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Crisis de refugiados

La tecnología en los campos de refugiados: conectar en lo humanitario

  • La ONG World Vision desarrolla sistemas para mejorar la asistencia
  • Una tarjeta identificativa permite agilizar trámites y el reparto de ayuda
  • El acceso a internet también es útil para refugiados y trabajadores
  • La cooperante Charo Izquierdo explica a RTVE.es su trabajo en Líbano

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Las nuevas tecnologías permiten mejorar la asistencia en los campos de refugiados
Las nuevas tecnologías permiten mejorar la asistencia en los campos de refugiados.

Hace un año, vimos a miles de refugiados desembarcar masivamente y a la desesperada en tierras europeas: llegaron a ser más de un millón de personas que escapaban de la guerra de Siria, pero también de otros conflictos; había también quienes huían de años de supervivencia en campos de refugiados de algún otro país de Oriente Próximo, que no era el suyo. Su situación ha revelado una grave crisis migratoria y humanitaria que es la de todos nosotros y que, a día de hoy, aún no se ha resuelto, pero en nuestra memoria siguen sus rostros, sus miradas: tristes o perdidas, aunque también, impregnadas de esperanza.

A los periodistas que, en momentos puntuales, nos ha tocado contar de cerca su travesía nos es difícil olvidar sus preguntas: "¿Dónde estoy? ¿En qué país?", me preguntó una noche de septiembre de 2015 un joven paquistaní que acababa de atravesar a pie la frontera entre Serbia y Croacia. Junto al Danubio, a las puertas de un campamento militar que, de tan improvisado, daba miedo.

Llevamos muchos meses "conectando" con sus historias, aunque su drama dura mucho más. Para intentar aliviarlo, la ONG World Vision acaba de lanzar una campaña que busca que sean ellos los conectados, ya que un solicitante de asilo tiene mucho trámites por delante, mucho papeleo que rellenar y unas cuantas horas de espera para obtener, por ejemplo, productos de primera necesidad.

Esta organización lleva más de diez años utilizando un sistema que utiliza las aplicaciones móviles para gestionar mejor las respuestas a desastres y emergencias: han incluido la tecnología digital como parte de su labor humanitaria, a través de las Last Mile Mobile Solutions (LMMS). Todo se resume en una tarjeta.

Replica del carné de refugiada de Shirin, donde se guardan todos sus datos y los de su familia

Replica del carné de refugiada de Shirin, donde se guardan todos sus datos y los de su familia. WORLD VISION

Las tecnología al servicio de las respuestas humanitarias

Shirin, una viuda siria que escapaba con sus hijos de las bombas que caían en su país, la recibió nada más llegar al campo de refugiados de Duhok, en el Kurdistán iraquí. La tarjeta contiene toda la información sobre ella y su familia, así que no tiene que contar una y mil veces la misma historia.

En los centros de distribución de ayuda de World Vision es identificada inmediatamente y, de la misma forma, recibe lo que necesita. Tarjetas como la de Shirin se utilizan actualmente en más de 30 campamentos de Irak.

Asimismo, esta tecnología ya está siendo utilizada por Cruz Roja o por otras organizaciones como Oxfam o Save The Children; incluso por agencias de Naciones Unidas como Unicef, en más de 25 países. A través de ella, es posible una mayor y más efectiva colaboración con los donantes y con los gobiernos.

Vuelvo a acordarme de aquel joven paquistaní que me preguntó una noche en Croacia en qué país estaba. Acababa de perder de vista al grupo de amigos con el que viajaba; habían cruzado el río a nado y los había perdido. Y era tal su desorientación que no sabía ni en qué planeta estaba.

Las nuevas tecnologías permiten mejorar la asistencia en los campos de refugiados

Las nuevas tecnologías permiten mejorar la asistencia en los campos de refugiados. WORLD VISION

La información, un valor en sí mismo

La información -que allí brillaba por su ausencia- es un valor en sí mismo, por eso los proyectos que World Vision desarrolla sobre el terreno también incluyen espacios con internet, que aporta una ayuda primordial tanto para los refugiados como para los propios trabajadores humanitarios.

Charo Izquierdo, trabajadora de World Vision, viajó a Líbano, cuando se cumplían cinco años de la guerra en Siria. Desde Beirut, se desplazó al Valle de la Becá, donde se concentra el mayor número de refugiados sirios en el país: se calcula que en torno al 36 % del total.

En su diario de viaje, Charo anotaba sus impresiones: "En Líbano no hay campos de refugiados formales. Los refugiados se han instalado por su cuenta y han construido sus refugios con sus manos, utilizando lonas, plástico y madera".

"Con los fondos de los donantes españoles estamos trabajando en tres frentes: por un lado, estamos instalando letrinas para las familias y también les estamos entregando tanques para que puedan almacenar agua. También, en algunos casos, estamos entregando dinero en efectivo para que las familias más vulnerables puedan hacer frente a sus necesidades más urgentes", relata a RTVE.es.

Tecnología al servicio de los refugiados en Líbano

La ONG World Vision desarrolla herramientas con nuevas tecnologías para mejorar la asistencia en los campos de refugiados

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  • Tecnología al servicio de los refugiados en Líbano

    Tecnología al servicio de los refugiados en Líbano

    Una trabajadora introduce los datos de una refugiada a través del programa LMMS.

  • Tecnología al servicio de los refugiados en Líbano

    Tecnología al servicio de los refugiados en Líbano

    Las nuevas tecnologías permiten mejorar la distrbución de bienes básicos; en la imagen, una familia se abastece de agua en un campo de refugiados libanés.

Un paraguas para los más vulnerables

"Además, se están levantando más centros de apoyo psicosocial para los niños refugiados. Porque, en general, llegan con traumas graves: han perdido a algún familiar o han visto morir a sus seres queridos", explica.

Algunos niños, gracias a estos centros, están descubriendo sus habilidades y sus pasiones

Estos centros sirven de gran ayuda a los pequeños: "Al inicio de cada clase, abren un paraguas imaginario y ahí los niños van dejando todas sus penas y lo que les hace daño. Al final de la clase recogen, entre todos, el paraguas. Algunos niños, gracias a estos centros, están descubriendo sus habilidades y sus pasiones. Bassel, un niño de 7 años nos ha contado que lo que más le gusta es pintar".

"Todos nos han contado que tienen que trabajar para ayudar s sus familias. Las niñas normalmente limpian casas. Los niños ayudan en el campo, pero también pueden dedicarse a la venta ambulante", cuenta Izquierdo.

Son llamadas de atención desde el terreno. Y hay iniciativas que se piensan, se discuten y se llevan a término. Para que su futuro no sea sólo un dibujo sobre un papel. Para que no los olvidemos. Para que sigamos conectados a ellos.