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La inversión extranjera directa en Latinoamérica cayó un 9,12% en 2015 por el sector de las materias primas

  • En Brasil, primer receptor, la IED se redujo un 23% hasta 75.075 millones
  • En México, segundo receptor, aumentó un 18% hasta 30.285 millones
  • A nivel global, los flujos mundiales de IED aumentaron un 36% en 2015

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Trabajos de perforación de uno de los túneles en la mina de cobre de Chuquicamata, en Calama (Chile)
Trabajos de perforación de uno de los túneles en la mina de cobre de Chuquicamata, en Calama (Chile).

La inversión extranjera directa (IED) cayó en América Latina y el Caribe un 9,12% en 2015 en comparación con 2014, hasta 179.100 millones de dólares, su peor cifra desde 2010, ha informado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por la caída de la inversión en sectores vinculados con los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y por una desaceleración del crecimiento económico.

En su informe anual La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2016, la Cepal prevé que este año la IED se mantenga "en niveles inferiores a los alcanzados en los últimos años, en línea con las perspectivas económicas". De hecho, "podría disminuir" un 8%, advierte el informe, que matiza que, sin embargo, "seguirá siendo un factor importante" para las economías de la región, "por lo que urge atraer flujos de calidad".

"En la actual configuración de la economía global, la IED está llamada a jugar un rol relevante en los procesos nacionales y regionales de desarrollo. Con políticas activas e integradas, los países pueden aprovechar estos flujos para diversificar sus economías, potenciar la innovación y la incorporación de tecnología y responder a los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, ha dicho Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal.

El organismo de la ONU señala que el descenso de 2015 en la región "contrasta con el dinamismo observado a nivel global", cuando los flujos mundiales de IED aumentaron un 36%, llegando a 1,7 billones de dólares. Dichos flujos fueron empujados por una intensa ola de fusiones y adquisiciones, sobre todo transfronterizas, focalizada en los países desarrollados.

Brasil, principal receptor de la región

En Brasil, la inversión extranjera directa se redujo un 23%, hasta 75.075 millones de dólares, aunque el país se mantuvo como el principal receptor de la región, con un 42% del total. En México, segundo mayor receptor, las entradas aumentaron un 18%, hasta 30.285 millones de dólares, uno de sus niveles más altos en siete años, con el sector manufacturero, principalmente la industria automotriz, y las telecomunicaciones liderando las mayores inversiones.

En cambio, la caída de los precios de los minerales afectó negativamente los ingresos de IED en Chile, al caer un 8% hasta 20.457 millones de dólares, y en Colombia, donde disminuyeron un 26% hasta 12.108 millones.

En Argentina, las entradas aumentaron un 130%, hasta los 11.655 millones de dólares, alza que se explica porque en 2014 se contabilizó la nacionalización del 51% de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) realizada en 2012, que significó una desinversión de cerca de 6.000 millones de dólares.

En Centroamérica, los ingresos de IED aumentaron un 6%, totalizando 11.808 millones de dólares. Con un 43% del total, Panamá continúa siendo el principal receptor en la región; le siguen Costa Rica (26%), Honduras (10%) y Guatemala (10%), mientras que la IED en el Caribe disminuyó un 17% hasta los 5.975 millones de dólares.

Por otra parte, las salidas de IED desde la región disminuyeron un 15%, a 47.362 millones de dólares en 2015, lo que según la Cepal refleja la moderación de la expansión que habían iniciado las llamadas empresas translatinas entre 2007 y 2012.

Considerando el volumen de inversión de estas compañías, Brasil y México son los países con más capital invertido fuera de sus fronteras, aunque en 2015 Chile fue el principal inversor en el exterior, con 15.794 millones de dólares, un 22% más que el año anterior. La IED desde Brasil sumó 13.498 millones de dólares, un 48% menos, mientras la correspondiente a México llegó a 12.126 millones, un 62% más.