), asumirá su nuevo cargo el próximo 1 de enero.

Los 193 Estados miembros de la ONU aprobaron por aclamación la recomendación hecha por el Consejo de Seguridad, que el pasado día 6 propuso a Guterres como sucesor del surcoreano Ban Ki-moon. En sus primeras declaraciones, Guterres ha prometido combatir a "populistas" y "terroristas".

El portugués se convertirá en el noveno secretario general de la ONU y tiene un mandato inicial de cinco años, que vence el 31 de diciembre de 2021. Este jueves, los representantes de todos los países lo recibieron con una prolongada ovación y el propio Ban se ha encargado de darle la bienvenida.

António Guterres gana el sprint final para ocupar el máximo puesto de la ONU

"Es una elección fantástica para dirigir esta organización", ha dicho el diplomático, que ha destacado el trabajo de Guterres con los refugiados, su experiencia en la escena internacional y su conocimiento del funcionamiento de la ONU. "Valoro desde hace mucho sus consejos y admiro su espíritu de servicio", ha asegurado Ban.

Guterres: "Sin paz, la vida está vacía de todo sentido"

Tras el anuncio, Guterres ha llamado a la comunidad internacional a superar sus divisiones y unirse "por la paz". El ex primer ministro portugués lamentó que la paz sea la "gran ausente" del mundo actual y ha defendido que es la "responsabilidad moral" de toda la comunidad internacional acabar con esta situación.

"Sin paz, la vida está vacía de todo sentido. Sin paz, no podemos garantizar el desarrollo sostenible y el respeto de los derechos humanos", ha recordado. "Las amenazas que pesan sobre nuestra seguridad colectiva, sobre la naturaleza misma de nuestras sociedades y la supervivencia del planeta tal y como lo conocemos, son tales que nuestro interés común debe imponerse sobre todo aquello que nos divide", ha dicho Guterres en sus primeras palabras tras ser nombrado por la Asamblea General.

Por ello, ha considerado que la ONU debe tener como prioridad principal "la diplomacia de la paz", trabajando para reducir tensiones e impulsar soluciones pacíficas a los conflictos, que hoy no tienen más que "perdedores", ha apuntado.

Guterres dijo ser perfectamente consciente de las diferencias que separan a los países, pero ha dejado claro claro que no hay otra opción que superarlas. "Unámonos por la paz. Esa es la demanda más urgente de los ciudadanos del mundo a los que debemos servir", dijo a los representantes de los 193 Estados miembros de la ONU.

Incidir en la igualdad de género y un enfoque "humilde"

Guterres ha adelantado que, como secretario general, su intención es tener un enfoque "humilde", tendiendo puentes, y no tratando de imponer sus opiniones. En un discurso en inglés, francés y español, Guterres tocó varios de los asuntos clave para Naciones Unidas e hizo una mención especial de su deseo de trabajar por la igualdad de género.

"Desde hace mucho soy consciente de los obstáculos que las mujeres se encuentran en la sociedad, en la familia y en el trabajo sólo por su género", ha dicho. "La protección y el empoderamiento de las mujeres y niñas seguirá siendo un compromiso prioritario para mi", ha añadido.

Las palabras del sucesor de Ban Ki-moon han arrancado los aplausos de la Asamblea General, donde decenas de países demandaron en los últimos meses situar a una mujer al frente de la ONU.

Un moderado y conocedor del problema de los refugiados

El presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, ha subrayado que la dedicación de Guterres a "los ideales y valores comunes" de las Naciones Unidas "está fuera de toda duda". Además ha asegurado: "Estoy seguro de que el señor Guterres servirá a la comunidad global con dedicación, como una autoridad moral y que será la voz de nuestra conciencia colectiva y humanidad".

El de este jueves era un paso prácticamente formal, pues aunque la Asamblea General es quien nombra al jefe de las Naciones Unidas, la verdadera discusión tiene lugar en el seno del Consejo de Seguridad. Allí, Guterres se destacó desde el primer momento como el gran favorito, imponiéndose en todas y cada una de las seis votaciones informales que se llevaron a cabo desde el mes de julio.

Lo hizo pese a partir a priori con desventaja, por su sexo -decenas de países hicieron campaña para que la elegida fuese una mujer- y por no proceder de Europa del Este -región a la que, por la tradición de rotación geográfica, le correspondía el cargo.

Un ingeniero de palábra fácil

Antiguo mandatario luso y ex máximo responsable del ACNUR, Guterres, de 67 años e ingeniero de formación, ha hecho valer su experiencia política y diplomática para imponerse por méritos propios en un proceso de elección que ha sido más abierto y transparente que nunca.

Guterres se afilió al Partido Socialista portugués en 1973, el año de su fundación. Fue diputado durante más de 20 años, en los se ganó el apodo de “picareta falante” por taladrar a su rivales con su hábil oratoria. Se hizo con el liderazgo del partido y se convirtió en primer ministro entre 1995 y 2002.

Para la Historia, será el único que ha conseguido completar una legislatura al frente de un gobierno minoritario. Con fama de moderado y dialogante, desplegó también sus dotes diplomáticas para situar a Portugal entre los fundadores del euro o para movilizar a la comunidad internacional ante las matanzas en Timor Oriental.

No llegó, sin embargo, a completar su segundo mandato. Dimitió tras la debacle de su partido en las municipales de 2001, dando muestras de cierto agotamiento personal. La política nacional, en la que había volcado su vocación de servicio, le había mostrado sus limitaciones. Era el momento de dar el salto a la arena internacional. Su ambición secreta, según su círculo íntimo.