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Un asalto con rehenes en un restaurante de Bangladesh deja al menos 28 muertos

  • Los muertos son 20 civiles (algunos extranjeros), seis atacantes y dos policías
  • El ataque ha durado 12 horas y ha sido reivindicado por el Estado Islámico
  • Desde 2013 el país sufre una ola de atentados de corte islamista

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20 civiles muertos en un ataque terrorista en Dacca

Al menos 28 personas han muerto tras un ataque con rehenes en un resturante de Dacca, capital de Bangladesh, que ha durado alrededor de 12 horas.

Aunque la cifra sigue siendo confusa, entre las víctimas mortales hay 20 civiles, algunos de ellos extranjeros, según un portavoz del Ejército que ha rectificado y ahora reconoce que también hay víctimas locales. La mayoría de los rehenes han sido asesinados con arma blanca.

El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, ha confirmado que al menos nueve italianos están entre los fallecidos, y un décimo logró huir. Además se ha confirmado la muerte de siete japoneses y un estadounidense.

Además de las víctimas civiles han muerto los seis atacantes y dos policías que han participado en la operación. La primera ministra del país, Sheikh Hasina, confirmó la muerte de seis de los insurgentes y la captura de uno más con vida, al tiempo que aseguró que 13 rehenes fueron liberados, incluidos un japonés y dos ciudadanos de Sri Lanka.

Hasina no dio detalles sobre la posible muerte de alguno de los rehenes y sentenció que todo aquel que comete ataques de esta índole durante el mes sagrado de Ramadán no puede ser considerado musulmán. El ataque ha sido reivindicado por el Estado Islámico.

La policía monta guardia frente al restaurante atacado en el corazón diplomático de Dacca AFP PHOTO / APF / STR

"Una película de terror"

El objetivo del ataque, cuya autoría ha reivindicado el Estado Islámico, ha sido Holey Artisan Bakery-O'Kitchen, un restaurante con panadería más conocido simplemente como Holey y especializado en cocina mediterránea cuyos chefs son dos argentinos y que es frecuentado por la comunidad expatriada y la clase alta bangladesí.

Uno de los chefs argentinos del local, Diego Rossini, se encontraba en el establecimiento en el momento del ataque. Ha dicho a Efe sentirse conmocionado tras vivir "una película de terror" de la que consiguió escapar después de esconderse de los terroristas y ser ayudado por la Policía.

"Estaba sacando mis mesas y vi que caía alguien, que un tipo se desplomaba fuera (en el jardín) por dispaross. Di por hecho que eran terroristas", ha explicado Rossini, que junto a su compatriota Gastón Palacios, fuera de Bangladesh estos días, dirige desde hace dos años la cocina del local, ubicado en el acomodado barrio de Gulshan.

"Tenía un protocolo de seguridad desde el año pasado, así que subí (a la terraza). Subimos unas diez personas, pusimos muebles en la puerta. Pensamos que los terroristas matarían a los clientes y se irían, pero al rato notamos cómo empujaban la puerta, como si fuera una película de terror", relata.

Según Rossini, que hoy cumple 42 años, los agresores eran jóvenes, "entre 20 y 30 años", iban equipados con pistolas, rifles automáticos y uno de ellos llevaba una bolsa con granadas.

"Pasé unas tres horas escondido en diversos lados. Se salvó la mayoría de los que estaban conmigo saltando hacia los aledaños. Al final abrieron la puerta. No tenían ángulo de disparo hacia donde yo estaba, a la altura de unos tanques de agua. Si les hubiera dado por buscar me podrían haber encontrado", agrega. "Me pasaron tiros cerca. En un momento tiraron una granada. Salté una verja de pinchos, unos cuatro metros (de altura). Me traté de agarrar a un árbol, pero me caí y quedé atrapado en un pasillo cercano", relata.

En esos instantes, contingentes de la Policía rodeaban ya el lugar y se enfrentaban a tiros con los atacantes. "Los policías intentaron mirar por el hueco, levanté las manos y me sacaron", ha explicado aliviado Rossini, con un fuerte dolor en la espalda fruto de la caída y la creencia de tener alguna vértebra rota.

Oleada de ataques de corte islamista

Fuentes diplomáticas y expertos de seguridad habían advertido a Efe hacía meses de la posibilidad de un ataque coordinado de esta envergadura en Bangladesh, un país de mayoría musulmana que desde 2013 ha sufrido una ola de ataques de corte islamista que se intensificó el año pasado.

Los atentados selectivos, generalmente a machetazos, han provocado la muerte de más de 40 personas en los últimos tres años, entre las que figuran fieles de minorías religiosas como hindúes, cristianos y budistas, seguidores de sectas no adscritas a la rama ortodoxa suní, activistas homosexuales o extranjeros.

Algunas de las acciones terroristas han sido reivindicadas por el grupo yihadista Estado Islámico y otras por la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio, si bien las autoridades responsabilizan a grupos autóctonos.

En medio de este auge islamista, la Policía lanzó el pasado junio una operación anti-yihadista que se saldó con miles de detenidos, incluidos cerca de 200 supuestos extremistas.