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Crisis política en Brasil

Las escuchas telefónicas ponen en jaque al nuevo Gobierno de Brasil

  • El ministro de Planificación, Romero Jucá, dimite tras diez días en el cargo
  • La filtración de unas conversaciones le implicaba en el Caso Petrobras
  • Supone el primer golpe para el Gobierno de Temer, que sustituyó al de Rousseff

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Las escuchas telefónicas ponen en jaque al nuevo Gobierno de Brasil

El senador y ministro de Planificación Romero Jucá ha dimitido este lunes de su cargo en el Gobierno de Brasil encabezado por el presidente interino Michel Temer. Esta dimisión se produce tras la filtración de unas escuchas telefónicas en las que Jucá habla con sospechosos de participar en el Caso Petrobras. Se trata de la primera baja para Temer tras llevar tan solo diez días en el poder. Una vez más, la grabación de conversaciones sacude a la política brasileña, tras golpear anteriormente a referentes como el expresidente Lula da Silva.

"Voy a pedir una licencia de mi cargo hasta tanto la Fiscalía se manifieste sobre mi caso", ha afirmado Romero Jucá. El hasta ahora ministro de Planificación, hombre cercano al presidente Michel Temer e investigado por desvíos en Petrobras, ha protagonizado el primer escándalo del nuevo Gobierno apenas once días después de que el Senado apartara a Rousseff de su cargo y Temer asumiera la Presidencia.

En una grabación divulgada por el diario Folha de Sao Paulo, Jucá mantiene una conversación con el expresidente de la estatal Transpetro Sergio Machado, también sospechoso de participar en la gigantesca red de corrupción de Petrobras.

En la conversación, grabada en marzo pasado, Juca sugiere, todavía como senador, que un cambio en el Gobierno y la llegada al poder de Temer podría propiciar la creación de un "pacto nacional" que "delimitase" las investigaciones sobre ese escándalo. Tras conocerse esta filtración, Jucá indicó que el audio era real pero había sido "sacado de contexto" y transmitía una "idea equivocada" de la conversación.

Sin embargo, horas después el ministro anunció su separación del cargo, al revelarse la totalidad del audio y no dejar dudas de que el senador se había referido a obstruir la investigación.

"Ya no hay duda de que existe un golpe", afirma Rousseff

Las reacciones por parte de Dilma Rousseff y sus seguidores no se han hecho esperar. "Si alguien aún no tenía certeza de que hay un golpe en curso basado en el desvío de poder y en el fraude, las declaraciones fuertemente incriminatorias sobre los reales objetivos del impeachment (juicio político) y sobre quien está detrás de él, elimina cualquier tipo de duda", ha expresado Rousseff en un discurso durante un congreso de agricultores.

Para Ricardo Berzoini, ministro de la Secretaría con Rousseff, las escuchas telefónicas a Romero Jucá demuestran que el impeachment tiene el objetivo de "frenar las investigaciones de los crímenes practicados".

Las grabaciones telefónicas filtradas que han provocado la dimisión de Romero Jucá no han sido las primeras que han puesto en entredicho a la política brasileña. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, blanco de dos investigaciones judiciales por supuesta corrupción, fue también víctima de escuchas telefónicas.

Las grabaciones al ex jefe de Estado fueron autorizadas por el temido juez Sergio Moro, que concentra las investigaciones de Petrobras, y pusieron en jaque al Gobierno de Rousseff. En una de ellas, Lula conversa con su sucesora, Dilma Rousseff, quien sugiere que nombró ministro a su padrino político para que pudiera obtener el fuero privilegiado y huir de las garras de la justicia común.

Las escuchas telefónicas, protagonistas del caso Petrobras

En la novela política que desde hace meses mantiene en vilo a Brasil, la grabación telefónica se convirtió en un as en la manga para el exdirector de Petrobras, Nestor Cerveró, salpicado por la trama corrupta.

Su hijo, Bernardo Cerveró, entregó a las autoridades una grabación en la que el entonces senador y jefe del oficialismo en la Cámara alta Delcidio Amaral ofrece dinero al exdirectivo de Petrobras a cambio de su ayuda para anular sus acusaciones. El senador acabó entre rejas y, para reducir su pena, terminó salpicando al Gobierno, incluida la propia Rousseff, y a la oposición.

Además, los micrófonos ocultos llegaron recientemente hasta el Supremo Tribunal, donde los servicios de seguridad hallaron un mecanismo de escuchas en el despacho de uno de los magistrados de esa corte, Luis Roberto Barroso. El aparato estaba en una caja bajo la mesa del juez, nombrado para ese cargo en 2013 por la presidenta Dilma Rousseff, y se encontraba "desactivado" en el momento del hallazgo, durante una inspección de rutina.

Por último, el presidente interino, Michel Temer, también aparece en la lista de filtraciones, aunque esta vez por un supuesto descuido.

Semanas antes de que el Congreso iniciara la votación para la apertura de un juicio político contra Rousseff, Temer divulgó por error un audio en el que da por hecho que el Parlamento aprobaría el 'impeachment' contra la presidenta, por lo que asumiría su cargo. Temer anticipó el discurso que pronunciaría si el proceso parlamentario era aprobado por la Cámara y, horas después, fue acusado de "traidor" por Rousseff, ahora mandataria suspendida de Brasil.