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Crisis de los refugiados

Miles de húngaros exigen al Gobierno de Orbán una política más humana para los refugiados

  • Este domingo Hungría vota si acepta el sistema de cuotas de refugiados de la UE
  • Los manifestantes han recordado el sufrimiento que padecen los refugiados
  • El primer ministro Viktor Orbán se opone categóricamente a que entren en el país

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Varios manifestantes sostienen una pancarta en la que se puede leer "Bienvenidos Refugiados" enfrente del Parlamento en Budapest.
Varios manifestantes sostienen una pancarta en la que se puede leer "Bienvenidos Refugiados" enfrente del Parlamento en Budapest.

Miles de personas han salido este viernes a las calles de Budapest para protestar contra la política inmigratoria del Gobierno del conservador Viktor Orbán. Dos días antes de la consulta sobre si se aceptan o no las cuotas de refugiados, los manifestantes han exigido una política más humana hacia aquellos que huyen de dictaduras y guerras.

Bajo el lema "¡Ve al ser humano!" unas dos mil persona se congregaron en la plaza Kossuth, donde se encuentra el edificio del Parlamento húngaro, convocados por organizaciones no gubernamentales y particulares. Durante la protesta, se ha recordado que la mayoría de los refugiados huyen de dictaduras y de guerras, por lo que si se les niega la ayuda, sólo se prolonga su sufrimiento.

"No podemos mirar hacia otro lado cuando estamos en un momento en el que todavía contamos con la posibilidad de llevar nuestro destino común hacia otra dirección", han asegurado los convocantes de la "Manifestación por una Hungría más humana".

Los manifestantes en Budapest reclaman un trato más humano para los refugiados.

Los manifestantes en Budapest reclaman un trato más humano para los refugiados. ATTILA KISBENEDEK

Consulta sobre las cuotas de refugiados

Este domingo se celebra en Hungría un referéndum sobre el sistema de reubicación de refugiados entre los países de la Unión Europea. La pregunta de la consulta será la siguiente: ¿Quiere que la UE tenga la potestad de ordenar el asentamiento obligatorio de ciudadanos no húngaros en Hungría sin el consentimiento del Parlamento?.

El primer ministro Viktor Orbán, opuesto al sistema de cuotas, ha convocado esta consulta popular, de la que se espera un respaldo a su oposición categórica a que refugiados entren el país. Durante su mandato, Hungría ha elevado vallas en sus fronteras y ha endurecido la legislación de inmigración con penas de hasta 5 años de cárcel por el cruce ilegal de las fronteras.

Un tributo a las víctimas de Alepo

Durante la protesta de este viernes en Budapest, una treintena de artistas húngaros han participado con un proyecto titulado Testimonio, que rinde tributo a las víctimas de la ciudad siria de Alepo que murieron allí o que se vieron obligados a huir.

Inspirados en el célebre cuadro Guernica de Picasso, los artistas han creado una especie de mosaico, del mismo tamaño de la pintura del maestro español, y esperan poder enviar la obra en una gira por el mundo que deberá durar hasta que llegue la paz a Alepo.

En la manifestación se ha leído un mensaje del renombrado director de cine húngaro Béla Tarr contra las vallas en las fronteras. "¿Qué moral representamos cuando construimos vallas? ¿Por qué pensamos que tenemos derecho a hacer eso?", ha preguntado el artista.

Grecia planea deportar a 250 inmigrantes a la semana

Mientras, Grecia planea comenzar a partir de noviembre a 250 inmigrantes a la semana, siempre que no hayan solicitado el estatus de refugiado, ha anunciado este viernes el ministro de Migración griego, Yanis Muzalas. Esta medida estaría amparada en el acuerdo del pasado marzo entre la Unión Europea y Turquía.

Sin embargo, para llegar a este ritmo de devoluciones, Atenas necesita la colaboración del personal de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO). Muzalas también ha explicado que los planes inmediatos del Gobierno incluyen trasladar a todos aquellos refugiados que no puedan ser devueltos a Turquía a centros del territorio continental para "descongestionar" la situación de las islas del Egeo oriental, donde, según las actuales cifras, hay 14.053 refugiados para 7.450 plazas disponibles.

El hacinamiento y la precariedad en los campamentos de refugiados de estas islas hace aumentar la tensión tanto entre los inmigrantes, que no ven salida a su situación, como entre la población local, que ve como se perpetúa un fenómeno que iba a ser temporal, lo que llegó a provocar en las pasadas semanas incidentes en Lesbos y Quíos.