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'Eddie el Águila', la importancia de participar

  • Se estrena el biopic sobre el primer saltador británico de esquí olímpico
  • Taron Egerton y Hugh Jackman protagonizan la cinta dirigida por Dexter Fletcher

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Tráiler de 'Eddie, el Águila'

"Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar, sino participar; lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien". Este lema olímpico acuñado por Pierre de Coubertin, padre de los Juegos Olímpicos modernos, parafraseando al obispo de Pensilvania Ethelbert Talbot, es el leitmotiv de Eddie el Águila, el biopic sobre el singular saltador inglés de esquí Eddie Edwards que se estrena este viernes 10 en los cines españoles.

Protagonizada por Taron Egerton (Kingsman: Servicio secreto) y Hugh Jackman (X-Men, Los miserables) y dirigida por Dexter Fletcher (Amanece en Edimburgo), la película narra la historia real de superación de Eddie Edwards, que se convirtió en 1988 en el primer representante de Gran Bretaña en salto de esquí olímpico gracias a su tenacidad, tornada en cabezonería en algún momento.

Desde muy pequeño, Michael Eddie Edwards siempre soñó con convertirse en deportista olímpico y se dedicó por completo a lograrlo. Aunque nunca fue un portento físico, Edwards fue superando todas las dificultades que se le fueron presentando, incluidas las del propio Comité Olímpico Británico -que endureció los requerimientos para clasificarse para el salto olímpico con el objetivo de dejarle fuera-, hasta que hizo realidad su sueño y participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary (Canadá) en 1988 en la modalidad de salto de esquí de 70 y 90 metros. Terminó el último en ambas modalidades, pero se convirtió en un personaje querido y foco de atención de los medios de comunicación por su ejemplo de superación, que le dieron el apodo de El Águila.

Hugh Jackman, el admirador confeso

Uno de los puntos fuertes de Eddie el Águila es la siempre atractiva y resultona presencia de Hugh Jackman, que confiesa que era un gran admirador de Edwards, cuya hazaña trascendió por los cinco continentes hasta llegar a su Australiana natal. "Eddie es una leyenda que alberga ese espíritu puro de intentar las cosas. Y él intentó el deporte más peligroso, casi suicida: el salto de esquí. Yo mismo quería ir a las Olimpiadas cuando era un niño, pero nunca habría ido tan lejos", explica el actor australiano.

De hecho, el personaje de Jackman, Bronson Peary, un ex saltador de esquí bebedor y fumador, que se convierte en el entrenador de El Águila, aunque este en la realidad trabajó de forma muy autodidacta y solitaria y estaba constantemente cambiando de entrenador. Por su parte, Egerton, en el que es su tercer largometraje, logra una caracterización perfecta, a la que tuvo que añadir horas de entrenamiento para aprender a esquiar y poder imitar las posiciones necesarias del salto de esquí. El reparto lo completan Jo Hartley, Keith Allen y Chistopher Walken en un breve papel.

Narrada con oportunas dosis de humor, la película no deja de ser un mero entretenimiento que cumple con ese objetivo, aunque deja la sensación de desaprovechar una gran historia merecedora de un tono más épico. A veces, lo importante no es solo participar.