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Crisis de los refugiados

Amnistía Internacional denuncia que el sistema de asilo en España lleva a la indigencia

  • La organización explica que el sistema de acogida es "ineficaz" y "arbitrario"
  • No asegura a los refugiados una vida digna ni la posibilidad de integrarse
  • Denuncia largas listas de espera, desprotección y ayudas inadecuadas
  • Refugiados en España: en el limbo del asilo

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Llegada de 20 refugiados sirios e iraquíes a España, el pasado 24 de mayo. EFE/Presidencia del Gobierno/Diego Crespo
Llegada de 20 refugiados sirios e iraquíes a España. EFE/Presidencia del Gobierno/Diego Crespo

Quienes solicitan asilo en España "no son bienvenidos", asegura Amnistía Internacional, que sostiene que el sistema de acogida es "ineficaz, arbitrario y discriminatorio". La organización presenta en su último informe la preocupante situación en la que se encuentran las personas refugiadas en España y que en muchas ocasiones no tienen aseguradas una vida digna ni la posibilidad de integrarse e incluso "puede llevar a las personas a la indigencia a medio plazo".

El asilo en España: un sistema de acogida poco acogedor, presentado por la ONG este martes, concluye que España no es un país de acogida para aquellos que huyen de la guerra y la persecución. A través de entrevistas, testimonios y visitas a centros, Amnistía explica que el sistema no está funcionando. El tratamiento que reciben los solicitantes está lejos de ser el adecuado y muchos de ellos se ven abocados a la marginalidad y a la exclusión social, incluso una vez que han obtenido la protección internacional.

"El sistema de acogida es ineficaz, está obsoleto, es discriminatorio y lleva a medio plazo a las personas refugiadas a la indigencia sin tener si quiera un numero alto con el que lidiar", ha asegurado el directo de Amnistía en España, Esteban Beltrán, para incidir en que las cifras de asilo en España son "ridículas" pues en 2015 "sólo 1.020 personas recibieron algún tipo de protección cuando había una lista de espera de más de 16.400 expedientes".

Listas de espera, ayudas económicas inadecuadas, desprotección, falta de información sobre sus derechos y su situación legal en el país, menores sin acceso a la educación... Estos son algunos de los problemas que relata la organización en el texto, en el que subraya que, según la normativa nacional e internacional, los refugiados deben recibir prestaciones sociales específicas y ver satisfechas sus necesidades en condiciones de dignidad.

La crisis de los refugiados evidencia las carencias del sistema

A pesar de que España es uno de los países de la Unión Europea con las cifras de solicitudes de asilo más bajas, la grave crisis en Oriente Medio y la guerra en Siria han puesto de manifiesto las carencias del sistema y la falta de voluntad política para arreglarlas, indica la ONG.

El reciente incremento de peticiones de asilo -más de un 90% con respecto a 2012- no se ha traducido en un aumento de los recursos. Por ejemplo, el personal de la Oficina de Asilo y Refugio no ha sido reforzada hasta finales de 2015, lo que ha conllevado grandes retrasos en las solicitudes y largas listas de espera.

Además de las demoras, Amnistía también denuncia un criterio desigual a la hora de atender peticiones. Bajo el llamado "criterio de prudencia", las autoridades deciden no estudiar algunas solicitudes de protección internacional a la espera de que mejore la situación en el país de origen. Así, personas de Mali o Ucrania pueden ver su petición paralizada.

Un grupo de refugiados traslada sus pertenencias durante el desalojo del campamento improvisado de Idomeni, en Grecia el pasado 24 de mayo.

Un grupo de refugiados traslada sus pertenencias durante el desalojo del campamento improvisado de Idomeni, en Grecia el pasado 24 de mayo. YANNIS KOLESIDIS

Un modelo de acogida inadecuado

Pero la ONG va más allá de la falta de recursos económicos y critica que el sistema español se aleja de los estándares internacionales, no atiende a muchas de las necesidades básicas y específicas de los refugiados y no garantiza su integración en la vida social.

Uno de los principales inconvenientes que Amnistía ha detectado es que la legislación no está actualizada. Por un lado, no se han incorporado las últimas directivas europeas (a pesar de que el plazo para hacerlo ha expirado). Por otro, la Ley de Asilo de 2009 todavía no ha sido desarrollada. En este inexistente reglamento deberían estar concretadas muchas de las medidas a aplicar, con lo que es complicado para el solicitante conocer sus derechos y más, exigirlos.

Como consecuencia de esta falta de regulación clara, el sistema de ayudas, apunta Amnistía, tiene una aplicación desigual y aleatoria. Y además es insuficiente ya que la mayoría de personas que piden asilo en España siguen a la espera de que su petición se resuelva cuando se agota su derecho a recibir una prestación económica. También sucede que no hay ayudas específicas para facilitar la integración.

Otro de los grandes problemas es la falta de entrevistas individuales, que impide detectar las necesidades concretas de cada refugiado. Al no tener en cuenta los perfiles de vulnerabilidad -menores de edad, víctimas de tortura, de trata o de violencia sexual- no reciben la atención necesaria.

En definitiva, Amnistía Internacional pide a las autoridades españolas que acometan una profunda revisión de las políticas actuales. Además, insta al gobierno a incrementar las cifras de acogida y a agilizar los procesos.

"El asilo en España", en datos

España, entre los países menos solicitados de asilo. De los 1.321.600 refugiados que pidieron protección internacional en 2015 en la UE, España solo ha recibido 14.780 solicitudes. Alemania es el primero con 476.510 personas.

Se multiplica el número de solicitudes pero no el presupuesto. El número de refugiados que ha pedido asilo en España desde 2012 ha crecido en un 91,25%. Mientras tanto, la partida presupuestaria dedicada a la acogida solo ha aumentado un 2,26% de 2015 a 2016. Además, desde 2008 a 2013, el presupuesto se redujo de 300 millones de euros a solo 94.

Incumplimiento de promesas. España prometió en octubre acoger a 20.780 refugiados, quedando en marzo de este año en 15.888. Sin embargo, tan solo 18 han llegado a nuestro país. Canadá, por ejemplo, ha acogido ya a 18.000.

España deja la lista negra de la reubicación. La UE ha ofrecido 3.428 plazas disponibles para reubicar a refugiados, de las cuales 200 son de España. Hasta esta semana, cuando 80 refugiados provenientes de Grecia están llegando a tierras españolas, nuestro país se encontraba en la lista de países que aún no habían aceptado a reubicados junto con Bélgica, República Checa, Croacia, Polonia, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia.

Gran parte de los refugiados no se quedan en España. Desde 2008 a 2014 las autoridades españolas han recibido 14.900 solicitudes de refugiados que, aunque entraron por España, quieren ser trasladados a otros países de la UE.

Una ley sin reglamento. La ley reguladora del derecho de asilo y protección subsidiaria en España se encuentra sin reglamento vigente que la desarrolle. Por tanto, los refugiados encuentran muchos problemas para exigir sus derechos.