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Brahim Gali, elegido nuevo presidente del Frente Polisario con el 93% de los votos

  • También presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)
  • Fue representante del Polisario en España hace una década
  • Está abierto a regresar al campo de batalla si fracasa el diálogo

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Imagen de archivo de Brahim Gali, nuevo presidente del Frente Polisario
Imagen de archivo de Brahim Gali, nuevo presidente del Frente Polisario

Brahim Gali, histórico líder militar y uno de los fundadores del Frente Polisario, ha sido elegido este sábado nuevo secretario general del citado movimiento independentista y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Gali, considerado una de las voces más duras e influyentes del liderazgo saharaui, ha obtenido 93,19% de los votos emitidos por los 2.470 congresistas reunidos desde el viernes en el campo de refugiados de Dakhla, el más occidental de los establecidos hace 40 años en el desierto argelino.

Según datos de la Comisión electoral nacional, el que fuera representante del Polisario en España recibió 1.803 votos a favor y cero en contra, con 538 abstenciones, 64 papeletas nulas y 65 en blanco.

Miembro de la "vieja guardia", Gali -de 67 años- ha sido de todo: soldado en la fuerza nómada bajo control colonial español, activista subversivo, fundador del Frente Polisario y la RASD, líder guerrillero, ministro de Defensa y embajador tanto en Madrid como en Argel.

Abierto a regresar al campo de batalla si el proceso de diálogo sigue estancado y la comunidad internacional continua permitiendo lo que denomina política dilatoria de Marruecos, algunos medios le señalan además como el candidato sostenido por Argelia, principal aliado de los saharauis.

Y también el político al que menos quería ver al frente del liderazgo saharaui Marruecos, potencia ocupante desde 1975 que prefería un perfil "mas dialogante" y acomodaticio.

Afable y con un fluido dominio de español, fuentes saharauis aseguran que Gali es "un líder de consenso" que mantendrá la línea trazada por el secretariado general, apostando por seguir la vía diplomática.

Aunque quizá con un cariz más duro, aumentado la presión en los organismos mundiales para que obliguen a Marruecos a cumplir la ley internacional y se celebre el referéndum de autodeterminación prometido.

Su primera prueba de fuego será precisamente la decisión que la ONU tome a finales de mes sobre la continuidad de sumisión en el Sáhara Occidental (MINURSO).