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Amira, una libia en el limbo del asilo: "Necesito volver a ser alguien"

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Amira, en el limbo del asilo: "Necesito ser alguien"

Amira es el nombre de ficticio de una mujer a la que España ha dado la espalda. Esta activista libia lleva dos años y dos meses en nuestro país sin que se haya resuelto aún su petición de asilo y sin que goce ya de ningún tipo de protección. No es el único caso. Las autoridades españolas tienen 16.400 solicitudes de asilo por resolver desde 2015. 16.400 vidas en suspenso esperando una respuesta de la Administración.

“Decidí hacerme activista para defender los derechos de la mujer cuando me di cuenta de que la revolución contra Gadafi era una gran mentira. Las milicias islamistas tomaron el poder y redujeron nuestros derechos. Querían someter a la mujer e imponer su ley islámica, no devolvernos la democracia”, explica Amira a RTVE.es.

Tengo amigas asesinadas, en la cárcel, mi nombre estaba en la lista negra

La joven sabía que era peligroso enfrentarse a los insurgentes. “Paraban mi coche, se encaraban con sus armas, me insultaban por no llevar velo… Tengo amigas asesinadas, en la cárcel, mi nombre estaba en la lista negra”, recuerda. Al final tuvo que huir.

Una doble vida

Primero viajó a Malta y de ahí a Noruega. En Oslo le dijeron que su visado para viajar por la zona Schengen había sido expedido en España y que en virtud del Reglamento de Dublín no podía quedarse. “Las autoridades me dijeron que en España conocían mi caso y me darían acogida pero al llegar al aeropuerto la policía no sabía qué hacer conmigo, me entregaron el pasaporte y me dijeron que podía ir donde quisiera”, explica.

Amira fue a la Cruz Roja, donde le informaron de su derecho a solicitar asilo por encontrarse perseguida en su país de origen. Durante los primeros seis meses obtuvo una ayuda, pero al cabo de ese tiempo se quedó en la calle sin más recurso que los 340 euros que se entrega en concepto de "ayuda de salida". Se buscó la vida como pudo. Fueron meses muy duros. Ahora ha encontrado trabajo.

“Estoy viviendo dos vidas, como una residente y como una solicitante de asilo. Ahora estoy trabajando, algo que es un privilegio para un solicitante de asilo. Estuve un año buscando trabajo. Contacté con 300 empresas, pero no quieren a solicitantes de asilo, así que lo he ocultado. Poca gente de mi entorno lo sabe. Pago mis impuestos, tengo un número de la seguridad social, pero no tengo el papel que me permita recuperar mi nombre. Estoy como en un estado de suspensión esperando a ver qué pasa con mi caso”, asegura.

Refugiados condenados a la indigencia

En 2015, tan sólo 1.020 personas recibieron algún tipo de protección en España, según los datos de Amnistía Internacional. La organización ha denunciado este martes en su último informe que el sistema de asilo en España es “arbitrario, ineficaz, obsoleto, discriminatorio” y condena a la indigencia.

España acoge menos del 1% de las solicitudes de asilo de refugiados de la U. E

Marian presta su testimonio en el informe: es solicitante de asilo, tiene igual que Amira la petición admitida a tramite y "ahora duerme en un sitio para personas sin hogar”.

Esta siria además de huir de la guerra lo hacía de la violencia y del maltrato por parte de su pareja. En Argelia, durante su travesía hacia Europa, sufrió un intento de agresión sexual por tres hombres. De Argelia a Marruecos, después a Melilla, Córdoba y al final la Red Solidaria de Acogida la encontró durmiendo en un parque de Madrid.

“Las autoridades no están cumpliendo con sus responsabilidades. No identifican a las personas en situación de máxima vulnerabilidad y el resultados es que quienes ya han sufrido procesos traumáticos acaban en la calle”, señala Virginia Alvárez, investigadora de AI y autora del informe El asilo en España: un sistema de acogida poco acogedor.

Una vida digna

Familias separadas, inseguridad, robos en los centros de acogida, abandono por parte de las autoridades. Hasta 80 testimonios ha recogido Amnistía Internacional de refugiados o solicitantes de asilo en España que denuncian los múltiples obstáculos a los que se enfrentan para tener una vida digna.

"Ya no es sólo que no acogemos a los que nos corresponden, si no que a los que llegan no les integramos como se merecen", advierte el director de AI en España, Estebán Beltrán.

España se ha comprometido a acoger a 17.337 personas entre 2016 y 2017, el mismo número de refugiados que Canadá ha recibido ya en los últimos meses. Hasta hace unos días tan sólo habíamos acogido a 18.